Tras una semana de operaciones y rastreos, las autoridades chilenas dieron por concluido el operativo para localizar a Alejandro Cabrera Iturriaga, el adolescente argentino de 17 años que desapareció en la costa de La Serena luego de ser arrastrado por la corriente. La decisión se adoptó después de intensas tareas en el mar y en tierra, que involucraron recursos oficiales y apoyo comunitario.
La noticia del cierre del operativo llegó en medio de una ceremonia íntima que la familia celebró en la playa, donde familiares, amigos y vecinos se reunieron para despedir al joven.
Frente al mar, encendieron velas, colocaron fotografías y arrojaron flores al agua en el lugar donde Alejandro desapareció, un gesto que acompañó la culminación formal de las labores de búsqueda. La familia realizó un activo simbólico de despedida y agradeció a quienes colaboraron durante la semana de búsqueda.
El capitán de Puerto de Coquimbo, Daniel Sarzosa, explicó que “la familia ya sabe todo lo que se ha realizado. La esperanza razonable de encontrar a Alejandro con vida, ya no es posible. Solo podemos esperar que, en alguno de nuestros patrullajes aleatorios, podamos tener algún resultado positivo”, y añadió que los familiares “lo tomaron con altura de miras, entendieron la situación y agradecen enormemente todo lo que se ha realizado”.

El operativo contó con la participación de distintas dependencias y equipos que integraron las tareas la Armada chilena con patrullas marítimas, drones y aviones, además de bomberos, pescadores locales y equipos terrestres, coordinados desde un centro de mando costero.
A su vez, la movilización incluyó a personal municipal y a voluntarios que se sumaron a los recorridos por la costa. La búsqueda se desarrolló en condiciones complejas, con vientos y marejadas que dificultaron las labores de rastreo.
El episodio que dio origen a la búsqueda ocurrió cuando Alejandro, oriundo de San Juan, ingresó al mar junto a otros jóvenes de entre 12 y 20 años y fue sorprendido por la fuerza de la marea.
En ese momento, tres de los menores fueron rescatados por transeúntes y equipos de emergencia, mientras que Alejandro quedó desaparecido. Francisco Boldo, un vecino de la ciudad que trabaja como albañil y ciclista, se arrojó al agua al escuchar los gritos de la madre de los jóvenes.

Los tres hermanos del adolescente desaparecido fueron rescatados por el hombre que pasaba por la orilla, quien pese a los intentos realizados, no pudo salvar a Alejandro.
Durante los días de trabajo en el litoral, las autoridades mantuvieron la vigilancia nocturna con drones y seguimiento desde la costa. A la par, la municipalidad y organizaciones locales aportaron personal y recursos logísticos.
En ese sentido, la alcaldesa de La Serena afirmó que “el operativo de búsqueda no cesará mientras haya posibilidades de hallar al joven”, y convocó a la comunidad a colaborar con información y apoyo logístico, una petición que se repitió en distintos puntos de la coordinación entre equipos.
En la ceremonia de despedida, la familia expresó agradecimiento por el acompañamiento recibido y efectuó un rito frente al mar: encendido de velas, levantamiento de un memorial con fotografías y lanzamiento de flores.
El gesto reunió a vecinos y personas que participaron durante la búsqueda y se convirtió en un acto público de duelo y reconocimiento por los esfuerzos desplegados. “La familia ya sabe todo lo que se ha realizado”, dijo Daniel Sarzosa. Alejandro Cabrera Iturriaga residía en La Serena desde hacía un año y poseía nacionalidad chilena por vínculo de abuelos, como señaló uno de sus hermanos.
El entorno acompañó a la familia para manifestar apoyo y solidaridad en un momento de dolor. La operación concluyó, aunque persiste la posibilidad de que nuevos patrullajes puedan arrojar algún resultado, tal como explicaron responsables del operativo.








