Es una postal del Gobierno de Javier Milei: cada miércoles los jubilados salen a reclamar. El Gobierno, en respuesta, saca a sus gendarmes y policías y reprime.
Esta última semana, la situación tuvo un agravante, que pudo haber terminado en una fatalidad. Mientras un grupo de jubilados caminaba desde una sede del PAMI hasta el Congreso, la policía empujó al docente jubilado Gerardo Mirkin, quien empezó a convulsionar en la calle. Además, detuvieron a quienes intentaban ayudarlo. Así lo explicó con alarma Nora Biaggio, referenta del Plenario de Trabajadores Jubilados: “Veníamos marchando para ir al Congreso y en Avenida de Mayo nos encontramos con un dispositivo policial brutal”, relató.
Como siempre, el grupo de jubilados caminaba por la vereda. No es un dato menor, teniendo en cuenta el protocolo “anti-piquetes” con el que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, amenaza semana tras semana.
Pero también la Policía de la Ciudad iba por la vereda: “Eso es un problema, porque nos iban corriendo hacia la pared”, explicó Biaggio. En ese contexto, los efectivos “consideraron que tenían que sacarnos las banderas”, agregó.
Fue ahí cuando, con un movimiento brusco, Gerardo Mirkin fue arrojado al suelo. “Es tan grande la fuerza que lo tiran a la calle y le ponen una pierna encima”, continuó la referenta del Plenario de Trabajadores Jubilados en La Mañana.
Y añadió: “Les advertimos que tenía problemas de salud. Mira cómo es la cosa, que cuando un compañero se le acerca y le avisa que está convulsionando, lo detienen. Así lo tiraron al piso y la policía nos reprimía”.
Por su parte, Liliana Carci, también integrante del Plenario de Trabajadores Jubilados, explicó por La García: “La Policía de la Ciudad subió a la vereda, agarraron la bandera que tenía Gerardo (Mirkin), lo golpearon y empezó a convulsionar”.
“Estuvo más de 40 minutos esperando al SAME. Lo llevaron al hospital y ahí lo controlaron. A otro de los compañeros lo querían llevar preso. Terminamos cortando la calle después, porque ellos (los policías) la cortaron cuando tiraron a Gerardo a la calle”, sostuvo Carci.
Y agregó: “No comprendemos por qué la Policía de la Ciudad nos reprime cuando vamos por la vereda hacia el Congreso. Ellos no quieren que estemos en la calle. Porque cuando pasábamos por (la calle) Florida, la gente de los negocios salía y nos aplaudía. La gente entiende que la causa es justa”.