La tecnología es la unión del saber científico y las técnicas productivas, con el propósito del desarrollo de nuevas herramientas, nuevos materiales y, en consecuencia, nuevas formas de comprender la realidad. Gracias a ella es posible diseñar y producir máquinas y sistemas, o controlar procesos complejos como nunca antes vio la humanidad. ×La tecnología ha estado siempre presente en la historia, de una u otra manera, pero a partir de la Revolución Industrial del siglo XVIII y particularmente en el siglo XX su efecto comenzó a alterar de manera drástica y acelerada la manera en que viven los seres humanos. La tecnología tiene muchos y muy diferentes efectos en la sociedad, muchos de ellos positivos, otros no tanto.
Así, por ejemplo, la gran mayoría de los aparatos que utilizamos a diario, desde televisores hasta compuadoras, planchas y electrodomésticos de cocina, son fruto de un conjunto de saberes científicos aplicados a la resolución de un problema doméstico o al aprovechamiento de posibilidades (económicas, sociales, culturales) que antes no existían.
De esta manera, la tecnología continuamente crea nuevos instrumentos para permitirle al ser humano llevar a cabo diferentes trabajos de un modo más simple, rápido y con menos esfuerzo. Una licuadora, por ejemplo, le ahorra tiempo a una persona que cocina, pues de otro modo tendría que cortar o mezclar manualmente los alimentos, del mismo modo que una computadora permite a sus usuarios intercambiar información, aprender nuevos conocimientos y efectuar operaciones matemáticas rápida y confiablemente.
El impacto de la tecnología en la vida es enorme, especialmente en áreas como:
- La salud, por ejemplo, el desarrollo de nuevos medicamentos y prácticas médicas.
- La comunicación, como nuevas formas de interconexión a lo largo de grandes distancias.
- La organización de la sociedad, como nuevos métodos de vigilancia, de registro de las actividades o de transporte.
Pero, en la misma medida, la tecnología trae consigo ciertos riesgos y ciertas necesidades de aprendizaje que antes no existían. Por ejemplo, los adelantos en el campo de la robótica y la automatización del trabajo (inteligencia artificial) traen consigo la posibilidad de fabricar más objetos, más rápido y mejor que empleando personal humano. Esto sin duda potencia la capacidad productiva, pero al mismo tiempo implica la pérdida de empleos que serán desplazados por máquinas. Igualmente, el uso irresponsable de la tecnología puede acarrear grandes daños a la humanidad. A través de ella pueden crearse nuevas y peligrosas formas de armamento militar (como la invención de la bomba atómica, por ejemplo, o el desarrollo de armas biológicas como virus y bacterias), de engaño y desinformación (como los virus informáticos o las fake news), o causar daños medioambientales (contaminación, degradación ecológica) que disminuyan la calidad de vida de la especie.
De esta manera, la tecnología no solo facilita la vida cotidiana y brinda nuevas soluciones a los problemas reales, sino que también ejerce una poderosa influencia sobre las personas: la manera de trabajar, de socializar e incluso las expectativas de futuro que se tienen. Esto significa que muchos problemas cotidianos se resuelven gracias a la tecnología, a la par que otros son fruto, precisamente, de su avance y desarrollo.
