El equipo argentino de la Billie Jean King Cup, la ex Fed Cup, tendrá un desafío superlativo este viernes y este sábado: en el Gimnasio Estadual Geraldo José de Almeida de San Pablo, en polvo de ladrillo bajo techo, se medirá ante Brasil por los playoffs, la instancia que entrega al ganador el pase directo a los Qualifiers 2025, el primer escalón equivalente al viejo Grupo Mundial. La serie comenzará este viernes desde las 15, con Solana Sierra, 154ª del ranking WTA y carta más destacada en el mazo de la Argentina -de enorme progreso en los últimos tiempos-, frente a Laura Pigossi (129ª), en un posible punto a ganar por el potencial de la marplatense. A continuación actuará Jazmín Ortenzi (274ª) contra la mejor jugadora de la eliminatoria: Beatriz Haddad Maia, ex 10ª y actual 17ª del mundo.
La rosarina, que no gana un partido de la Billie Jean King Cup desde febrero de 2020 -acumula seis derrotas en fila, entre singles y dobles- decidió poner una tardía pero necesaria pausa en su ciclo en la competencia por equipos, aunque se habló de cierta falta de compromiso ante una serie bisagra para dar el salto al Grupo Mundial. “Para representar a la Argentina hay que estar al cien por cien en lo deportivo y en lo mental; fue un año muy desgastante”, argumentó.
Carlé, que asomaba como la punta de lanza para dar la sorpresa, se bajó casi sobre la hora, en una decisión de tintes polémicos por los tiempos: “Vengo de una gira muy larga en cancha rápida; esta competencia requiere mucha responsabilidad y, con tantos días de juego en otra superficie, mi preparación no iba a ser la adecuada”. Otra baja fue la de Julia Riera (114ª): con una distensión en un aductor, de todos modos viajó a Brasil. El equipo, fuertemente diezmado ante una oportunidad única, lo completan Martina Capurro (323ª) y la universitaria Melany Krywoj (176ª y 2ª del país en dobles).
“El sorteo se dio como quería. Quería que empezara Solana. Está jugando muy bien y le tengo mucha fe para arrancar el primer partido a favor de ella”, analizó Paz, de un largo ciclo como capitana pero con resonantes deudas en lo deportivo y, sobre todo, en el manejo interno: viene de perder tres playoffs consecutivos. Se quedó a las puertas ante Kazajistán en Córdoba, en 2021; frente a Brasil en Tucumán, con fuertes fallas en el control del vestuario, en 2022; y ante Eslovaquia en Bratislava, con decisiones cuestionables y una resonante alarma para el recambio, en 2023. Ahora, más allá de la falta de compromiso de algunas de las jugadoras ante la chance de pelear arriba, volvió a fallar en la conducción para convencer y persuadir a sus mejores piezas.
Por otra parte Ortenzi profundizó respecto del partido ante una jugadora top como Haddad Maia: “Al empezar en el segundo partido voy a estar un poco más tranquila de los nervios. Estoy muy contenta de tener esta posibilidad, de poder jugar y medirme. Quiero dar todo en la cancha, que es lo que hablamos con el equipo. Sé quién está enfrente y le quiero ganar. Es un lindo desafío”. La palabra clave: desafío. Argentina va por un cimbronazo: con la potencia de Sierra y el entusiasmo de sus compañeras.
La historia
El historial entre Argentina y Brasil está igualado 4-4. En el último duelo, en noviembre de 2022 en Tucumán, las visitantes se impusieron 3-1 y capitalizaron las fallas de la capitana Paz en el pilotaje interno del equipo, con decisiones que llevaron a dejar afuera de la definición a Paula Ormaechea -la argentina con más triunfos desde siempre en el certamen- y que obligaron a la joven Sierra, en el año de su debut, a dar la cara en el partido definitorio, casualmente ante Pigossi, en una realidad distante del presente.
La última vez que Argentina fue protagonista en el Grupo Mundial de la Billie Jean King Cup tuvo lugar en febrero de 2015, casi diez años atrás, cuando perdió, con María José Gaidano como capitana, por 4-1 contra Estados Unidos en Pilará, en la instancia correspondiente por entonces al Grupo Mundial II.
El equipo norteamericano llegó a la Argentina con las legendarias hermanas Venus y Serena Williams, quienes tenían la obligación de actuar en la Fed Cup, por reglamento, para poder clasificarse a los Juegos Olímpicos de Río 2016.