Si hay algo que despierta la curiosidad de los españoles sobre Estados Unidos es el servicio de jurado. El conocido jury duty es la piedra angular de la justicia norteamericana, a través de la selección de un grupo representativo del pueblo, que tendrá que declarar la decisión final de un procedimiento, una vez escuchadas todas las pruebas.
Con un sistema de selección estrictamente al azar, Mar (@mareddyrud), una ciudadana hispanoestadounidense, ha tenido la oportunidad de participar en el proceso. “Uno de los derechos que tienen todos los estadounidenses por su Constitución es el derecho a tener un juicio por jurado. Hay distintos registros y, si estás apuntada a ese registro, te puede tocar”, explica en un vídeo publicado en su perfil de TikTok.
La joven recibió la notificación por correo el pasado 29 de enero, con una carta que le informaba de que había sido seleccionada al azar para el servicio de jurado. Es la segunda vez que le ocurre, según cuenta, pero en la primera ocasión tuvo que rechazarlo, ya que se encontraba en España.
“Me hace mucha ilusión. Sé que hay mucha gente que intenta que no la elijan, pero yo quiero que me elijan”, comenta en un primer vídeo. “Si me seleccionan, no puedo hablar del caso, pero en sí la experiencia me parece guay”, añade.
El proceso de selección de jurado en EE.UU.
El 3 de febrero a las 8:30, Mar se presentó en los juzgados junto con su carta. Desde ese momento y hasta el final de la jornada, los abogados trabajaron por seleccionar al jurado entre un centenar de candidatos. “La verdad es que la mayoría del tiempo simplemente estás esperando, pero cuando te escogen te dan un numerito”, cuenta.
No pudo tener un descanso hasta las 12:45 horas, cuatro horas después del comienzo de la sesión. Mar tuvo la fortuna de ser elegida entre los 33 posibles candidatos al jurado. “Te llaman por tu nombre si te seleccionan y te dan un numerito. Yo soy la 33, justo entra por los pelos. Nos han estado haciendo unas preguntas, pero ahora tienen que quedarse con 12 y ahí yo creo que no me van a elegir”, lamenta.
Su predicción estuvo acertada: a las 16:00 horas y tras una jornada intensa en los juzgados, Mar pudo volver a casa con la mala noticia del rechazo. “Lo tenía bastante claro una vez he oído hablar un poquito de qué era el caso”, asegura.
Según cuenta la hispanoestadounidense, se trataba de un juicio sobre secuelas físicas después de tener un accidente, “pero el accidente fue hace muchos años y la secuelas son de ahora”, aclara. “Tenía bastante seguro que no iban a querer tener a personal sanitario como parte del jurado”, porque al final entiendes un poquito más que alguien que no trabaja o no ha trabajado nunca en el ámbito sanitario, afirma la enfermera.
“De lo que me he dado cuenta es de cuánto depende el resultado de un juicio por el jurado que se elige”, comenta. La joven, que acudió emocionada a su jornada judicial, ha terminado un poco desilusionada con el servicio. “Pasas ahí la mañana entera, esperas muchísimo entre una cosa y otra y te pagan 50 dólares por el día que has estado ahí. No compensa”, concluye,