La elevación de un ser humano minúsculo a la categoría mayúscula de la política es una prueba de su decadencia. Este sistema político considera valioso en forma mayoritaria, lo que es insano y mediocre. Los episodios con senadores como Edgardo Kueider o los radicales, los provinciales y los del PRO que se opusieron el jueves a investigar la escandalosa estafa que “promovió” o “difundió” el presidente Javier Milei expusieron el nivel de la política argentina. Y el nivel de la política habla de la calidad moral de la sociedad que la sostiene. Hay un problema en la política, pero el problema grave es la crisis moral y cultural que revelan esas carencias políticas.