El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, salió a hacerle una advertencia velada al gobierno nacional. Dijo que si a Javier Milei se le ocurre designar por decreto a nuevos miembros del máximo tribunal, serán los propios cortesanos actualmente en ejercicio quienes tengan la última palabra sobre la constitucionalidad o no de esa decisión.
Si Milei decidiera designar dos supremos en comisión por decreto, tal como fallidamente lo hizo Mauricio Macri en 2015, “en última instancia resolverá la Corte” si eso es admisible o no, sentenció Rosatti al ser consultado sobre esa posibilidad que baraja el gobierno nacional.
Eso sí, “lo resolverá la Corte si hay cuestionamientos” sobre esa decisión, aclaró inmediatamente el magistrado. Pero va de suyo que los cuestionamientos formales llegarán tal como se hicieron oír cuando Macri tomó una decisión similar apenas asumió su mandato. Luego debió recular ante la catarata de rechazos desde diversos sectores.
“A la Corte llega todo”
Lo que había hecho el líder del PRO fue designar por decreto –precisamente- a Rosatti y Carlos Rozenkrantz. Lo que pretende Milei ahora es hacer lo mismo con sus candidatos Manuel González-Mansilla y Ariel Lijo.
El concepto que utilizó Rosatti para dejar claro que el máximo tribunal actual es el que tiene las llaves de ingreso fue el siguiente: “A la Corte llega todo”. Es decir que si hay un cuestionamiento de constitucionalidad sobre un eventual decreto de nombramiento de nuevos cortesanos, la decisión quedará en manos de Rosatti, Carlos Rozenkrantz y Ricardo Lorenzetti, los tres que continuarán en 2025 ante la salida por jubilación de Juan Carlos Maqueda.
La definición de que todo termina en la Corte fue la respuesta que dio el magistrado al ser consultado al respecto durante una entrevista por el canal LN+. Eso sí, hizo una aclaración: “Uno nunca tiene que responder frente a una hipótesis”, es decir hacer una anticipación sobre un hecho supuesto que aún no ocurrió. No obstante, el cortesano dejó traslucir lo que podría suceder si ello ocurre.
La acordada de los supremos sobre los conjueces
La respuesta elíptica del presidente del máximo tribunal está en sintonía con la acordada que días atrás publicó ese cuerpo para –de alguna manera- frenar la intentona del gobierno de Milei, aprovechando la reducción de la cantidad de miembros ante la salida de Maqueda.
Lo que hace la acordada –con la postura en contra de Lorenzetti- es implementar un sistema rápido de elección de los conjueces, de modo tal que quede garantizado el funcionamiento y agilidad del máximo tribunal que queda con tres ministros.
Según Rosatti, la acordada fue producto de la falta de definiciones por parte del Congreso sobre las nuevas vacantes. “Antes de que terminaran las sesiones ordinarias esperábamos ver si había cinco miembros o no. Cuando vimos que esto no acontecía, emitimos una acordada que no regula nada nuevo ni espectacular”, dijo al respecto.
Lo que hizo esa decisión es allanar el camino para que los conjueces sean por sorteo los presidentes de las Cámaras Federales de todo el país. Ellos serán “las personas que terminan de completar los cinco ministros de la Corte” y “esto está regulado en una ley, no decidimos nosotros quiénes son”, aclaró el magistrado.
“Lo que decimos en esa acordada es ‘salimos a navegar, tenemos que tener salvavidas’. No es que porque tengamos salvavidas se va a hundir el barco ni porque tengamos matafuegos se va a incendiar el edificio. No. Pero tenemos que tener una herramienta que haga más ágil la designación de los conjueces”, definió.
Luego dejó claro que, en su opinión, “la Corte tiene que funcionar con tres, con cuatro o con cinco” miembros, pero “lo ideal es con cinco porque es el número que fija la ley”. “Antes de que entráramos Rozenkrantz y yo, la Corte funcionó con tres miembros durante siete meses y ahora hace tres años que está funcionando con cuatro”, cerró.
