Cautela y escepticismo en Pro tras un nuevo guiño de Milei a Macri sobre un acuerdo electoral

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La novela de desencuentros entre Javier Milei y Mauricio Macri sumó hoy un nuevo episodio. Después de que el Presidente reiterara su intención a discutir un acuerdo con sus aliados naturales de Pro para confluir en las próximas elecciones legislativas, el primer test que atravesará su gestión en las urnas, los dirigentes amarillos que orbitan cerca del exmandatario calibran el tenor de la respuesta. Por ahora, en el entorno de Macri prima una sensación de cautela y escepticismo frente a una nueva invitación de Milei a anudar un pacto para compartir las listas en contienda de este año.

En la cúpula de Pro insisten en que están dispuestos a llegar a un entendimiento con Milei, pero repiten que pretenden debatir los términos y las condiciones de una eventual alianza. “Nos desconcierta lo que dice, porque Santiago Caputo y Karina Milei hacen todo lo contrario”, remarcan cerca de Macri, quien descansa en el country de Cumelén. Desde allí, dejó trascender su enojo con el Gobierno por lo que interpretó como un nuevo gesto de destrato: la acusación sobre la gestión de Pro en la exAFIP por la supuesta red de protección a empresarios kirchneristas dentro del organismo.

El jefe del Estado ratificó hoy que su idea es converger con el macrismo en todo el país para “arrasar con el kirchnerismo” en los comicios de octubre. Dijo que está abierto a “conversar” con el titular de Pro, con quien volvió a intercambiar mensajes por fin de año, como reveló LA NACION el domingo, para aunar fuerzas en la contienda electoral. Ante otro guiño del primer mandatario, los arquitectos políticos de Macri en el partido optaron por ser precavidos. “Estamos discutiendo internamente, no hay una respuesta aún al planteo”, apuntó uno de los colaboradores de confianza de Macri. En la cima de la estructura partidaria procuran unificar una postura antes de mover sus fichas. Es más: evalúan la posibilidad de difundir un comunicado o mensaje en las redes.

¿Deshielo o señal de mini-tregua? La maniobra de Milei descolocó al macrismo. “Una cosa es lo que dice el presidente y otra distinta es lo que después ocurre en la realidad”, apunta uno de las autoridades de Pro. En tanto, los consejeros de Macri desconfían de que Milei intente desligarse ante su electorado de la responsabilidad de una eventual ruptura con Pro. En rigor, no logran descifrar los movimientos del “triángulo de hierro”.

En el mundillo donde conviven libertarios y macristas circularon durante las últimas horas los datos de una encuesta de la consultora Aresco, de Federico Aurelio. Según ese estudio nacional, dos tercios de los votantes de Milei y Patricia Bullrich en 2023 apoyan un acuerdo entre Pro y LLA. “La iniciativa la tiene el Presidente”, remarcan alfiles del macrismo.

Javier Milei y Mauricio Macri

El expresidente, coinciden quienes los frecuentan, sigue molesto con el gobierno de Milei por las señales de hostilidad de Caputo, la insistencia de los libertarios a aceptar sus críticas en materia institucional -el pliego de Ariel Lijo fue un punto de inflexión- o la resistencia de la mesa chica del Presidente -Karina y Caputo- a darle mayor influencia en áreas clave de la gestión. Por caso, Macri no oculta sus cuestionamientos al manejo de la licitación de la hidrovía, que desató una feroz disputa política y empresarial.

Otro foco de tensión en el vínculo entre Pro y LLA es el armado en la ciudad de Buenos Aires, la última gran fortaleza de poder del macrismo. Los constantes desafíos de los delegados de Karina Milei a Jorge Macri -votaron en contra del Presupuesto 2025, entre otros proyectos clave para el oficialismo porteño, y critican sin reparos los anuncios de la gestión amarilla- y la decisión del jefe porteño de separar la elección local de la nacional provocaron una escalada del conflicto entre Pro y LLA.

En las últimas horas, la disputa llegó a un nuevo estadio por la ofensiva de libertarios con la acusación oficial sobre la gestión del macrismo en la exAFIP. “No entendemos qué están haciendo; nos pegan, pero llaman a un acuerdo. Es todo muy raro. Queremos que estén claros los términos y sea transparente”, afirma un interlocutor habitual de Macri.

Facundo Pérez Carletti, vicepresidente segundo de Pro, resalta que tienen “respeto” por el Presidente. “Hemos acompañado leyes y vetos que Milei necesitaba para acomodar la economía argentina. Pero en materia de avanzar en un acuerdo de cara a 2025 nunca ha habido nada concreto”, señaló Pérez Carletti ante la consulta de LA NACION. Para el dirigente macrista de Santiago del Estero, bastión de Gerardo Zamora, el jefe de Pro fijó cuáles son sus condiciones para sellar un entendimiento con Milei en el tuit del 23 de diciembre pasado, cuando replicó el ultimátum que lanzó el presidente en una entrevista con la revista Forbes -”o vamos juntos en todo o vamos separados. Trampas al electorado, no”-. En ese mensaje, Macri exigió “cuidar la república”.

Javier Milei insistió en que quiere “un acuerdo total” con Macri

En los últimos días, Macri repitió como un mantra que Pro se prepara para competir en soledad en las próximas elecciones. No obstante, su intención choca con los deseos de varios integrantes de su tropa en el territorio. Es que aquellos legisladores, sobre todo de Buenos Aires, que aspiran a renovar sus bancas en el Congreso son los más interesados en que Milei y Macri cierren un pacto para converger.

“De ninguna manera las puertas están cerradas para armar un frente porque es innegable que compartimos ideas y hay un electorado en común, y puede ser malo para los dos partidos dividirlo en esta intermedia, pero nuestro objetivo principal es fortalecer el Pro en todos los distritos; nos tenemos mucha fe”, subrayó Pérez Carletti.

Reproches e inquietud en Pro

En el reportaje con Luis Majul, Milei dejó entrever que no le disgusta la idea de que Macri sea candidato a senador nacional en la Capital en 2025. “Habría que ver qué intenciones tiene de involucrarse activamente en la política partidaria y de cargos. Yo estoy dispuesto a conversar con Macri y abierto a sus propuestas, con lo cual, la discusión de cargos no es interesante para mí”, deslizó el Presidente. Y volvió a decir que no quiere que haya “trampas al electorado”.

Allegados de Macri plantean que no tienen interés en postularse -una actitud que irrita a dirigentes de Pro que consideran que están obligados a acordar con LLA para sobrevivir-, pero no descartan que se vuelve a poner el traje de candidato. “Estamos para discutir un acuerdo, pero con límites”, sintetizan los feligreses de Macri en el partido amarillo.

En el seno de Pro también se escuchan reproches a Macri. Entre los acuerdistas deslizan que los desorientan las idas y venidas del expresidente o sus reclamos al Gobierno. En ese sector creen que Macri debería prioriza el plan de lograr un pacto para converger para evitar que haya un corrimiento de la tropa dirigencial de Pro a las filas libertarias. “No nos puede llevar a todos a una discusión por la Hidrovía. Hay que definir qué vamos a hacer y privilegiar lo político”, se lamenta uno de los jerarcas de Pro.

En la cúspide del parido amarillo reconocen que la jugada de Jorge Macri de desdoblar las elecciones complicó las posibilidades de lograr un acuerdo beneficioso para Pro dado que se arriesgan a llegar a la discusión nacional -en caso de que la Ciudad logre suspender las PASO- en una situación de mayor debilidad. Es que especulan con que la Casa Rosada podría jugar un candidato competitivo, como Manuel Adorni, en la elección a legislador para asestarle un duro golpe al macrismo en su bastión. En cambio, los feligreses de Jorge Macri, quien cuenta con el asesoramiento del consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubi, quien trabajó con Sergio Massa y Cristina Kirchner y ahora fue contratado por el Pro porteño, se sienten confiados: consideran que recuperó la iniciativa con los últimos anuncios -electorales y rebajas impositivas- y que podrá reafirmar la hegemonía amarilla en el distrito. “No necesitamos un acuerdo con LLA en la Capital”, se jactan. Apuestan a resaltar la “identidad” de Pro y exhibir vocación de “disputar poder”. “Queremos volver a enamorar a nuestro electorado”, dicen en la sede de Uspallata. Mañana, el jefe porteño dará el puntapié inicial de su campaña con un acto cerrado en el barrio de Villa Pueyrredón para “abrazar a la militancia”.

Por lo pronto, hoy optaron por no responder a Milei, quien criticó a los gobernadores que desdoblaron las elecciones. Los acusó de querer “cuidar su quintita”. “No hay espíritu de confrontación por más que compitamos. No estamos en guerra con Milei”, afirman en Parque Patricios. Hace dos semanas, hablaban de desafiar a la Casa Rosada. ¿Visaje de que enfundan armas?