La Justicia procesó a “Naza”, el presunto terrorista ligado al Estado Islámico

0
10

La Justicia federal de Campana procesó a David Nazareno “Naza” Avila, el presunto terrorista ligado al Estado Islámico que fue detenido en Río Negro por la Prefectura Naval Argentina el 9 de enero, luego de una investigación que se extendió por nueve meses e incluyó la colaboración del FBI norteamericano.

El magistrado Adrián González Charvay, que se apartó del expediente tras su resolución, entendió que la investigación recolectó suficientes elementos para juzgar a Avila por el delito de integrar una organización que busca difundir el terror e imponer sus ideas por la fuerza. “Me presento hermano, mi nombre es Naza, soy de Argentina y quiero ser mártir en Argentina”, decía uno de sus mensajes.

Una de las imágenes que compartió Avila

La pesquisa, que involucró la participación de un agente virtual encubierto, recogió imágenes, mensajes y comunicaciones que daban cuenta de los contactos que Naza había establecido con grupos radicalizados ligados al Estado Islámico.

En una de las conversaciones, Avila solicitaba instrucciones para fabricar bombas. “Me enseñarán a hacer explosivos para atacar?”, decía el mensaje, que fue correspondido con un archivo en formato pdf.

“Tengo por probado –afirmó el magistrado–, con las limitaciones propias de este estadio procesal, que Ávila formó parte de agrupaciones permanentes o transitorias que tuvieron por objeto principal o accesorio imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor (Art. 213 bis C.P.) agravado por tener la finalidad de aterrorizar a la población (Art. 41 quinqués C.P.) en concurso ideal con haber alentado o incitado a la persecución o el odio contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas”.

Proyecto de ley: el Gobierno propone eliminar el femicidio, los documentos no binarios y los cupos trans

“No se trata de una actuación aislada; es decir, Ávila formaba parte de la estructura terrorista, recibía asesoramiento y apoyo directo de la organización. En ese contexto, no solo estaba alineado ideológicamente con el grupo sino que también recibió un manual específico para actuar en solitario”

El juez interpretó que el corto paso de Ávila por el Ejército argentino –del que fue corrido por indisciplina– pudo haber tenido como propósito adquirir conocimiento armamentístico y que los mensajes reflejaban su intención de cometer un ataque.

“La prueba hasta aquí recolectada da cuenta del ingreso del encausado a la agrupación terrorista. Más allá de los mensajes categóricos que lo comprometen con la posible realización de un evento violento, se hace evidente que no solo compartía y difundía la ideología del grupo, sino que formaba parte de él de manera activa”, sentenció.

“Una investigación exhaustiva, permanente por vía de un agente encubierto digital que logró información trascendente para la detención del terrorista vinculado con el Estado Islámico, Daesh. Representaba una amenaza concreta contra los argentinos y la seguridad nacional“, declaró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich en conferencia de prensa. “Este extremista utilizaba Telegram con mensajes cifrados –algunos de los cuales debimos traducir–, TikTok e Instagram para difundir la ideología del odio e intentar reclutar a jóvenes argentinos que fueran carne de cañón de estas organizaciones terroristas. Pertenecía a varios grupos radicalizados en redes sociales”, sostuvo Bullrich

Según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales, los primeros datos sobre Ávila surgieron en febrero de 2024. Fue cuando encontraron en sus redes sociales haciendo propaganda yihadista. Tenía pocos seguidores, pero desde el Ministerio de Seguridad consultaron al FBI. Los funcionarios estadounidenses detectaron que dos de esos seguidores llamaban la atención. Eso hizo que el seguimiento se centrara con más expertos en el tema.

En su descargo, luego de ser detenido, Ávila relativizó las comunicaciones y afirmó que todo se trataba de una broma, y que en ocasiones buscaba practicar una estafa y que solo buscaba que le envíen dinero. “Yo le escribí a esa gente de broma, pero no tenía intención de unirme a ellos. No soy un peligro para nadie, yo amo a este país”, sostuvo. “Voté a Milei, no tengo nada en contra de él, incluso lo fiscalicé”, agregó en otro tramo de su descargo.

El juez ordenó la prisión preventiva de Ávila, trabó un embargo de 500.000 pesos para solventar los costos del proceso y dictó la incompetencia de su juzgado por territorio. La causa pasará al Juzgado Federal de General Roca, en la provincia de Río Negro.