
La semana que pasó fue importante para entender cómo es la dinámica política que se espera en el Gobierno para los próximos meses. Y es que tanto Javier Milei como su hermana Karina dieron gestos hacia los altos funcionarios y las bases de que no hay margen como para que las internas corran el eje del principal objetivo que tiene la Casa Rosada: aprovechar la ventana de oportunidad para aprobar la mayor cantidad de reformas posibles.
En el Gobierno saben que tienen viento a favor para impulsar asuntos espinosos en el debate público. Mostrando siempre que pueden el buen resultado de las elecciones de octubre, la Casa Rosada alega que tiene el aval de la sociedad para poder impulsar las reformas de segunda generación que Milei planifica de manera progresiva: la laboral y la tributaria en primer término, y después de 2027, con una eventual reelección, una previsional.
¿Cabe la posibilidad de que si el clima de mercado mejora sustancialmente esta se trate antes? El Presidente le dice a varios interlocutores que para plasmarla, primero tienen que aplicarse los efectos de la laboral. Es decir, para él es un asunto de oportunidad estructural más que de opinión pública.
Un importante interlocutor del Gobierno cree que la Casa Rosada lo podrían iniciar igual sin tener demasiados costes en la imagen de la gestión. “Si meten todo lo que tienen que meter y el clima en la calle no se desmadra, van a volver a la época en la que no les entraba una bala”, pronostica.

Las elecciones legislativas revivieron la legitimidad del mandato libertario para continuar con una senda reformista y sin la necesidad de renegar purismo. Antes de octubre y con las complicaciones financieras en la agenda diaria, se especulaba de realizar una suerte de armado coalicional. Hoy se está lejos de eso. Los operadores libertarios solo se aprestan a una relación meramente transaccional con actores de la oposición, muchos de los cuales tuvieron fuertes críticas durante la campaña contra Milei y su entorno.
“Con el sistema político desarmado y muchos gobernadores regalados, serían muy idiotas si no se ordenan internamente. La tienen muy regalada. No les ayudaría en nada matarse”, analizan en una importante provincia aliada al Gobierno.
Los hermanos Milei leyeron ese panorama. En un congreso de La Libertad Avanza en Mar del Plata, la hermana lanzó una fuerte advertencia contra las insurgencias dentro del Gobierno y del partido: “Va a haber tolerancia cero a las individualidades, insubordinaciones y caprichos”. Se trata de un aviso para las diferentes tribus y sus proyecciones de obtener más o menos caudal político para los meses que se viene.
La bajada de línea fue total. Ahora, los funcionarios se cuidan mucho más que antes para hablar de sus contrincantes internos. En la provincia de Buenos Aires se dio una sucesión de hechos que hubiera sido impensada meses atrás. El presidente partidario Sebastián Pareja dejó como jefe de bloque en la Legislatura bonaerense a Agustín Romo, principal exponente político de Las Fuerzas del Cielo, la agrupación que lidera en última instancia el asesor presidencial Santiago Caputo.

Hace varias semanas que diversos interlocutores lo habían escuchado a Romo decir que no tenía problema en fumar de la pipa de la paz. Ese mensaje no le había llegado al parejismo. Tres altas fuentes de ese entorno le ratificaron en más de una ocasión a Infobae que no le iban a dejar nada. Incluso, ese mensaje parecía tener la venia de autoridades superiores del partido. Ninguno contó con el que apoyo del mismo Javier Milei fuera a ser tan explícito: pidió por lo bajo que se respetara ese cargo y lo ratificó en público con un tuit bancándolo expresamente.
“No había chances de nada. A Romo lo banca el uno”, se resignaron integrantes del karinismo.
Quienes conocen tanto a Pareja como a Romo marcan que las últimas conversaciones entre ambos se dieron en muy buenos términos. El armador bonaerense le ratificó que lo dejaría en la Jefatura y el dirigente sanmigueleño se lo agradeció bancando al legislador parejista Ramón “Nene” Vera luego de que se lo acusara de haberse quedado dormido y no aportar el voto clave que hubiera negado el endeudamiento de 3.000 millones de dólares que finalmente aprobó Axel Kicillof.
De cualquier manera, queda esperar por delante cómo será la actitud de los demás integrantes del parejismo que están en el bloque. En particular, si acatarán las órdenes de Romo o si, por el contrario, se dejarán llevar por lo que diga el vicepresidente de la Legislatura, Juanes Osaba, mano derecha de Pareja.
Las dinámicas internas del Gobierno deben verse en los micromovimientos que se producen todas las semanas. Y así como sucedió en el caso de Romo, el Presidente dio gestos de reconocimiento a Santiago Caputo al convalidar que continúen sus alfiles en los organismos principales del Estado.
Aun así, tal y como se dijo en Infobae, todo se trata de una calma que se produce por las sesiones extraordinarias y el tratamiento de proyectos sensibilísimos para Milei. Incluso, dos integrantes de la mesa chica con los que pudo conversar este medio ratificaron días atrás que “todo sigue igual” y que es falso que existe una tregua entre amplios sectores del Gobierno.

“Nunca hubo algún problema en hacer las paces, pero no se firmó nada. En realidad, ellos se enojaron (con el armado de listas en Provincia y Nación) y pensaron que haciendo eso iban a conseguir algo”, explicó un integrante del karinismo, aunque a otras vertientes de ese sector les gusta vociferar sentencias más vengativas. En el entorno santiaguista solo se limitan a decir que nadie con intenciones de cooptar ciertas áreas del Estado avivaría los movimientos que van a hacer. Creen que “no van a ir por nada”. Más con el movimiento de organismos que hubo esta semana: se respetó que el que sacaba, ponía.
En el balance de la semana quedó que el Presidente resolvió dos asuntos de magnitudes en favor del asesor presidencial. Pese a que no le permitió expandirse en el mapa del poder del Ejecutivo, lo sigue ponderando como una pata fundamental. No es casualidad que los ministros y jefes de importantes organismos sigan acudiendo a su despacho. Su ligazón con la secretaria de Legal y Técnica, María Ibarzábal, es fundamental. Desde esa cartera se diseñan los últimos retoques de todas las iniciativas libertarias: decretos, desregulaciones específicas y las reformas que se enviarán al Congreso.
Para estas negociaciones legislativas que se vienen habrá una novedad: están bien definidos los roles de cada uno de los integrantes del Gobierno al momento de la interlocución política. Diego Santilli en el diálogo con los gobernadores, Martín Menem en Diputados y Patricia Bullrich en el Senado. Milei habló con los tres y les dijo que necesita que el Presupuesto 2026 se sancione antes de fin de año.
Bullrich es de las más auspiciosas con la rapidez de los trámites en el Congreso. Cree que la Ley de Leyes y la reforma laboral pueden sancionarse antes de fin de año. En otras partes de la mesa política no creen lo mismo: marcan que, con suerte, arañarán el Presupuesto y tener dictamen en el Senado (la cámara de origen) de la modernización en las leyes de trabajo.
Ahí es donde se perciben diferencias en cuanto a la ejecución de la estrategia política. Para la exministra de Seguridad no vale la pena convocar a la CGT a un diálogo para mitigar las maniobras que puedan hacerse desde las centrales obreras en medio de un mes sensible como diciembre. “Digas lo que les digas, negocies lo que les negocies, los sindicalistas y el Partido Justicialista no te va a votar nada. No vale la pena entablar un diálogo fino con ellos”, la escucharon decir interlocutores varios.
Hay otros integrantes de la cúpula del Gobierno que creen que puede haber diálogos subterráneos sin prescindir del corazón de las reformas. Quienes deben negociar la reforma laboral en el Congreso dieron a entender muy por lo bajo que no les gustó que hubiera más de un importante integrante del Gobierno hablando con los sindicalistas sobre los artículos del proyecto. Tal y como se dijo, son malestares subterráneos que no buscan que salgan a la luz para no correr el eje de las reformas de Milei.
En el plano internacional, Brasil confirmó finalmente que el 20 de diciembre se hará la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Será en la ciudad de Brasilia y Lula da Silva espera que asistan los presidentes de todos los Estados Miembro del bloque regional.

Pese al silencio oficial, en la Casa Rosada confirman que Javier Milei irá al evento. Se trata de un movimiento que convalida luego de que Lula mudara la cumbre de jefes de Estado del Mercosur para enero, donde se le dará la presidencia pro tempore a Santiago Peña, el principal aliado del libertario en la región.
En Brasil están satisfechos con el resultado, aunque saben que esto no será una distensión en el vínculo entre ambos mandatarios. Es más, en el gobierno brasileño vieron con cierta inquietud un retuit que hizo Milei a Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair, en el que postula a su hermano Flavio como el próximo candidato a presidente para las elecciones del 2027, en las cuales Lula tiene altas probabilidades de ganar y conseguir su cuarto mandato.








