Si las novedades, los lanzamientos y las producciones más recientes no convocan, bienvenido sea el regreso de los clásicos a los cines. La tendencia crece y funciona todo el tiempo, sobre todo en el hemisferio norte, para acompañar la celebración de algún aniversario redondo que facilita el reestreno de títulos icónicos ahora mejorados en imagen y sonido con la ayuda de nuevas herramientas tecnológicas.
En la Argentina esa posibilidad solo se hace factible gracias a la atracción que ejercen el cine fantástico, de suspenso y de terror en un público incondicional que sigue dispuesto a ir al cine para celebrar esas creaciones. Y el momento más propicio para reencontrar en pantalla grande algunos de esos títulos fundamentales que vuelven al primer plano reaparece siempre en octubre para acompañar desde la pantalla los festejos de Halloween.
Esta vez encabeza el festejo un ciclo que acaba de ponerse en marcha en los complejos de la cadena Cinépolis y resulta especialmente atrayente porque incluye siete títulos que van de 1960 a 1984 y ejercieron desde ese momento una extraordinaria influencia en todo el mundo. A partir de ellos, a esta altura clásicos indiscutidos, se configuró buena parte de la mirada que el cine tiene hoy alrededor de estos géneros.
Sobran, por ejemplo, las razones para volver a encontrarse en la pantalla grande con Psicosis (1960), de Alfred Hitchcock, a partir de la cual empieza a escribirse la larguísima historia de los psicópatas asesinos que poblaron la pantalla durante las últimas décadas. El indiscutido padre originario de esta enorme y fascinante galería es sin dudas Norman Bates, el personaje que interpreta aquí Anthony Perkins (funciones: domingo 27, a las 20, y miércoles 30, a las 22.30).
Otra obra maestra de Hitchcock, Los pájaros (The Birds, 1963), se suma a este ciclo con su insuperable acercamiento al terror más inesperado, el que surge de la naturaleza y se mezcla con traumas y oscuros deseos y manipulaciones expresados por algunos seres humanos. La maestría técnica y la experimentación (no hay banda de sonido en términos convencionales) se mezclan con un miedo poderoso transmitido desde los personajes hacia los espectadores, más la sensación palpable de la cercanía de una suerte de fin de la humanidad (viernes 25, a las 22.30, y martes 29, a las 19.50).
El bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, 1968), de Roman Polanski, es la película que llegó quizás más lejos en toda la historia en cuanto a la representación del mal a través de la maternidad. Sin su presencia jamás se hubiese escrito desde ese momento una infinidad de historias en la pantalla sobre seres maldecidos o hechizados desde el vientre materno, capaces de impulsar toda clase de hechos atroces una vez que llegan al mundo como encarnación del Diablo (sábado 26, a las 19.30, y martes 29, a las 22.40).
Carrie (1976), de Brian de Palma, pone en marcha una historia que está lejos de agotarse en sus revisiones. De hecho, Mike Flanagan (Doctor Sueño, La maldición de Hill House) dirigirá una serie inspirada en este relato sobre una adolescente muy tímida y aprisionada por la culpa, la represión sexual y el dolor de un amor imposible, que se vale de sus desconocidos poderes sobrenaturales para tomarse revancha de las burlas y las humillaciones de sus compañeros de clase (viernes 25, a las 20.15, y lunes 28, a las 22.30).
Pocas películas de terror de la historia reciente inauguraron un fervor tan constante y entusiasta entre sus fans como Diabólico (The Evil Dead, 1981), de Sam Raimi, un director experto en provocar genuinos sustos y a la vez lo suficientemente hábil como para “suavizar” esos momentos de espeluznante tensión con toques inspirados de comedia desaforada. Esta película inaugura una larga serie protagonizada por un personaje genial, Ash Williams, personificado por Bruce Campbell, a partir de su primer contacto con el Libro de los Muertos (domingo 27, a las 22.30)
Otra historia de terror ochentoso que despertó un entusiasmo inusual, además de unas cuantas derivaciones, fue Poltergeist (1982), de Tobe Hooper, con guion y producción de Steven Spielberg. La película dejó una huella indeleble, sobre todo porque la atmósfera de terror que no dejaba allí de crecer tenía como marco una historia familiar y la presencia de personajes infantiles en primer plano. Con el tiempo se alimentó alrededor de la película una supuesta leyenda marcada por sucesivas tragedias que afectaron a distintos miembros del equipo artístico (lunes 28, a las 19.45).
El cierre en términos cronológicos de este ciclo es a la vez una gran inauguración: en Pesadilla en lo profundo de la noche (Nightmare on Elm Street, 1984), de Wes Craven, se puso en marcha la historia de Freddy Krueger, uno de los personajes más siniestros y horripilantes surgidos de la pantalla en las últimas décadas. “La gente cree que ya que hago películas de terror nunca me asusto, pero es exactamente lo opuesto. Yo sé qué es lo que asusta a la gente porque soy muy asustadizo”, llegó a confesar el realizador (sábado 26, a las 22.30, y miércoles 30, a las 20.15).
El reencuentro del público argentino con viejos conocidos del cine de terror no se agota con esta retrospectiva. En la misma fecha de Halloween, el jueves 31, se pondrá en marcha en los complejos de las cadenas Hoyts y Cinemark, por séptima vez, el ciclo Temporada siniestra, que también propone una revisión de algunos títulos muy populares del género, pero en este caso de estreno más reciente, porque se trata de producciones que se conocieron este mismo año, con entradas a precio promocional.
En la programación del ciclo, que se extenderá hasta el 6 de noviembre, aparecen Alien: Romulus, Baghead, De noche con el diablo, Exorcismo, La primera profecía, Longlegs, No hables con extraños, Tarot, Terrifier 2 y Un lugar en silencio: Día Uno. A la lista se sumará también Terrifier 3, uno de los estrenos de la próxima semana y a la vez la película de moda entre los fans del género, sobre todo aquellos seguidores de las variantes más extremas y espeluznantes. Fue tanto el interés que despertó esta producción que el fin de semana de su estreno en los Estados Unidos vendió allí más entradas que Guasón 2.
Completan la oferta de Temporada siniestra 2024 la extraordinaria película animada Coraline, de Henry Selick (que en las últimas semanas tuvo una gran repercusión al volver a los cines en coincidencia con el 15° aniversario de su estreno); la exitosa producción argentina Cuando acecha la maldad, de Demian Rugna, y La sustancia, de Coralie Fargeat, protagonizada por Demi Moore, el más sorprendente lanzamiento que tuvo el género en los últimos tiempos, que se mantiene en cartel en las salas de nuestro país con más de 200 mil entradas vendidas hasta las primeras horas del viernes 24. La sustancia llegará ese mismo jueves 31 al streaming a través de la plataforma Mubi, pero todo indica que seguirá igualmente un tiempo más en los cines.