Entre el 8 y el 21 de septiembre de 1976, diez estudiantes adolescentes de La Plata fueron secuestrados por la dictadura militar. Cuatro de ellos eran menores de edad, y seis permanecen desaparecidos. Por las mismas calles y esquinas en las que reclamaron por el boleto estudiantil, a 48 años de la represión ilegal, hoy se movilizará una nueva generación de militantes y activistas de escuelas secundarias para homenajear a las víctimas de la “Noche de los Lápices”, para sostener el reclamo de “Memoria, Verdad y Justicia”.
La marcha central fue organizada a las 14 por la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). El recorrido comenzará en la Plaza Olazábal de 7 y 37, en el corazón de la capital provincial, para concluir en el Edificio de Obras Públicas. También habrá una movilización desde las 14.30 en el centro porteño, a la altura de Avenida de Mayo y Saénz Peña, en la que marcharán cientos de alumnos de los centros de estudiantes más activos de la Ciudad de Buenos Aires.
La convocatoria es impulsada tanto por la UES platense y la Red Nacional de Centros de Estudiantes (RENACE), un agrupamiento que hace cuatro años nucleó a más de 400 de organizaciones estudiantiles en todo el país. Se fundó en 2020, durante la pandemia, y avanzó en una construcción federal del movimiento estudiantil que se propone recuperar el legado de los militantes de la “Noche de los Lápices”.
Las actividades callejeras de homenaje, que también se desarrollarán en Rosario, Trelew y Córdoba y durante toda la semana en otros puntos del país, tendrán este año un condimento político y confrontativo. Es que el gobierno de Javier Milei propone un revisionismo que rechaza las políticas de derechos humanos reparatorias de las víctimas de la dictadura militar de los gobiernos anteriores.
“Todos los 16 de septiembre para nosotros como centros de estudiantes secundarios son de suma importancia. Reivindicar a los pibes de nuestra edad, de 16 a 18 años, que los torturaron, desaparecieron y arrebataron la vida por querer cambiar su realidad. Este año particularmente tiene más sentido que nunca recurrir a la memoria, teniendo un gobierno que no parece defender las mismas banderas de DDHH que nosotros, un Presidente que dice que son “excesos” o diputados que visitan genocidas”, señaló a Infobae la presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”, Violeta Presta.
Francisco Bargas, secretario General de la Federación de la Provincia de Buenos Aires, señaló que “Milei y (Victoria) Villarruel tienen a los genocidas y a los grandes grupos económicos cómplices de la dictadura como aliados de su gobierno”, y advirtió que “son los mismos sectores de poder que combatían los pibes y pibas de la Noche de los Lápices”.
Según el activista estudiantil de La Cámpora, los centros de estudiantes son críticos de algunas de las medidas que impulsa el gobierno de Milei. En Rosario, de hecho, se impulsa la consigna “Ni motosierra ni represión, más presupuesto para la educación”, desde la Federación Secundaries Rosario (Feser).
“Hoy su gestión revalida el mismo desprecio por la lucha juvenil al aumentar el boleto de transporte, congelar las Becas Progresar y desmantelar el Conectar Igualdad, sumado a que los útiles y materiales de estudio están cada vez más caros. No hay política por parte del gobierno que contribuya al progreso de los jóvenes”, apuntó Bargas.
Cada 16 de septiembre, se recuerdan los trágicos hechos de la “Noche de los Lápices”. Del operativo represivo a cargo de las fuerzas de seguridad no sobrevivieron Francisco López Muntaner y María Claudia Falcone, ambos de 16 años, Claudio de Acha y Horacio Ángel Ungaro, de 17 años, Daniel Alberto Racero y María Clara Ciocchini, de 18. Pablo Díaz (19 años), Patricia Miranda (17 años), Gustavo Calotti (18 años) y Emilce Moler (17 años) sobrevivieron.
Un año antes, en 1975, estos jóvenes a través de la UES había reclamado ante el Ministerio de Obras Públicas, el otorgamiento del boleto de autobús con descuento estudiantil. De acuerdo al testimonio de los sobrevivientes, este reclamo ha sido la causa directa de los secuestros; mientras que otros lo atribuyeron a la mera militancia. Los aprietes y la persecución había arrancado con el grupo paramilitar de la Triple A y las bandas de la derecha peronista de la Concentración Nacional Universitaria (CNU), que se gestaron durante el gobierno de Isabel Perón.
Los actos conmemorativos arrancaron este lunes temprano. El gobierno bonaerense de Axel Kicillof llevó a cabo el tradicional acto oficial en el conocido “ex Pozo de Banfield”, ubicado en Siciliano y Vernet, en la localidad de Villa Centenario, de Lomas de Zamora. Allí estuvieron secuestrados los jóvenes estudiantes de la “Noche de los Lápices”, y funcionó un centro clandestino de detención entre noviembre de 1974 y octubre de 1978. Hoy, el sitio es un Espacio de Memoria y Promoción de los DDHH.
“Estamos en una fecha muy significativa para todos, sobre todo en este presente donde el gobierno nacional intenta instalar nuevamente la teoría de los demonios o el negacionismo, y quiere convencer que los chicos de la noche de los lápices son lo mismo que (los represores, Emilio Eduardo) Massera o (Alfredo) Astiz”, señaló el subsecretario de Derechos Humanos, Matías Moreno.
En el evento se reconoció la labor de docentes del Plan Fines que dictan clases en el lugar, y se entregaron legajos reparados por el Archivo Provincial de la Memoria a familiares de víctimas y sobrevivientes de la última dictadura cívico militar detenidos en ese ex centro clandestino.
Violeta Presta forma parte de una escuela secundaria que pertenece a la UBA y fue blanco de la represión ilegal. En esa institución, sufrieron la desaparición y muerte unos 36 estudiantes. En el Colegio Nacional de Buenos Aires, las víctimas fueron 108 alumnos. Pero en todo el territorio nacional hubo persecución, por eso las jornadas de recuerdo se realizan en todo el país.
“Nuestra consigna es “Cárcel común a los genocidas, escuelas dignas para lxs pibxs”. Partimos de los DDHH con la intención de construir un país mejor para nuestra generación”, concluyó Presta.