
El empresario marplatense Guillermo Pinarello fue procesado con prisión preventiva por la Justicia Federal, acusado de encabezar un megaesquema de juego clandestino centrado en dos casinos online en Mar del Plata. La decisión la tomó el juez Santiago Inchausti, que lo imputó por organizar una asociación ilícita dedicada al lavado de activos agravado y la explotación de juegos de azar sin la debida autorización. La causa, también, salpica a su padre: un reconocido comisario de la Policía Bonaerense, hoy retirado.
De acuerdo a la acusación, Pinarello hijo contaba con un esquema para bancarizar el dinero clandestino, integrada por mulas de dinero que supuestamente cobraron unos pocos pesos por pitufear en billeteras virtuales las ganancias de dos casinos online, llamados, sin imaginación, Casino 365 Online. Hoy, sus sitios están bloqueados por el ENACOM.
El fallo alcanzó a Joaquín Otero Cao, principal socio del acusado, también empresario. Ambos fueron detenidos en el paso Tancredo Neves de Puerto Iguazú por Gendarmería el mes pasado, luego de que la Policía Federal allanara la lujosa casa de Pinarello en el country Rumencó de Mar del Plata y las cajas de seguridad ligadas a su hermana y la madre de Otero Cao, donde se hallaron más de 430 mil dólares. Ambos continúan detenidos en una celda porteña de la PFA.

La madre y la hermana de Otero Cao terminaron procesadas, sin prisión preventiva, tal como Carla, la novia de Pinarello y Macarena, pareja de Otero Cao. Hay 13 procesados en total en el caso. El embargo colectivo que les impuso el juez Inchausti es de $20 mil millones.
Pinarello es un personaje interesante, un distinto en las tramas del hampa. Se negó a declarar, tal como el resto de los imputados.
Ante la Justicia, aseguró que su ocupación es ser un jugador de póker, con estudios primarios completos, sin haber ido al secundario. En los papeles del fisco, es un empresario dedicado al negocio de la publicidad, entre otros rubros. No miente en ello: en efecto, es un reconocido jugador de póker, habitué de torneos internacionales donde ganó importantes premios.
También es hijo de Guillermo Elías Pinarello, comisario inspector retirado de la Bonaerense, jefe del área de narcotráfico durante la gestión de Cristian Ritondo al frente del Ministerio de Seguridad.

La investigación rozó al comisario. Se allanó un taller mecánico marplatense llamado Panaggio Cars “que recientemente fue transferido a su padre, el señor Guillermo Elías Pinarello y que fuera lugar de resguardo de vehículos vinculados a los investigados”, aseguró Inchausti en su procesamiento.
Allí, “se procedió al secuestro del vehículo BMW 135i, hallándose además la suma de 18.500 reales, 13.720 pesos uruguayos y comprobantes de alquiler en los que resulta parte pagadora otro de los imputados y con quien Pinarello compartió viajes al exterior y la vuelta al país en la que ambos fueron detenidos: Joaquín Otero Cao», continuó el juez.

Otero Cao, precisamente, integra la firma Panaggio Cars junto a Pinarello senior desde julio último, de acuerdo al Boletín Oficial. En los allanamientos a la casa de Otero Cao se encontraron pagos de alquiler por el galpón del taller.
El comisario también está involucrado en la titularidad de varios vehículos hallados en la trama, como una camioneta Ford Ranger que Pinarello hijo conducía con cédula y que fue empleada en varios viajes a Paraguay, de acuerdo a la causa.
Sin embargo, Pinarello padre no fue procesado o llamado a indagatoria en la causa.

Los allanamientos del Departamento Operaciones contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Narcotráfico de la PFA -en una causa en donde no se sospechan vínculos narco- revelaron el lujo en el que vivía la banda.
Inchausti ordenó secuestrar para decomiso ese BMW, junto con otros 14 vehículos más. Entre ellos, la Ford Ranger a nombre de Pinarello padre y otro BMW, 440i valuado en 100 mil dólares, a nombre de la novia de Pinarello, así como 147 mil dólares, 2,8 millones de pesos argentinos y más de un millón de guaraníes.








