La áspera pelea entre funcionarios porteños y bonaerenses expone que la inseguridad sigue en la agenda pública

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La discusión entre el Gobierno porteño y la administración de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires por la sucesión de ataques contra policías indica que la seguridad sigue instalada en la agenda pública, a pesar que el presidente de la Nación, Javier Milei expresó que “evidentemente bajamos la inflación, la economía está creciendo, la pobreza se ha derrumbado, la inseguridad es cosa del pasado, la gestión está caminando”.

La afirmación del primer mandatario fue consignada en una entrevista difundida a través del canal Bloomberg, al llegar a Davos, Suiza, en la previa de la nueva edición del Foro Económico Mundial. Los dichos del Presidente se habrían fundado en el informe del Ministerio de Seguridad de la Nación, que se conoció hace diez días en el que se indicó que los asesinatos disminuyeron 11,5 % en el país y, por primera vez en 25 años, se perforó la tasa histórica de homicidios de 4 hechos cada 100.000 habitantes a 3,8 homicidios.

Dicha cifra puso a la Argentina con una de las tres tasas de homicidios más bajas del continente. Solo El Salvador y Canadá tienen un índice de homicidios más bajo.

Sin embargo, existen hechos que confirman que la preocupación por la inseguridad sigue presente en la opinión pública.

“En repetidas ocasiones, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, ha intentado disimular las fallas de su gestión lavando su ropa con la Provincia de Buenos Aires. Los problemas políticos internos, la inseguridad agravada por fugas de presos, y la suciedad que invade las calles porteñas se maquillan con estrategias superficiales, como si un perfume pudiera ocultar la falta de soluciones reales para los vecinos”, expresó el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso en cuenta de la red social X, luego de la reunión con su colega de la ciudad, Waldo Wolff, en la sede que el Ministerio de Seguridad en Puente 12. Ese encuentro fue el lunes pasado.

Javier Alonso y Waldo Wolff

Al día siguiente de hacer estas declaraciones, el ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, compañero de Alonso en el gabinete de Axel Kicillof, fue asaltado por cuatro delincuentes vestidos como policías que lo interceptaron cuando salía de un restaurante en Ramos Mejía, partido de La Matanza, luego de festejar el cumpleaños de su esposa.

La disputa entre los ministros de Seguridad de la región metropolitana se originó a partir del reclamo realizado por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, al gobernador Kicillof por el aumento de los tiroteos protagonizados por policías de la ciudad en el conurbano.

Ninguno de los policías de la ciudad que protagonizaron enfrentamientos contra ladrones que los quisieron asaltar llevaba el uniforme cuando los interceptaron para robarles. Todos, estaban franco, de servicio y desplazaban desde sus domicilios en el Gran Buenos Aires a la Ciudad de Buenos Aires, o regresaban a sus casas. Esto significa que no fueron atacados por ser policías sino porque, en la mayoría de los casos, los asaltantes quisieron robarles las motos.

Hace una semana, en Castelar, dos delincuentes mataron de un balazo al oficial de la Policía de la Ciudad Brian Coria, para robarle la moto. Ese mismo día, pero a veinte cuadras, el médico Santiago Bos, fue baleado por dos ladrones, que le dispararon también, para robarle la moto. A raíz de la sucesión de hechos de sangre y de los reclamos de los vecinos, el intendente de Morón, Lucas Ghi, echó al secretario de Seguridad local. Ese miércoles trágico, en el barrio San Nicolás, de San Justo, Hilda Tello, madre de ocho hijos, fue asesinada por dos malvivientes que dispararon contra el interno 623 de la línea 174 porque el colectivero intentó impedir que le robaran el automóvil a un vecino.

El oficial Brian Coria tenía 35 años

Los reclamos por la falta seguridad son una constante entre los vecinos del territorio bonaerense. En los últimos días en San Isidro hubo una sucesión de hurtos y un intento de entradera en Las Lomas que aumentaron la preocupación.

“Sabemos que la seguridad es la principal preocupación de los vecinos y por eso es el eje prioritario de nuestro trabajo. Estamos honrando nuestro compromiso: dijimos que nos íbamos a hacer cargo de la seguridad y lo estamos haciendo. Estamos reforzando las patrullas municipales con más agentes, más móviles, más equipamiento y más tecnología. Todos los cambios que hicimos a nivel municipal en 2024 dieron resultado: los números muestran que, en un contexto donde el delito crece en el conurbano, en San Isidro baja.  Hoy estamos mucho mejor que hace un año”, sostuvo el intendente de San Isidro Ramón Lanús.

Luego de las declaraciones en Davos, Suiza, el Presidente reposteó una publicación del diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert (LLA), en la red social X, en la que se destaca una foto del gobernador Kicillof con las manos ensangrentadas dentro de un mapa del territorio bonaerense con fondo negro. “Las manos llenas de sangre representan la realidad de PBA: crimen, inseguridad y abandono. ¿Cuántas vidas más se necesitan para que asumas tu responsabilidad? Hay que declararle la guerra a los delincuentes. Es cárcel o bala”, expresó el legislador bonaerense en esa publicación.