Un capitán rejuvenecido, un DT con una base más amplia de jugadores y una selección casi sin rivales

0
7

Las eliminatorias ya no son medida para esta Argentina gigante que desconoce el término “conformismo”. A falta de nueve partidos, la selección tiene un pie y medio en el Mundial de 2026 y cuando termine su 2024, frente a Perú en la próxima fecha FIFA, puede quedar al borde de la clasificación. En 2022 obtuvo el boleto a cinco jornadas del final. Da la impresión de que esta vez andará cerca en cuanto a anticipación.

Los resultados indicarán si Argentina completa la faena en la ventana mundialista de noviembre o si deberá aguardar hasta marzo para empezar a soñar con el bi. Lo cierto es que las eliminatorias quedaron muy chicas para este grupo de jugadores que alcanzaron todos juntos su pico de excelencia. Con Messi, con Lautaro, con Julián. Con Nico Paz. Con los chicos, con los grandes, con todos. Pasado, presente y futuro de la mejor selección argentina de todos los tiempos.

Todo bien: el seleccionado entero celebra uno de los tres tantos de Lionel Messi en el 6-0 a Bolivia; el buen momento permite que tengan protagonismo futbolistas de incipiente trayectoria en el equipo nacional.

Un Mundial, dos Copa América, una Finalissima. Nada es suficiente para esta selección que no pierde el entusiasmo. Todos corren, todos juegan, todos meten. Messi es el abanderado de un equipo que siempre va por más y eleva su propia vara. Donde todos son importantes. Donde todos dan la talla. Donde todos se sienten titulares. Almada, titular en Maturín, ingresó a los 65 y facturó a los 69. Al pibe Paz, de 20 años, sólo le faltó el gol. Otamendi, suplente en la Copa América, fue el segundo en cuanto a aplausos. Y Lisandro Martínez, que entró en el final, también recibió una ovación.

Para Scaloni, está claro, no hay números puestos ni en la lista del Mundial ni en el 11 titular. Lo demostró en la previa de Qatar: Enzo Fernández, con un puñado de partidos en la mayor, desplazó del equipo al histórico paredes. Caso similar al de Mac Allister, otra apuesta del DT. Cada lista, cada convocatoria, será entonces una final. Messi, se sabe, jugará hasta cuando él mismo lo desee. Entero físicamente, su magia continúa intacta y el equipo brilla al compás de su zurda (y de su diestra). “No hice una buena pretemporada, quizá me cuidé demasiado y con el club hicimos una gira muy amplia. Espero terminar bien el año y prepararme mejor”, dijo Leo tras su rutilante actuación. Dejando en claro que la selección lo divierte, que jugar ante la gente y recibir afecto lo hace sentir muy bien, y que mientras el físico le dé, va a estar. “Me divierto haciendo bol… acá”. La pasa bien en la cancha y fuera de ella. Sale renovado de cada paso por la selección.

Compacto de Argentina 6 vs. Bolivia 0

Hay más a la hora de enumerar detalles de este seleccionado: este martes nadie se acordó de Dibu Martínez, el otro ídolo popular, porque a la Argentina prácticamente no le patearon al arco. La lista de 26 será injusta para muchos, porque varios merecen estar. La base es grande.

Será tarea de la AFA, también, organizar un calendario de amistosos acorde con la jerarquía de un equipo que lleva un año y medio como líder absoluto del ranking FIFA y que, a excepción de unas pocas selecciones, ya no tiene rival en el ámbito sudamericano. Bolivia, que llegaba con tres victorias consecutivas en las eliminatorias (no lo lograba desde 1993, en la previa del Mundial de Estados Unidos) y cosechando elogios, se llevó una derrota dolorosa que lo dejó en zona de repechaje, dando una imagen desdibujada. La Argentina, que juega cada vez mejor, sumó su séptimo triunfo en diez partidos y es además la selección con más goles en la competencia y la tercera valla menos vencida, con apenas cinco tantos (Ecuador y Paraguay recibieron cuatro).

Scaloni fue claro en cada una de sus apariciones públicas: el mero hecho de defender la celeste y blanca es motivo suficiente para no perder la motivación. Con pocos partidos en el horizonte y sin ninguna otra competencia oficial hasta el inicio del Mundial, habrá que seguir elevando la vara. Los próximos partidos para la selección serán ante Paraguay, en Asunción, y Perú, en el Monumental, donde la Argentina cayó sólo dos veces en la historia de las eliminatorias. De producirse una combinación de resultados, podría asegurar el pasaje en caso de obtener dos triunfos o, incluso, una victoria y un empate. Será cuestión de esperar. Y disfrutar de esta era brillante en la que el entrenador no tiene solamente a los campeones, sino que cada vez amplía más la base. Hay material para seguir soñando.