Como en cada elección presidencial, se espera que miles de uruguayos y uruguayas que viven en la Argentina viajen este fin de semana a Montevideo para participar de la votación del próximo domingo, dado que la ley de su país de origen no les permite votar en el consulado. En las elecciones de 2019 viajaron a Uruguay -el fenómeno se conoce como “voto Buquebus”, ya que es el medio de transporte más utilizado para cruzar al país vecino- cerca de 20.000 personas. Sin embargo, la delicada situación económica nacional podría ser un impedimento para la participación de estos votantes en los comicios de este año.
Lucía Izziñón, militante del Frente Amplio (FA) en Buenos Aires, contó al periódico uruguayo La Diaria que los 40 comités de base que hay en CABA están dialogando con las autoridades del FA en Montevideo con el objetivo de financiar parte de los pasajes.
Y es que en la Argentina, aseguró Izziñón, los militantes uruguayos de izquierda son “en su mayoría” gente de avanzada edad, con poco poder adquisitivo.
Para alentar la participación, Buquebus les ha ofrecido a los diferentes partidos políticos acuerdos para lograr pasajes con un 50% de descuento. “Acá la inmensa mayoría son cuentapropistas, gente que no se pudo jubilar. Un pasaje a mitad de precio son alrededor de 50.000 o 60.000 pesos argentinos, para nosotros es demasiado. 250.000 argentinos es la jubilación”, observó Izziñón.
Actualmente, el FA tiene militando en Buenos Aires a unas 4.000 personas. Pablo Oribe, militante frenteamplista de ambas orillas del Plata, advirtió -también en diálogo con La Diaria– que “no es tan significativo como suele pensarse” el número de uruguayos del FA que se encuentran en condiciones de viajar a Uruguay. Además, la cantidad de habilitados “ha ido bajando elección tras elección: muchos son quitados de padrón, porque no pueden ir a votar” y “la crisis económica en Argentina también dificulta mucho”, analizó Oribe.
“El voto Buquebus no será de la magnitud que suele pensarse”, adelantó el militante. En la actualidad, reconoció, “siguen viviendo muchos uruguayos” en la Argentina pero “hay muchos que no son votantes del Frente”, ya que muchos de los uruguayos que emigraron a Argentina en los últimos años lo hicieron en “migraciones económicas”, y esas personas “no tienen el perfil” de votante del FA. “La que tiene más conciencia de voto es la migración política, y esa migración está cada vez más vieja”, explicó.
Argentina no es el único país que se está organizando para el traslado de votantes. El Comité de Base Luciano Da Silva, en la ciudad sueca de Gotemburgo, está recaudando fondos desde hace varios meses para costear los viajes de los uruguayos que viven en Florianópolis, Brasil, hacia Uruguay.
No es la primera vez que este grupo de uruguayos en Suecia genera este tipo de campañas. Para la elección de 2019 financiaron ómnibus desde Asunción, en Paraguay, y desde Buenos Aires. También costearon el viaje de uruguayos en esas ciudades para votar en el referéndum contra la ley de urgente consideración.
Elecciones en Uruguay
En un escenario de polarización entre el Frente Amplio y el oficialista Partido Nacional, el próximo domingo alrededor de 2,7 millones de uruguayos volverán a las urnas para elegir al nuevo presidente que sucederá al derechista Luis Lacalle Pou.
Durante la jornada se medirán 11 fuerzas políticas entre las cuales se definirá lo siguiente: quién gobernará al país vecino durante los próximos cinco años y cómo se conformará el Congreso.
Para ganar en primera vuelta, uno de los candidatos deberá obtener más del 50 por ciento de los votos de un electorado que, según las últimas encuestas, se inclinaría por la fórmula frenteamplista de Yamandú Orsi y su compañera de fórmula Carolina Cosse, por sobre la del oficialismo de derecha integrada por Álvaro Delgado y Shirley Valeria Ripoll.
En caso de que ninguno obtenga la mitad más uno de los votos necesarios para alzarse con la Presidencia, las dos primeras fuerzas definirán en un balotaje previsto para el 24 de noviembre próximo.
El tercero en discordia es Andrés Ojeda, quien junto con Robert Silva encabezan la propuesta del Partido Colorado. A pesar de que nunca llegó a estar entre los primeros lugares en los sondeos, sus propuestas de mano dura y achicamiento del Estado le imprimieron un crecimiento notable en los últimos meses.