El área afectada, ubicada a 65 kilómetros de San Carlos de Bariloche, no solo es de difícil acceso, sino que también está rodeada de vegetación espesa que complica las tareas de contención.
Una operación conjunta para salvar el bosque
Desde este jueves muy temprano en la mañana, cuatro aeronaves, entre helicópteros y aviones hidrantes, sobrevuelan la zona mientras los brigadistas avanzan a pie con motosierras y herramientas manuales. La meta: abrir caminos hacia el foco principal, que ya afecta seis hectáreas de vegetación nativa.
El Comité de Emergencias, conformado por la Administración de Parques Nacionales, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego y Protección Civil de Bariloche, coordina cada movimiento. En total, 74 agentes trabajan en la zona, incluyendo 26 brigadistas especializados, guardaparques y personal de logística. Un campamento base, montado para 43 combatientes, asegura que el esfuerzo humano no se detenga.
Precauciones y solidaridad en el terreno
En Pampa del Toro, sobre la Ruta 40 Sur, el tránsito está restringido debido a las operaciones aéreas. Mientras tanto, vecinos y turistas colaboran respetando las indicaciones de seguridad.
El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) de Río Negro reforzó el operativo con 17 brigadistas provenientes de Bariloche y El Bolsón. Este esfuerzo conjunto entre organismos nacionales y locales busca cooperar para contener las llamas y proteger la biodiversidad del parque.
El recuerdo de un incendio devastador
La memoria de lo ocurrido en 2021 está fresca en la comunidad. Aquel siniestro consumió más de 5000 hectáreas y dejó cicatrices visibles en el ecosistema del parque. Ahora, la prioridad es actuar con rapidez para que esta tragedia no se repita.
El Parque Nacional Nahuel Huapi, uno de los emblemas naturales más importantes de Argentina, depende no solo del esfuerzo de los brigadistas, sino también del respeto de quienes lo visitan. En este contexto, las autoridades del ente nacional recordaron la importancia de mantenerse informados, evitar zonas restringidas y, sobre todo, valorar el trabajo incansable de quienes arriesgan su vida para proteger este patrimonio natural.