Los investigadores muestran que la vegetación se aceleró un 30% en los últimos años, de 2016 a 2021, en comparación con registros existentes desde 1986. “Este cambio no solo es rápido sino extenso. Podríamos estar viendo los primeros signos de una alteración significativa en uno de los últimos rincones vírgenes del planeta”, explicó Roland.
“Lo que antes eran extensiones blancas y azules de hielo y nieve, ahora muestran manchas de verde que aumentan cada año”, dijo el doctor Olly Bartlett de la Universidad de Hertfordshire, y agregó que su estudio “confirma que el paisaje y la ecología de una de las últimas regiones salvajes más icónicas que quedan en el planeta, la península antártica, está cambiando rápidamente“.
Cambios ecológicos y los impactos ambientales
La problemática no ronda solamente en el avance de la vegetación sobre el paisaje, sino por las consecuencias que este crecimiento produce. Este cambio resulta llamativo al referirnos a uno de los lugares más extremos de la Tierra, con temperaturas frías excesivas y poca luz solar debido a sus extensos periodos de oscuridad en invierno.
Las repercusiones ecológicas que produce son principalmente en la formación de nuevas colonizaciones de plantas y especies invasoras, lo que podría dañar, alterar y modificar el ecosistema de la región. “Presenta una oportunidad significativa para que especies de plantas no nativas, incluso invasoras, colonicen la península antártica”, destacó Roland.
Los investigadores del informe sostienen que “estas son malas noticias para la biodiversidad en el continente: nuestro estudio confirma que el futuro ambiental de la Antártida está en gran riesgo“.