El presidente Javier Milei utilizó una insólita alegoría para explicar los datos que reveló el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en los que se puede observar un alarmante crecimiento de la pobreza en el primer trimestre de 2024, alcanzando un 52,7% de la población.
A través de su cuenta de X, el mandatario destacó la “excelente alegoría” y compartió el post de un usuario que publicó: “El edificio con humedad: Alegoría de la economía argentina y el drama de la progresión de la pobreza”.
“Había una vez un edificio antiguo cuyos cimientos se habían ido deteriorando a través del tiempo por una creciente humedad, la cual se evitaba solucionar para evitar los costos de su reparación y, por el contrario, se iba disimulando burdamente, cubriéndola con revestimientos de Durlock, posters de mal gusto y demás aditamentos baratos que cada vez duraban menos -aunque tenían muy buen marketing- y que, más pronto que tarde, dañaban aún más las deterioradas instalaciones”, narró el economista David Mermelstein.
En la misma línea, continuó: “Luego de un diagnóstico profundo de las averías que se fueron multiplicando por décadas, éstos se pusieron manos a la obra para quitar todos los parches y revestimientos, dejando dolorosamente expuestas las grietas en cada área del edificio y así poder encarar los arreglos”.
“Con motivo de estos trabajos, aún más espacios quedaron transitoriamente inhabitables, pasando al 52% en promedio durante la primera mitad de 2024. El drama que se había gestado por décadas, era más doloroso que nunca”, ejemplificó el economista en un claro paralelismo con el índice de pobreza del primer trimestre de 2024 que alcanzó a casi 3,5 millones de argentinos.
Asimismo, y en consonancia con la argumentación libertaria, explicó: “Pero claro, quienes reflexionaban sobre el asunto, entendían que nunca se hubiese llegado al 52% si las cosas se hubiesen atendido antes de llegar al 40% y antes del 30%, del 20% y así sucesivamente”.
“El aliciente para todos quienes necesitan de aquellas es saber que al fin se decidió virar el continuo rumbo hacia el desmoronamiento que se traía y que, al menos, se intenta encontrar otro camino que haga posible pensar en un edificio con cimientos saneados, que no solamente no se derrumbe y vuelva a albergar a todos sus habitantes lo más pronto posible, sino que también sea capaz de soportar la construcción de nuevos pisos para los que vendrán”, concluyó.