En medio del tambaleo profesional, tras una seguidilla de malos resultados del Manchester City, a Pep Guardiola se le sumó otro problema, pero este es de carácter personal. Según la prensa europea, el entrenador de fútbol se habría separado de su esposa, Cristina Serra, luego de 30 años de matrimonio. Se abre, así, una danza de rumores en torno a qué fortuna estaría en juego, ya que su carrera profesional solo supo de éxitos en los últimos 15 años.
Esta semana, el rostro de Guardiola volvió a ocupar la primera plana de los diarios del viejo continente. Esta vez, la noticia reveló una realidad que, a puertas cerradas, sucedería pronto. El fin de su matrimonio con Serra, la mujer con la que tuvo tres hijos y fundó dos empresas, habría llegado en diciembre, según confirmaron fuentes cercanas al medio español El País.
De acuerdo con lo informado por el sitio periodístico, la pareja transitaba una crisis desde hacía tiempo. Cuando por fin tomaron la decisión, eligieron mantenerlo en el hermetismo de su familia, y recién en enero se confirmó lo que era un rumor.
Incluso, desde el pódcast Mamarazzis, de El Periódico, informaron que tanto Cristina como Pep habrían solicitado a sus familiares y cercanos no hablar con la prensa ni brindar detalles al respecto. Pese a la polvareda que levantó la noticia, el director técnico y su esposa se mostraron juntos en las recientes vacaciones navideñas.
De momento, las causas de la separación se desconocen, pero en los medios de comunicación británicos alegaron que se habría producido un desgaste en la relación, en particular por el mal desempeño de Guardiola en el Manchester City, junto a los enfrentamientos que tuvo días atrás con hinchas del club y cambios en algunos comportamientos para dirigirse al plantel de fútbol.
Sobre la relación entre el catalán y Serra, los dos se casaron en 2014, luego de veinte años en pareja y tener tres hijos en común: María, Marius y Valentina. La ceremonia tuvo lugar en Matadepera, Barcelona, y solo asistieron los parientes y amigos más cercanos.
Después de constituirse legalmente como matrimonio, Cristina acompañó a Pep en todas sus obligaciones laborales, tanto en España como en Alemania y el Reino Unido. Durante todo ese tiempo, ella trabajó a distancia para su marca de moda Serra Claret.
A pesar de lo que parecía una familia consolidada ante las cámaras, según se supo, en 2019 comenzaron a notarse las primeras diferencias. Todo cambió cuando Cristina se fue de Manchester y se instaló de nuevo en Barcelona. Cansada de dirigir la compañía desde lejos, tomó la decisión de continuar su camino profesional, importara o no lo que pudieran decir en los medios de comunicación.
Al mismo tiempo, uno de los hijos del matrimonio también se instaló en Cataluña para terminar sus estudios secundarios, lo que ilusionó a los hinchas del FC Barcelona con la posibilidad de que Guardiola dirigiera el club.
Ese distanciamiento no significó el fin de todo. Inclusive en 2021 adquirieron una mansión valuada en 10 millones de euros en Pedralbes, la región más alta de la capital catalana.
La ruptura entre Guardiola y Serra sorprendió a más de uno. Si bien al entrenador de fútbol no le parecía bien hablar de su vida privada y elegía mantener su foco en el deporte, siempre dejaba en claro cuánto se entendían él y Cristina. Hace un año dijo algo vinculado a ello: “Mi mujer es la mejor del mundo en muchas cosas, pero especialmente en la moda. Así que cuando me dice que no lleve esto o que no lleve lo otro, le hago caso”, señaló El País. No obstante, tras la repercusión de la separación, ninguno de los dos emitió un mensaje al respecto.
El patrimonio de Guardiola: un misterio del que asoman millones de euros
Pep Guardiola no solo construyó una exitosa carrera como DT, sino que logró sobresalir con creces en su época de jugador. Esto vino acompañado, como era lógico, por una cuantiosa fortuna, mantenida bajo siete llaves, pero la cual la prensa española logró reconstruir.
Según informó el medio El Desmarque, en 2017, compró un elegante departamento en City Suites, valorado en 3,24 millones de euros. Tiene, entre otras comodidades, una pileta olímpica de 18 metros, spa, sauna y un gimnasio disponible las 24 horas. El mismo sitio señala que, en lo personal, Pep es un fanático de los relojes y que su marca preferida es Richard Mille. En su colección se destacan el RM 27-01 Tourbillon Rafael Nadal (con un valor de €720.540) y el RM 022 Tourbillon Aerodyne (cuesta €546.410). Dicho de otra forma, solo en relojes tiene más de un millón de euros.
También es conocida su faceta de “fierrero”. En su garage se destacan un Bentley GTX 700 de €240.180, un Range Rover de €180.140 y un Mercedes GLE de €96.070. También supo ser fotografiado en un auto más “barato”, en este caso un Nissan Leaf, valorado en €36.060.
