El presidente Javier Milei presentó el proyecto de Presupuesto 2025 en el Congreso y reafirmó la voluntad política de su gobierno de mantener a rajatabla el equilibrio fiscal. Por su parte, la oposición decidió dejar el recinto semi vacío y escuchó en silencio el discurso presidencial.
Al término de la presentación, tanto los sectores dialoguistas como la oposición más dura coincidió en que Milei hizo un simple discurso de campaña con muy pocos detalles sobre sus planes económicos.
“El discurso fue muy malo. No habló del tipo de cambio, de la inflación, del resultado financiero, de los fondos de la SIDE, de la balanza comercial y encima le pidió a las provincias que ajusten USD 60 mil millones”, aseguró el jefe de la bancada peronista Germán Martínez.
El cruce entre Martínez y el Presidente fue uno de los pocos momentos fuera de guión. Milei leyó todo el tiempo su discurso -en un tono por momentos monótono- pero se permitió una ironía al señalar que los diputados de Unión por la Patria “suman con dificultades”. Con sonrisa también irónica, Martínez le gritó que “deje de leer”. “Que yo lea o no, vos seguís sumando con dificultad”, contestó Milei y el entredicho quedó superado por los cánticos de los palcos (“la casta tiene miedo”).
Entre los sectores dialoguistas, como la Coalición Cívica, Encuentro Federal y el radicalismo, también reconocieron que el Presidente “no dijo nada” y “perdió una oportunidad histórica”. Durante el discurso, la mayoría escuchó sin demasiado entusiasmo y solo se sumó a los aplausos en contadas oportunidades, por ejemplo, cuando Milei destacó la aprobación de la Boleta Única de Papel, que esta semana volvió a Diputados en segunda revisión.
“El Presidente no dijo nada distinto a lo que viene diciendo. Sólo buscó seguir polarizando en una puesta en escena similar a la de tiempos del kirchnerismo”, reflexionó Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica.
Por su parte, dirigentes del PRO también reconocieron que se mantenían expectantes para conocer la letra chica del Presupuesto. “Hay que ver cómo piensan hacer algunas de las cosas que dijo”, dijeron a Infobae.
“Milei perdió diez puntos de encendido desde que arrancó a hablar, fue muy flojo”, se divertía un diputado del peronismo mientras los presentes se desconcentraban por los pasillos de la Cámara de Diputados.
Los libertarios colmaron los balcones desde temprano. El recinto cerraba sus puertas a las 20.20 pero la “hinchada” que ocupó la segunda y tercera bandeja del recinto llegó mucho antes. Dos horas antes, a las 19, ya había militantes e invitados ubicándose en las bandejas a la espera del presidente Javier Milei.
Aunque no fue organizado, en los palcos del primer piso se juntaron los militantes que tienen canales de streaming libertarios o una cantidad significativa de seguidores en redes sociales. Son las “figuras” del mundo de LLA. En el segundo piso, buena parte de la hinchada más juvenil y en el tercero los más adultos.
Un grupo que copó la escena estaba compuesto militantes de Rosario que responden a la conducción de la diputada Romina Díaz, muy cercana a Karina Milei. Fue tanto lo que insistieron con cantar a favor de la diputada que en un momento la libertaria empezó a hacer señas para que dejen de gritar. “Y ya lo ve, y ya lo ve, en Santa Fe, Romina Diez”, fue coreado en varias oportunidades.
Fueron pocos los momentos en los que la hinchada libertaria se enfervorizó. Aplaudieron 33 veces pero lo hacían más fuerte cuando querían acallar al bloque de Unión por la Patria o festejar el destrato de Milei a ese bloque. Recién al final, cuando el Presidente se despidió con un “viva la libertad, carajo”, como si hubiese sido ensayado, se escuchó un fuerte grito desde las tribunas.
Una tapa preparada
Milei explicó poco en números lo que será el presupuesto 2025. Pero en un momento hizo referencia a la importancia que le asigna al déficit fiscal, señalando que estaría asegurado en un modelo por el cual si baja la recaudación se ajustará el gasto en el mismo porcentaje.
Aunque el Presidente lo presentó como algo novedoso y único, los más memoriosos se acordaron de Domingo Cavallo y el presupuesto del 2001. Uno de esos memoriosos fue el jefe del bloque de UxP, Germán Martínez, quien tenía entre sus papeles la tapa del diario Clarín del lunes 30 de julio de 2001 cuyo título decía “El déficit cero ya es ley: el Senado lo votó sin ningún cambio”.
Esa ley significaba que el Estado debía gastar lo que recaudaba y lo acompañaba con una poda de los sueldos y las jubilaciones en un 13%, subían las naftas, se extendía el impuesto al cheque a las cajas de ahorro y se modificaba Ganancias. Martínez tenía la tapa de Clarín impresa a color para mostrarle al Presidente, pero finalmente decidió no hacerlo.
