Manes denunciará a Santiago Caputo por “amenazas agravadas” y dejará a un lado los supuestos golpes recibidos

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“Te voy a tirar todo el peso del Estado encima”. La frase retumbó en los pasillos del Congreso como una sentencia. Facundo Manes asegura que esas fueron las palabras que le lanzó el sábado a la noche Santiago Caputo después de encararlo, visiblemente ofuscado, tras el escándalo en el recinto.

El neurocientífico había interrumpido el discurso de apertura del 143° período de sesiones ordinarias de Javier Milei con una exigencia: “Lea la Constitución, Presidente”. Desde el palco, Caputo ya le había dedicado miradas envenenadas, pero el cruce no quedó en la gestualidad. Cuando se encontraron cara a cara, el asesor estrella del Gobierno le hizo saber al diputado que había ido demasiado lejos.

Manes se prepara ahora para llevar el episodio a la Justicia. Según confirmó a LA NACION, el miércoles -primer día hábil después del feriado de carnaval- denunciará a Caputo en fiscalía por “intimidación y amenazas agravadas”. En su entorno minimizan los supuestos empujones y golpes que, según él, recibió de quienes rodeaban al asesor. “Lo institucionalmente grave es la amenaza, el apriete”, remarcan.

Pero el mensaje de Caputo, aseguran, no fue solo verbal. Desde su butaca en el palco, con gestos y una mirada fija, le habría dejado en claro que lo tenía en la mira. Luego, en los pasillos, la advertencia se hizo explícita: “Ahora me vas a conocer a mí”.

El gesto de Santiago Caputo hacia Facundo Manes

El clima tenso se trasladó al Salón Blanco. Allí, distintos referentes opositores se reunieron con el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y el jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni.

Manes y sus colegas radicales, Marcela Coli y Pablo Juliano, tres diputados de Unión por la Patria –Germán Martínez, Juan Marino y Eduardo Toniolli– y dos de la Izquierda –Christian Castillo y Nicolás del Caño-, exigieron acceso a las cámaras de seguridad para esclarecer lo sucedido y, de paso, marcaron la desidia en la organización de la Asamblea. “La presidencia de la Cámara tiene la responsabilidad de garantizar que esto no pase”, reclamó Toniolli ante LA NACION. Y añadió con dureza: “No es la primera vez que esta pandilla de provocadores monta una escena”.

Solo un “tumulto”

Castillo aseguró que Menem y Bornoroni se comprometieron a entregar las grabaciones. “Es inadmisible la agresión a Facundo Manes por parte de Santiago Caputo y los suyos”, denunció. Pero cerca de Menem relativizan el episodio: sostienen que los videos solo muestran “tumulto”, sin agresiones visibles. Esa misma información había sido anticipada a Juliano la noche anterior, cuando el radical ya había resuelto enfocar su denuncia en las amenazas verbales.

Manes lo dejó claro en sus redes. “No soy el primero al que patotean. Tampoco seré el último”, escribió en X el domingo. Ni una palabra sobre golpes.

El neurocientífico, uno de los pocos referentes de la oposición que participó de la Asamblea, se retiró del Congreso de madrugada escoltado por el heterogéneo compendio de colegas con los que motorizaron el reclamo a la presidencia del cuerpo. Lo acompañaron a buscar su auto en señal de solidaridad.

Mientras tanto Pablo Juliano, presidente del bloque Democracia -el espacio que integra Manes- optó por otro camino. Bajó a la planta baja del Congreso para denunciar el episodio en la comisaría del Palacio Legislativo. Esperó una hora, pero se fue con las manos vacías. Se retiró sin respuesta, atendido solo por personal de seguridad. La Policía Federal nunca llegó.