Residente: la madurez del artista rebelde

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Residente camina de un lado para otro en la cocina de su casa en Los Ángeles. Un par de horas antes, su colaboración con el argentino Bizarrap, un rap de más de ocho minutos, convulsionó a toda la industria en español. “El negocio no puede estar por encima del arte”, dice hablando entre dientes antes de tomar un sorbo de whiskey. Recuerda, además, cómo J Balvin se burló de él desde la primera vez que lo conoció, mientras varias de las más grandes súper estrellas lo llaman expresando su apoyo. Quizás ni siquiera él mismo esperaba que esta canción llegara, en menos de 24 horas, al tope de las listas, luego de que la confrontación con el colombiano alcanzara el nivel más alto en un enfrentamiento entre artistas: una canción. La ansiedad es evidente en su voz. Desde ‘René’, ninguna de sus canciones se masificaba en tal medida. La opinión se polariza. Muchos lo apoyan, otros tantos lo critican.  El teléfono no deja de sonar.

Mientras que otros artistas se muestran indestructibles, en contraste con la actitud pendenciera de esta canción, René se muestra vulnerable; inseguro. No tiene la actitud de un rapero egocéntrico y, por el contrario, se cuestiona. Reflexiona con cada comentario y conclusión, exteriorizando lo más honesto de su personalidad. Mientras hablamos, le cuesta concentrarse en la conversación, aunque es lúcido y elocuente cuando decide argumentar su confrontación. “Es un tipo que está metido en esto por el negocio, y como el 90 % de las personas que están en esto solo por dinero, nadie les cree nada”. Luego de ver las primeras impresiones en caliente, pareciera que en ocasiones a la crítica e incluso, a la audiencia, se les olvida que su género es el rap y, como dirían los Alcolyrikoz, ¿qué sentido tiene el rap si nadie se ofende?

Fotografías por GREG SWALES. Digital Tech: Amanda Yanez. Asistentes: Sandy Rivera, Kendall Connor Pack. Estudio: PMC StudiosProducción de proyecto: John Ortiz Bonilla.

Es probable que J Balvin no haya previsto las consecuencias de sus actos, asumiendo un gran riesgo al momento de criticar la naturaleza de los Grammy de Residente y de otros artistas urbanos, entrando, además, en confrontación con uno de los grandes letristas de nuestra era. “A él todos lo tratan como si fuera un niño de tres años, estamos hablando de un adulto, hombre, que estuvo burlándose de mí durante cuatro meses, y si te burlas de un artista que escribe, cabrón, te va a tirar”, agrega Residente antes de recibir una llamada donde le informan que la canción puede llegar a ser las más vista en 24 horas en la historia de la música latina en YouTube.

“Águila no caza moscas”, sentenció Rubén Blades unos días después de la polémica.

La inconformidad de Residente puede ir un poco más allá; por más de una década el sonido urbano en su forma más insulsa dictó las reglas del juego en la industria de la música en español y, además, puso a sus embajadores en el trono de poder que definió las tendencias en las plataformas y la radio.

Residente distribuye el tiempo entre los días que comparte con su hijo y las horas en el estudio que tiene en el patio de su casa, donde se graba a sí mismo y revisa los tracks de su nuevo álbum. Aunque por más de cinco años lanzó una decena de sencillos, su nuevo trabajo conceptual verá la luz este año, luego de una serie de acontecimientos que lo llevaron a replantearse varios asuntos de su carrera. Actualmente se encuentra escribiendo una película y se ha refugiado en lo más profundo de su creatividad.

A finales de enero, sostuvimos una llamada para conocer y entender la proyección de su nuevo trabajo, y luego de más de un año aplazando nuestro encuentro, estamos en su estudio. Es un viernes frío, pero soleado en el valle de Los Ángeles. “La hice pensando en él”, afirma cuando pone una canción de R&B en la que colabora con otra súper estrella.

Residente recuerda entre líneas lo difíciles que han sido los últimos cuatro años; superó un momento en el que su salud mental estuvo en riesgo, luego enfrentó un divorcio con la madre de su hijo y, posteriormente, tuvo que asumir el impacto en su carrera por parte de la pandemia que lo alejó de los escenarios. Sin embargo, esto lo llevó a tener el tiempo para encontrarse consigo mismo y con la escritura.

Y si hay algo que continúa dando vueltas en su cabeza es la responsabilidad que tienen los músicos que también hacen arte como espejo de una sociedad, y el deber de manifestarse ante las circunstancias que nos afectan como tal. “¿A cuántos cantautores los persiguieron con o sin razón? Para mí es importante plasmar eso, que Latinoamérica tiene artistas que tuvieron el valor de mantenerse con su arte, ahí firmes, aunque les costara la vida”, afirma.

This is Not America representa la faceta más contestaría de René. Es un himno que reclama el derecho de todos los territorios latinoamericanos a ser reconocidos como americanos. Pero más allá de eso, retrata lo que pueblos y naciones han enfrentado por más de 200 años para ser reconocidos como autónomos e independientes, después de la colonización y de la supremacía de los Estados Unidos.

Fotografías por GREG SWALES. Digital Tech: Amanda Yanez. Asistentes: Sandy Rivera, Kendall Connor Pack. Estudio: PMC StudiosProducción de proyecto: John Ortiz Bonilla.

“A estos canallas se les olvidó que el calendario que usan se lo inventaron los Mayas”, dice una de las frases de la canción que, sin eufemismos, explica las problemáticas sociales y varios de los acontecimientos más graves de la región en el último siglo, mientras los estadounidenses siguen apoderados del gentilicio americano.

En una industria hispana que en los dos últimos años se ha estado reinventando con propuestas arriesgadas y folclóricas, y en donde la mediocridad de algunos artistas mainstream, por fin, ha empezado a castigarse, Residente continúa asumiendo su carrera con rebeldía, anteponiendo el arte por encima del negocio. Canciones de ocho minutos con cientos de frases y decenas de punch lines, expresan una posición clara frente a las ligerezas del mercado actual. Obstinado con la calidad, profundiza en sus liricas y articula sus rimas de forma matemática, creando canciones que hacen historia. Con Canserbero habitando otras constelaciones, mientras que cientos de voces en el rap continúan en el anonimato, Residente reclama, con ímpetu y genialidad, su trono como el MC más importante en la historia de la música en el español; y no solo es resultado de la contundencia de sus versos, sino también por ser la voz de una generación de jóvenes que ha encontrado en su música y en su activismo, el apoyo y la inspiración necesarios para manifestarse por sus derechos.