
Una mujer fue hallada muerta este domingo en su vivienda de Esperanza, en el departamento San Cristóbal, a casi 200 kilómetros de Rosario. El principal sospechoso, su ex pareja, murió en un accidente de tránsito mientras intentaba huir en motocicleta por la Ruta Provincial 6.
La secuencia comenzó a las 11.53, cuando un llamado al 911 alertó sobre un episodio de violencia de género en una vivienda situada en la intersección de Moreno y Bosch. Al llegar al lugar, los efectivos constataron el asesinato de la mujer, lo que activó de inmediato el protocolo de búsqueda del presunto agresor.
Poco después, se produjo un accidente fatal sobre la Ruta Provincial 6. Un hombre que conducía una motocicleta colisionó contra un camión Volkswagen y perdió la vida en el acto. De acuerdo con los medios locales citados por Rosario3, la investigación apunta a que el sospechoso del femicidio emprendió la fuga hacia el norte, giró en Paso Vinal y luego tomó la Ruta 6, donde finalmente ocurrió el choque mortal. Las circunstancias exactas del siniestro aún se encuentran bajo análisis.
La Policía de Investigaciones (PDI) intervino en el caso y, tras las primeras diligencias, el jefe de la Unidad Regional XI confirmó que la identidad, la vestimenta y el vehículo del fallecido coincidían plenamente con los del principal sospechoso del asesinato de Cecilia O. Este dato fue clave para vincular ambos hechos y orientar la pesquisa.
En el plano judicial, la fiscal Laura Giordanino asumió la investigación por el crimen de la mujer, mientras que María Laura Arri quedó a cargo de las actuaciones relacionadas con el accidente de tránsito. Esta última ordenó la realización de una autopsia para determinar con precisión las causas del deceso del motociclista, así como las diligencias de rigor en el lugar del choque.
La investigación continúa en desarrollo, con los fiscales abocados a reconstruir la secuencia de los hechos y a establecer si se trató efectivamente de un femicidio. Mientras tanto, los hijos de la pareja fueron puestos bajo custodia y permanecen a resguardo.
Condenaron a perpetua al acusado de prender fuego y matar a Romina Videla
A cinco años del asesinato de Romina Videla, el Tribunal Oral Criminal IV de La Plata condenó a prisión perpetua a Héctor Ismael Carrizo por haber provocado el incendio que causó la muerte de su pareja en el barrio de Melchor Romero el 27 de marzo de 2020.

En los fundamentos de la sentencia, la jueza Carolina Crispiani destacó: “A Romina también la mató la violencia que precedió al fuego. Esa violencia que se anuncia, que se naturaliza, que pide auxilio y no siempre lo encuentra; esa violencia que, cuando el Estado llega tarde, termina escribiendo su última línea en una morgue”. El tribunal, integrado también por Emir Alfredo Caputo Tártara y Andrés Vitali, consideró probado que el crimen fue el desenlace de un ciclo prolongado de violencia de género.
La investigación, que comenzó bajo la fiscal María Eugenia Di Lorenzo y luego pasó a la Unidad Funcional de Instrucción especializada en violencia de género, reconstruyó años de maltratos, amenazas, control económico y aislamiento ejercidos por Carrizo sobre Videla. Testimonios y pruebas revelaron que, antes del ataque, la víctima había llamado al 911 para denunciar agresiones y amenazas explícitas, incluyendo la frase: “Te voy a prender fuego”.
El tribunal declaró a Carrizo culpable de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género e incendio doblemente agravado”. Entre los elementos clave, los jueces señalaron la diferencia en la gravedad de las lesiones —Videla sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo, mientras que Carrizo solo presentó el 12%— y la conducta posterior del acusado, quien intentó limpiar la escena del crimen.
La noche del hecho, tras una discusión, Carrizo sacó a las hijas que tenía en común con la víctima y, tras impedirle salir, inició el incendio de manera intencional. Los demás hijos de Videla lograron escapar sin lesiones graves. La madre de seis hijos falleció cinco días después en el Instituto del Quemado.
Durante el juicio, el fiscal Lucas Domski solicitó la pena máxima, mientras que la defensa de Carrizo pidió la absolución, argumentando falta de pruebas directas. El tribunal, de forma unánime, rechazó estos planteos y subrayó la existencia de “indicios serios, precisos y concordantes” que confirmaron la autoría del acusado.








