Marei von Saher, única heredera de Jacques Goudstikker, fue aceptada como querellante en la causa por el cuadro expoliado (Foto AP)

La investigación judicial sobre el “Retrato de una dama”, obra actualmente bajo tutela de la Justicia Federal de Mar del Plata, experimentó un avance procesal que marca un nuevo rumbo en la causa sobre bienes culturales expoliados durante el nazismo. Por decisión fechada el 11 de noviembre, según le confiaron a Infobae, el tribunal admitió la solicitud presentada por los abogados Herberto Antonio Robinson, Guillermo Brady y Juan Ignacio Pascual para representar a Marei von Saher como querellante, única sucesora del reconocido galerista neerlandés Jacques Goudstikker.

El expediente, que investiga el derrotero del mencionado cuadro, tomó relevancia con la aceptación formal de Von Saher como querellante. Según la resolución, la heredera fue reconocida como “persona directamente ofendida por los hechos investigados, al haber sido privada -por obra de un acto de expolio de guerra y posterior ocultamiento- de un bien integrante del patrimonio cultural y hereditario de su familia”.

El Retrato de una dama permanece bajo custodia judicial y toda novedad sobre su destino convoca tanto a especialistas como al mercado internacional del arte. La próxima instancia clave será la esperada pericia técnica, programada para el 28 de noviembre en la sede de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El análisis técnico determinará la autenticidad, el estado y la historia del Retrato de una dama bajo custodia judicial

Los expertos Ángel Navarro y Alejo Lo Russo, ambos del Museo Nacional de Bellas Artes, liderarán el análisis, que deberá responder a una pregunta central: si la pieza que está bajo resguardo del tribunal es la misma que Jacques Goudstikker había consignado en su emblemático “Blackbook” bajo el registro 2577 y cuya desaparición denunció su familia tras el saqueo nazi.

El examen técnico apunta a arrojar luz sobre la autenticidad, el estado de conservación, la técnica pictórica, fechas de producción y posibles restauraciones de la pintura. De acuerdo con los representantes de la heredera, formar parte activa del proceso permitirá contribuir a esclarecer el recorrido del cuadro a lo largo de más de ocho décadas.

Este es un paso fundamental para que finalmente se materialice la reparación histórica que la familia Goudstikker viene reclamando desde hace más de ochenta años”, remarcó Guillermo Brady a este medio tras conocer el pronunciamiento del tribunal federal.

Su colega, Juan Ignacio Pascual, enfatizó: “Nuestra misión es lograr la restitución de la obra a su legítima heredera y contribuir al total esclarecimiento de lo ocurrido, en línea con los estándares internacionales sobre bienes culturales expoliados”.

Otra novedad recorre el expediente: la posible intervención en calidad de amicus curiae -es una figura legal por la cual una persona u organización ajena a un juicio aporta información o argumentos al tribunal para enriquecer su decisión sobre el caso- de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), entidad consultada por su conocimiento sobre expolio nazi y archivos históricos.

La DAIA podría intervenir como amicus curiae en el caso, aportando su experiencia en expolio nazi y archivos históricos

Igualmente, esto no fue confirmado formalmente por más que sea una posibilidad latente. A este medio le confiaron que, si bien la DAIA se presentaría, será la justicia quien determine si acepta la voz de la organización para el caso.

Herberto Antonio Robinson detalló: “Sin duda sería un hecho de importancia. La DAIA tiene un conocimiento especializado en materia de expolio nazi y archivos históricos de enorme valor para esclarecer la verdad de lo ocurrido”.

El caso Retrato de una dama reabrió interrogantes acerca del mercado internacional del arte y del impacto de la procedencia en la tasación de piezas recuperadas tras la Segunda Guerra Mundial.

Un antecedente reciente ilustra la magnitud económica asociada a las pinturas que forman parte del “tesoro nazi”: días atrás, un trabajo de Gustav Klimt, también confiscado por los nazis y luego devuelto a sus legítimos titulares, salió a subasta por USD 236 millones, cifra que logró un récord absoluto.

A su vez, el artista Fra’ Galgario (Ghislandi), autor identificado como probable responsable del Retrato de una dama, ya había alcanzado precios destacados en casas de subastas. De acuerdo con registros de Sotheby’s -reconocida casa de subastas internacional-, una de sus obras fue adquirida en 520.000 dólares en 2011, aún sin tener el marcado componente histórico derivado del expolio que caracteriza la pieza estudiada en la Argentina.

El caso podría sentar un precedente internacional en la restitución de bienes culturales expoliados durante la Segunda Guerra Mundial

Los especialistas sostienen que el Retrato de una dama reúne atributos excepcionales para el mercado: desaparición prolongada, reaparición fortuita, conservación notable para piezas del barroco tardío y fuerte correlato documental que vincula el cuadro con el proceso sistemático de despojo ejecutado en territorio europeo en la primera mitad del siglo XX.

Para los abogados Brady y Pascual, esta instrucción penal podría adquirir relevancia internacional y perfilarse como paradigma para la gestión de casos similares. “Sería la primera vez que la jurisdicción argentina resuelve un caso de esta naturaleza, y puede convertirse en un ejemplo para el mundo. No se trata solo de recuperar una obra de arte, sino de reparar una deuda histórica con las víctimas y sus descendientes”, habían afirmado a Infobae.

Después de la ocupación nazi en 1940 y la posterior liquidación de la galería, el paradero del Retrato de una dama del maestro Giuseppe Ghislandi, también conocido como Retrato de Dama, quedó desconocido. La obra, que formó parte de la colección Goudstikker, integró durante más de ochenta años la lista de piezas perseguidas por la Agencia de Patrimonio Cultural de Países Bajos. Tras años de investigación se lo vinculó a Friedrich Kadgien con la obra. Él vivió en Buenos Aires hasta 1978. Lo heredó Patricia Kadgien, quien intentó retenerlo hasta que el abogado de la familia entregó la pintura al Ministerio Público Fiscal el 3 de septiembre.

El próximo paso es esperar los resultados de la pericia en la Corte Suprema y la inclusión de un posible nuevo actor institucional como la DAIA.