
Después de seis meses de investigación, la Justicia federal desarmó la estructura de un grupo de narcomenudeo que usaba a menores para vender drogas, especialmente bolsitas de cocaína, en Rosario. Eran conocidos como “La Banda del Playón” y tendrían, según sospechan, un vínculo comercial y territorial con “Los Monos” para poder operar sin riesgos.
El operativo, llevado a cabo por la Policía Federal, terminó con 28 allanamientos y una decena de detenciones, además del inicio de una nueva etapa en la investigación que, tal vez, le permita a la Justicia saber por dónde sigue el hilo en la cadena productiva narco.
Aunque el secuestro de sustancias fue módico, los investigadores se encontraron con casi 7 millones de pesos, la réplica de un arma y teléfonos celulares que podrán peritar en busca de pruebas y nuevos indicios.
De momento hay nueve personas detenidas. La banda del Playón es así conocida porque operan en la zona de Bielsa y Magallanes, justamente en un lugar identificado como “el playón”. Los policías encontraron una módica suma de dosis de cocaína y un manojo de plantas de cannabis en estado vegetativo (lo que indica que no estaban en su período de producción de flores, que son las que se comercializan porque contienen la molécula THC, que es la que genera los efectos psicoactivos).

“Si bien los allanamientos del otro día, en cuanto a secuestro de drogas y demás, no fueron muy fuertes, sí nos permitieron encontrar básicamente a estos actores que estaban operando afuera y que eran básicamente quienes estaban regenteando a los menores”, contó el fiscal Diego Giro de la Unidad Especial de Microtráfico, del Ministerio Público de la Acusación santafesino, que trabajó en equipo con la Justicia Federal dado que la “Banda del Playón” se cruzaba en sus respectivas investigaciones.
Durante los procedimientos, los agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) también identificaron a otros treinta y cinco individuos, quienes fueron notificados de la causa pero no procesados. Según el parte oficial difundido por la fuerza, “se confiscaron 51 teléfonos celulares, 730 dólares, 25 euros, una réplica de revólver, un DVR, dieciocho cajas de papel para el armado de cigarrillos y documentación» presuntamente relevante.
Parte de los domicilios allanados ya habían sido objeto de investigaciones previas por parte de la Policía de Investigaciones (PDI) de la provincia de Santa Fe. La investigación se inició en febrero, cuando la División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales Rosario detectó distintos puntos de venta de drogas ilegalizadas al menudeo, es decir, en pequeñas dosis.

“Bajo las directivas de la Unidad Fiscal de Investigación encabezada por el Dr. Franco Carbone del Ministerio Público de la Acusación Rosario, los efectivos determinaron que estos lugares de expendio correspondían a las bandas mencionadas, que mantienen una disputa activa por el dominio de la ciudad», explicaron fuentes oficiales.
La banda del Playón estaba manejada por Oscar Lezcano, quien regenteaba desde la cárcel, a donde fue a parar en junio pasado igual que su esposa por estas mismas investigaciones. Sin embargo, uno de sus hijos manejaba el negocio familiar fuera de prisión bajo las órdenes de su padre y con la ayuda de dos colaboradores, Sergio Borda y Axel Duarte.
Entre todos manejaban a sus soldaditos, chicos de entre 14 y 18 años. Duro explicó que hay sobradas pruebas e incluso testimonios de algunos de los menores involucrados. De hecho, los chicos tienen abiertos otros procesos judiciales por tenencia de armas o de drogas ilegalizadas, por lo cual los expedientes se cruzan permanentemente.

“Nosotros tenemos la hipótesis de que respondían a una célula de Los Monos”, comentó el fiscal de Microtráfico y no descartó que el clan de Lezcano esté en el medio de una disputa mayor entre las dos bandas de narcomenudeo más pesadas de Rosario, Los Monos y Los Menores.
Los fiscales trabajaron infiltrados en el campo, se ordenaron seguimientos, hubo puestos de observación e intervenciones telefónicas autorizadas por la Justicia, lo que permitió identificar a los integrantes de las organizaciones y el rol que cada uno desempeñaba.
Una vez reunidas las pruebas necesarias, el Colegio de Jueces ordenó la ejecución de estos veintiocho allanamientos que explotaron en cadena el jueves en calles como Bielsa, Esquiu, Gorriti, De La Salle, Juan Vucetich, Francia, Calle 1323, Riobamba, Pedro Lino Funes, Humberto Primo, Campbell, Casilla y Schweitzer.








