
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, deberá seguir esperando para tener la autorización de deuda por más de USD 3 mil millones que solicitó a la Legislatura bonaerense. Es que luego de la aprobación del Presupuesto bonaerense y la Ley Fiscal Impositiva para el año 2026; ambas cámaras legislativas entraron en cuarto intermedio hasta el viernes a las 10 de la mañana. Para tener aprobada la ley de financiamiento, el Ejecutivo requería de los dos tercios de los votos; es decir, de un respaldo explícito de distintos bloques de la oposición. Pasadas las 10 de la mañana y sin demasiada expectativa de que esa condición se alcanzara en el correr del día, se decidió dar por caída la sesión e intentar retomar el tratamiento la semana que viene, ya en período extraordinario.
La negociación se trabó por el fondo para los municipios, no tanto por la garantía de que haya una masa de recursos de libre disponibilidad para las intendencias —que el Ejecutivo garantiza—, sino por la garantía de que sea un monto fijo, como pide la oposición, efectivizándose lo más rápido posible. Además, en las conversaciones del jueves también aparecieron demandas por cargos que a priori no estaban contempladas como los lugares vacantes en la Suprema Corte de Justicia.
Lo que sigue ahora es seguir las negociaciones, con el objetivo de aprobarlo antes del 10 de diciembre; ya que a partir de esa fecha cambia la composición legislativa e irrumpirá con fuerza La Libertad Avanza en la Legislatura bonaerense. Los libertarios serán primera minoría en el Senado —donde el peronismo tendrá quorum propio— y segunda minoría en Diputados, detrás el bloque que todavía se llama Unión por la Patria.
El peronismo se mostró abroquelado en la negociación. De hecho, pasadas las 10 horas todo el bloque bajó al recinto en Diputados. Hubo 37 diputados y dos del bloque Nuevos Aires: Gustavo Cuervo y Viviana Romano; que fueron más como un gesto de respaldo a sabiendas de que la sesión ya estaba caída, porque con el resto de los aliados el peronismo podría haber conseguido el quorum de 46 legisladores. Sin embargo, para los 61 necesarios para los dos tercios se estaba demasiado lejos. Por eso se definió hacer caer la sesión.








