Las intensas lluvias en el estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, provocaron el cierre de importantes carreteras y causaron graves inundaciones en varias ciudades, afectando tanto a residentes como a turistas. Desde el jueves 16 de enero, las precipitaciones, que superaron los 100 mm en pocas horas, han ocasionado serios desastres en la infraestructura vial y urbana, especialmente en Florianópolis y otras localidades cercanas.
La carretera BR-101, uno de los principales accesos viales en la región, sufrió cortes en varios tramos debido a las inundaciones y a un accidente ocurrido en el kilómetro 94,8, cerca de Barra Velha. En el kilómetro 138, también en dirección sur, se cerró el paso completamente. Otras vías, como la SC-401, que conecta el centro de Florianópolis con el norte de la isla, experimentaron congestiones graves, afectando el tránsito local y regional.
Las fuertes lluvias también generaron daños significativos en zonas urbanas de la capital, como Porto da Lagoa, y en áreas cercanas a los morros. En Itapema, varios barrios quedaron inundados, lo que obligó a las autoridades a emitir advertencias a la población. Ante la magnitud de la emergencia, el municipio de Gobernador Celso Ramos declaró el estado de emergencia, lo que permitirá agilizar la respuesta a los daños provocados por el temporal.
El tráfico en las principales carreteras se vio intensamente afectado por accidentes, como el registrado en la BR-101 en São José, donde un camión colisionó contra una barrera y provocó el cierre de la vía en dirección norte, lo que generó largas filas de vehículos. Además, la presencia de turistas, en su mayoría argentinos, se vio complicada por las condiciones meteorológicas, que dificultaron el acceso a las playas y a otras zonas de interés.
Las autoridades también alertaron sobre la posible llegada de una ola de calor en los próximos días, lo que podría empeorar la situación al aumentar el riesgo de deslizamientos y deteriorar aún más las infraestructuras afectadas por las lluvias.
