El gobierno de Javier Milei termina el año envalentonado. Según las encuestas que llegan al despacho del Presidente –y que él mira todo el tiempo–, el gobierno transita su mejor momento. Eso les genera a los “libertarios” expectativas cada vez más grandes de absorber al PRO por completo en las elecciones del año que viene. Más allá de las amenazas públicas que hizo Mauricio Macri durante los últimos días –dijo que el PRO presentará sus propias listas si lo siguen ninguneando desde la Casa Rosada–, Milei está decidido a terminar con el partido amarillo y en el gabinete nacional la mayoría opina que, a pesar de los berrinches del exmandatario, “el 90 por ciento del PRO es oficialista”. Ayer, a última hora, el líder del PRO salió a contestarle al Presidente: le dijo que está a favor de un acuerdo total, pero le puso condiciones.
“Todos quieren arreglar. Es una posibilidad que el PRO se diluya, pero si hay una idea de cambio que funciona bien, hay que prenderse ahí“, dicen dirigentes macristas que ya están, por completo, pintados de violeta. Las declaraciones se dan después de que el mandatario advirtiera el domingo que con el PRO “o vamos juntos en todo, o vamos separados”. Macri, anoche, decidió salir a responderle a Milei: “En función a lo dicho por el presidente: ‘O vamos juntos en todos lados o vamos separados; trampas al electorado, no’, acuerdo, porque esa fue siempre mi posición: Poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, ser absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República”.
Es decir, el expresidente no afirma si irán o juntos o no, pero descartó de cuajo que pueda haber un acuerdo en las provincias que gobierna el PRO, o en Provincia de Buenos Aires y no en Ciudad de Buenos Aires. En el final del escrito, además, Macri vuelve a subrayar las tensiones que transita el vínculo con Milei. Lo acusa, entre líneas, de no cumplir con la palabra, de no ser “absolutamente transparente con el electorado”, y de no “cuidar la república”.
La gran batalla se dará el año que viene en un distrito clave para el partido que lidera Mauricio Macri: la Ciudad de Buenos Aires. Si La Libertad Avanza logra ganar en ese distrito sin ir con el PRO, sería un golpe letal para el partido de Macri. Allí, no se descarta que, incluso, la candidata pueda ser Karina Milei. Todavía nada está dicho.
La incógnita es qué pasará finalmente en el resto de las provincias que lidera el PRO como Entre Ríos, con Rogelio Frigerio, o Chubut, con Ignacio Torres. De los 24 gobernadores, el PRO solo tiene tres: Frigerio, Torres y Jorge Macri. Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis) son aliados. “Estas elecciones son legislativas, no importan mucho los tres gobernadores y, además, todos quieren arreglar”, afirman cerca del Presidente (ver aparte).
Milei, dicen en su entorno, está obsesionado con “terminar de comerse al PRO”, y sumar en sus filas a todos los integrantes del partido amarillo que pueda. Ya lo hizo con Diego Kravetz, exfuncionario de Jorge Macri que ahora ocupa el puesto número dos en la SIDE, e intentan hacerlo también con el presidente de la bancada en diputados, Cristian Ritondo.
El mandatario, mientras Macri le salía a responder por las redes sociales, se encontraba dando una entrevista por un canal de streaming. Milei estuvo –al cierre de esta edición– cerca de dos horas hablando de “teoría económica” con el conductor Alejandro Fantino. En realidad, estuvo despotricando contra el economista John Maynard Keynes y, de rebote, también contra el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Durante la entrevista, el Presidente volvió a decir con orgullo que hizo “el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad”; que “el estado no es la solución, sino el problema”, y, además, agregó: “Cuando yo dije que tocábamos piso en marzo o abril, se me cagaron de la risa. Se me cagaron de risa cuando dije lo del pedo de buzo y es verdad”. Según su visión de la economía, el Jefe de Estado dijo que las crisis se generan no porque el mercado no funcione, sino por las regulaciones e intervenciones que hace “la casta”, y destacó que durante estos meses “bajó la inflación de 54 a 1,4 por ciento”, porque “cortó” la emisión monetaria.
También hubo críticas al expresidente del Banco Central, Javier González Fraga, al que lo llamó “pelotudo”. “El pelotudo de González Fraga decía que el consumo era ficticio, pero es mentira, el problema era que se estaban comiendo el capital. Hipotecaron la casa para irse de joda a Europa. No era una ficción, era real, pero se comieron el capital. Después dicen que con Cristina estaban mejor, y sí, pero se estaban comiendo el capital”, reflexionó.
González Fraga no fue el único al que el Presidente le apuntó. También hubo críticas a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Consultado sobre el aumento de las dietas en el Senado dijo: “Ella dice que no puede hacer nada, pero Martín (Menem) hace. Él recortó un montón de privilegios”. Villarruel no solo está enfrentada con el triángulo de hierro sino también con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Después de los cruces en redes sociales no hubo un llamado entre ellas y el diálogo sigue cortado.
Otro de los apuntados por el Presidente durante su charla con Fantino, fue el senador Francisco Paoltroni, expulsado del bloque de LLA. “Es un impostor que se metió en la lista de los libertarios, pero ya lo echamos. Es un impresentable que no merece ni ser nombrado”, dijo y recordó que, cuando él fue legislador, sorteaba su dieta.