“Mi alegría esta vez es doble”, afirma Steve Aoki, zoom mediante, en relación a su regreso al país. Y es que este sábado se reencontrará con el público argentino y también será parte por primera vez de la versión local del festival de manufactura inglesa. Aunque anteriormente llegó a participar en Creamfields Liverpool, nave nodriza del evento. El productor, DJ y remezclador estadounidense, que actuará en el Main Stage a las 20:10, vuelve además con nuevo álbum: Paragon, lanzado a fines de junio. “Pienso que es una parte increíble tanto de mi historia como de la de mis fans”, afirma. “La identidad musical que desarrollo cada año está cambiando. Mi flujo creativo siempre está innovando y adaptándose a todas las nuevas inspiraciones que llegan a mi vida. La música es una historia que avanza constantemente”.
–A diferencia de otros colegas tuyos, que sacan material esporádicamente, vos publicás álbumes constantemente. ¿A qué se debe?
-No puedo evitarlo. Esto es para lo que nací, y siempre necesito lanzar más música. Es algo que se espera de mí. Después de publicar las tres partes de Hiroquest, mi disco anterior, se me ocurrió que Paragon también podría estar dividido en capítulos. Quiero contar historias grandes sobre el mundo en el que vivimos, y esto me lo permite el componer constantemente.
-¿En qué creés que se diferenció el proceso creativo de “Paragon” de tus otros álbumes?
-No me gusta tener límites, así que con cada álbum intento redoblar la apuesta sonora y conceptual. Cuando la inspiración me llega, la tomo como viene. Ya sea en palabras o a través de la música. Y constantemente le doy forma, todo el tiempo avanzo. Me atrae lo inesperado, y me alegra haber convertido eso en una herramienta que me permite hacer todo aquello que se considera imposible.
Tras curtir el under, este miamense de ascendencia japonesa pegó el salto hacia la masividad en 2012 con la salida de su álbum debut, Wonderland. El material, que cuenta con colaboraciones como la de Kid Cudi y Travis Baker, navega en el electropop, el dubstep (a la manera norteamericana) y el electro house. Esa combinación de estilos encajó en el mainstream, al igual que en la industria musical. Razón por la que se convirtió en pionero e icono del EDM, que, más que un género, es una forma de comprender la electrónica de parte de la gran masa de público. A partir de ese momento, el artista de 46 años comenzó a rankear entre los discjockeys más importantes y solicitados del mundo. Y en simultáneo se transformó en una figura influyente para una generación de DJ y también para el público.
-¿Sos consciente del peso que tenés para muchos jóvenes?
-Mi foco sólo está puesto en sacar discos, en mis shows y en el próximo paso a seguir. Como estoy hasta las manos, no pienso en lo absoluto en lo que me preguntás. Pero entiendo y acepto que una vez que te convertís en artista tenés que manejar cierto nivel de responsabilidad en tus acciones.
Pese a su estatura global, Aoki encontró en Latinoamérica un terreno rico en recursos para explorar. Por eso no es fortuito verlo colaborar con artistas de la región, tal como lo refleja uno de sus más recientes singles, “Corrido y alcohol”, firmado junto al cantante mexicano de música popular norteña Óscar Maydon. Sin embargo, con la Argentina estableció un devaneo que ya dejó sus frutos. Entre ellos destaca la colaboración con hizo con Tini y La Joaqui en el tema “Muñecas”, publicado el año pasado. “Esa canción se convirtió en un éxito mundial”, celebra el DJ, que en febrero pasado integró la grilla de Cosquín Rock. “Me gustaría seguir haciendo colaboraciones con los artistas argentinos porque tienen un talento sorprendente. Cuando Tini me contactó para hacer ‘Muñecas’, me pareció tan bueno que no dudé en decirle que sí”.
–¿Cómo se produjo tu vínculo con la escena musical local?
-En la medida que los fui conociendo, sentí una afinidad muy fuerte. Quizá por la energía e intensidad que manejan. Es desbordante. El primero con el que entré en contacto fue con Paulo Londra, a quien le hice un remix de su canción “Forever Alone”. Si bien lamentablemente esa colaboración nunca salió, se transformó en un antecedente muy importante para mí. Al punto de que hoy somos grandes amigos. Hace un par de años conocí a Bizarrap, y me parece un artista tremendo. Tengo entre mis tareas pendientes poder trabajar junto a él. Lo mismo con Duki o María Becerra. Quiero conectar más con la cultura de allá porque siento una afinidad muy fuerte, así como con la gente.
-A propósito de esto último, ¿qué juicio tenés sobre el público argentino? Cada set tuyo lo viven como si fuera un recital de rock, con pogo incluido.
-El público argentino es uno de mis favoritos en todo el mundo. De entre los cinco shows más importantes que di en mi carrera, uno sucedió en Argentina. Desde arriba del escenario miro esa pasión con la que disfrutan de mis sets. Y eso no tiene precio. Les estoy muy agradecidos, y justo por eso tengo ganas de volver todas las veces posibles. Para devolverles un poquito de la felicidad que me han dado.
-¿Dónde te sentís más cómodo detrás de las bandejas: en los festivales masivos de música o en la intimidad del club de música electrónica?
-Definitivamente, en los festivales masivos. Es mi hábitat natural. Hago discos específicamente para grandes multitudes. De hecho, cuando produzco los temas en el estudio siempre tomo en cuenta que puedan servir para que toda la gente salte conmigo.
Uno de los sellos distintivos en la performance del DJ norteamericano es tirarle tortas al público. Momento que recibió el nombre de “cake face”. El antecedente se remonta a 2011, con el video de su single “Auterotique”, donde explotan tortas en cámara lenta. Esto lo fascinó. Pero según él mismo contó, esta costumbre surgió como accidente. “Compré una torta, y durante un show un fan me pidió que se la tirara en la cara”, recordó. Y para sorpresa del artista la respuesta fue increíble. No sólo eso: el público quedó encantado, porque se trata de una manera de conectar con ellos. Vale la pena destacar que Aoki no lanza cualquier tipo de torta, sino que debe medir 40 centímetros de largo, por 30 centímetros de ancho y 10 centímetros de alto. Y la crema que lleva por fuera debe ser blanca y no tiene que contener azúcar.
–El próximo 30 de noviembre cumplís años. Es un momento tentador para que te tiren a vos una torta en tu cara.
-Ese día tocaré en Las Vegas, circunstancia que me alegra porque el día de mi cumpleaños estaré haciendo lo que más amo. Esta vez me voy a comer la torta, en vez de tener que tirarla. Creo que será un cumpleaños muy divertido.
Dos días de adrenalina
A nueve años de su última realización, este fin de semana regresa el festival de música electrónica más importante de la Argentina: Creamfields. En contraste con sus ediciones anteriores, en esta oportunidad el evento tendrá como sede el Parque de la Ciudad (Av. Gral. Francisco Fernández de la Cruz 4000) y se hará por primera vez durante dos días. La primera fecha sucederá este sábado, en tanto que el desenlace se producirá al día siguiente, con la terna nórdica Swedish House Mafia, a las 23 hs, sacando chapa de su condición de acto estelar de la programación al cerrar el festejo. Cinco escenarios albergarán a una grilla conformada por alrededor de 80 artistas, repartidos entre actos locales y foráneos. Quizá el dato más llamativo es que en ambos días el encuentro durará entre 13 horas y 1 de la madrugada.
En la primera jornada del festival, despuntan las actuaciones de Steve Aoki, Tiga, Alesso, Kilimanjaro, Fisher, DJ Stingray 313, y el back to back de Marcel Dettmann y Helena Hauff. También estará el mano a mano entre los tótems nacionales Diego Ro-K y Diego Cid, el live de Peces Raros, y los sets de Franzisca y Miguel Silver. Mientras que el domingo sobresalen, amén de los “Swedish”, la vuelta de Richie Hawtin, Nina Kraviz, Sasha y The Blessed Madonna. Habrá un back to back de DJ Tennis y Green Velvet, el live de Babasónicos, y los sets de los locales Zuker y Sol Ortega. Aparte de la propuesta gastronómica y de los puestos de hidratación, esta edición de Creamfields Argentina tendrá zona acondicionadas para descansar. Y sólo se consumirá con sistema cashless (o sea, no se podrá usar dinero en efectivo).