“La música de Astor Piazzolla es única en el mundo”

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Esteban Falabella, integrante del Quinteto Revolucionario, utiliza la figura del cubo mágico para definir el legado de Astor Piazzolla. Dice que un lado está dado por lo escrito. Que otro se traduce en los aportes “de cada solista” a sus versiones. Que un tercero representa su forma de frasear. Y que otro radica en la energía, la fuerza en la interpretación. “Dicho esto, nosotros tenemos la suerte de ver y disfrutar todo ese recorrido entero de Astor, e ir decidiendo qué mostrar en cada versión”, aclara el guitarrista eléctrico en un solvente intento por entrarle a QR, disco de flamante publicación a cargo del grupo de la Fundación Astor Piazzolla, que mostrarán en público el 4 de marzo en BeBop (Uriarte 1658), junto al saxofonista italiano Silvio Zalambani; y solos, una semana después, el día del cumpleaños 104 de Astor.

“El repertorio de QR refleja esa diversidad, esa complejidad estilística de cada etapa que tiene al tango como constante. Podemos tomar una poco mas de conciencia a través de QR del lenguaje que nos dejó Piazzolla, y darnos el permiso de jugar desde ese conocimiento en las versiones propias”, retoma y extiende Falabella.

Justamente en la elección del repertorio aparece una de las claves que ubica al Quinteto Revolucionario no sólo como firme guardián de la obra de Astor sino también como propalador de su obra en el mundo. De hecho, llevan miles de millas recorridas por el orbe en lo que va de su existencia. De hecho, sumarán más cuando el mes de abril los encuentre girando por Suiza, Austria y Alemania.

“Nos conmueve siempre la intensidad a la que llega la música de Astor en el mundo, y lo que genera en el público que tal vez la escucha en vivo por primera vez. Hasta que no estás ahí, no te das cuenta”, jura el guitarrista. “Su música es única en el mundo, porque tiene cualidades muy nuestras, porteñas, rioplatenses”, prosigue. “El público queda con las emociones a flor de piel, no importa el idioma, la cultura y el país de donde sea. Cada vez tomamos más conciencia del patrimonio cultural que representamos, de lo únicos que somos, y esto nos sigue llenando el alma.”

-¿Qué rasgos conserva este disco respecto de su antecesor, 100 años, en términos de tratamiento de las versiones? ¿Y en qué ha variado?

-En 100 años el desafío era hacer los temas más icónicos sobre sus versiones más trascendentes y también refundar el Quinteto, dado que veníamos de ser el Quinteto Astor Piazzolla y cambiamos. Bueno, QR conserva el compromiso estilístico pero con mas recorrido como grupo, con mucha más piel y personalidad como ensamble.

-Se nota en el solo de guitarra rockero que hacés al final de “Libertango”. ¿Sería parte de lo que llaman “ideas contemporáneas”?

-Si bien un solo de guitarra rockero ya no es una novedad, sí es una posibilidad para la música de Astor sin que pierda su esencia por ello. Jugar con su lenguaje y legado estilístico haciéndolo propio y dejando que se incorporen sonoridades que nos tientan, es parte de algo vivo. Y, si se quiere, lo hace más contemporáneo.

-¿Por qué decidieron tomar la primera versión de “Adiós Nonino”? ¿Qué la torna diferente, respecto de sus sucesoras?

-Que es una versión más austera y pura, más tanguera en su toque, lo que la hace más delicada en conceptos de ensamble. El proceso de hacerla sonar fue muy enriquecedor para el grupo.

-“Caliente” y “Movimiento continuo” no están dentro del repertorio más transitado de Astor. ¿Por qué creen que no, y por qué las eligieron ustedes?

-“Caliente” es un tema que nos gusta mucho y es del primer Quinteto de Astor, mas tanguero en el toque, que retomó en las versiones en vivo de su último Quinteto, en The Vienna Concert. Tomamos cosas de esas dos etapas, de esos diferentes solistas y hacemos una versión con toda esa riqueza. En el caso de “Movimiento continuo”, es un tema del que no tenemos registro en vivo y nos pareció muy particular el concepto y el toque, una faceta más para descubrir.

El grupo que integran también Cristian Zárate en piano, Joaquín Benítez Kitegroski en bandoneón, Sebastián Prusak en violín y Sergio Rivas en contrabajo se la jugó también con “Don Juan”, de Podestá y Ponzio, el primer tango grabado con orquesta. “Todavía no habíamos grabado temas de otro compositor arreglados por Astor, y descubrimos que aquí aparece otra puerta para seguir abriendo. Además, ‘Don Juan’ nos mete en la faceta más tanguera de Astor, tanto como ‘Tres minutos con la realidad’ gravita en términos de riesgo en la escritura. En fin, vamos viendo qué nos pide cada tema para condensar conceptos estilísticos de distintas épocas en un solo tema.”

-A propósito, qué intrépida suena “Tres minutos con la realidad”…

-Quizá porque se trata de un tema muy especial por todo lo que representa, por el concepto en su escritura y por el toque. Es un buen ejemplo para tomar conciencia de la energía del tango como lenguaje. Cuando la creó, Astor venía de estudiar música académica con Nadia Boulanger en París, y combina con ello todo el barro tanguero. También tomamos el solo de guitarra de Malvicino de una versión del último Sexteto de Astor. El tango sale a mostrar de lo que es capaz de expresar.