La relación de Javier Milei con el periodismo crítico es tortuosa. El Presidente demoniza a la prensa que no le responde y la considera compuesta de “llorones” que sólo asumen una posición crítica o porque reciben dinero a cambio de ello -“ensobrados”, los llama- o porque buscan un pago para no hacerlo.
“Lloran porque perdieron el poder de mentir, calumniar, injurirar, disfamar y hasta extorsionar sin costo”, ha dicho el Presidente.
En esa línea, Milei empodera a las redes sociales como contrapeso del periodismo profesional. Así se suceden muchos ataques validados por la Casa Rosada a través de usuarios de X contra trabajadores de prensa.
Las permanente agresiones de Milei a los periodistas fue motivo de una reunión en la comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados.
Allí, por ejemplo, expuso su caso María O’Donnell, uno de los blancos preferidos del odio libertario. “Como vienen refiriendo, es un clima muy hostil el que estamos viviendo para nuestro trabajo, sobre todo en redes, con el propio presidente involucrándose en ciertos ataques que él suele justificar alegando que tiene la libertad de expresarse, revirtiendo ‘mentiras’ de los periodistas”, expresó la conductora de Urbana Play.
Por su parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) emitió la semana pasada un duro documento en el que advirtió que la “propensión del presidente de la Nación al agravio a periodistas y medios de comunicación perturba el debate democrático”.
Adepa señaló el ataque a los periodistas en las redes por parte de un “ejercito de troles” motorizados por los “denuestos presidenciales”.
¿Cuál es la recepción de la opinión pública de los ataques presidenciales a la prensa no adicta? En principio, muy mala.
De acuerdo a la última encuesta de la Universidad de San Andrés, el 70% de los consultados considera mal o muy mal la “reacción” del Gobierno antes las críticas de los periodistas y sólo un 16% lo estima bien o muy bien.
En el desagregado, es mayoritaria la posición más contundente: el 40% de los encuestados cree que está muy mal que Milei tenga esa actitud contra la prensa que no se le somete. Del otro lado, un marginal 5% cree que está muy bien que el Presidente reaccione de esa forma.
Incluso entre los votantes de Milei, la posición contraria a la del Presidente alcanza el 50%, mientras que quienes se ubican en la misma línea acumulan el 36%.
El rechazo a la actitud presidencial hacia la prensa crece con la edad. Entre los menores de 27 años ese posicionamiento es del 47% (quienes coinciden con Milei son apenas el 17% y el 23%, indecisos), se dispara hasta el 63% en la franja etaria de 28-43 años; al 71% en la de 44-59; y al 82% en la de mayor edad.
La aversión a la reacción de Milei frente a las críticas de los periodistas se produce en un contexto en el que, siempre según la encuesta de la UdeSA, creció el nivel de información de los entrevistados. En septiembre se cortó la tendencia negativa que venía desde febrero y tras un rebote de 5 puntos el 72% se consideró muy o algo informado.
La encuesta de la UdeSA abarcó 1.014 casos efectivos recolectados a nivel nacional de forma online entre el 13 y el 20/09.