Escuchar las acrobacias de Charlie Parker con el saxo, en un nuevo álbum de grabaciones raras es como ver a Simone Biles estirarse durante el calentamiento.
Un nuevo disco titulado Bird in Kansas City, que captura la gracia y grandeza de Parker en entornos informales, se publica este fin de semana. En 13 cortes grabados en su ciudad natal de 1941 a 1951, el pionero del bebop está en su mayoría informal y relajado, pero aún así es olímpico. El material, gran parte de él nunca escuchado antes, incluye dos conjuntos de grabaciones privadas con músicos locales hechas durante las pausas en sus viajes y concluye con dos canciones inéditas con la banda de Jay McShann.
Parker hace solos de principio a fin en cada una de esas grabaciones, y está en excelente forma, con ideas fluyendo a través del tipo de improbables improvisaciones que ponían a prueba los límites de su instrumento y el jazz. Hay algo de crujido y zumbido en las grabaciones, y su sección rítmica puede ser difícil de escuchar, pero el saxo alto de Bird se escucha alto y claro.
Charlie Parker experimenta con adornos energéticos y frases largas y elaboradas que nunca se repiten. No siempre aterriza bien, pero lo suyo era virtuosismo a alta velocidad, y su invención melódica todavía asombra.
El estado de ánimo juguetón de Parker hace que las interpretaciones sean especialmente atractivas. A menudo inserta ejercicios de escalas o citas de otras melodías. En “Body and Soul (Phil Baxter Version)”, toca la misma nota 17 veces seguidas, y deja a todos riendo. Esa interpretación es una de las siete capturadas a través de una grabadora de cable portátil en 1951, durante una sesión de improvisación nocturna en casa de un amigo, con acompañantes desconocidos en el bajo y la batería.
También se incluyen cuatro cortes de una sesión de estudio organizada por un amigo en 1944, cuando Parker estaba con la banda de Billy Eckstine. Bird está acompañado por el baterista Edward “Little Phil” Phillips y el guitarrista Efferge Ware, y su interpretación es especialmente fluida e incluso apacible. Hace que el antiguo estándar “Cherokee” suene nuevo en la versión Vic Damone del álbum, se sumerge en el jazz de club en “I’ve Found a New Baby”, y ofrece una interpretación especialmente romántica de “My Heart Tells Me”.
Los cortes con McShann de 1941 parecen añadidos al final. Esas actuaciones no han envejecido bien, y la banda suena distante, aunque el solo de Parker en “I’m Getting Sentimental Over You” merece una cuidadosa escucha. Es posible que un tribunal de crítica musical no califique a Bird in Kansas City con una puntuación perfecta de 10, pero sigue siendo una valiosa adición al monumental catálogo de Charlie Parker.
Fuente: AP