Presentación del Libro de Lauzun

Oscar Dinova nació y vive en Mercedes, provincia de Buenos Aires. Es Licenciado en Historia por la Universidad de Paris VII, Jussieu, Diplomado de Flacso y docente de un CEPT -escuela rural de alternancia- por 25 años. También es escritor de cuentos y novelas. En 2024 concretó un proyecto pedagógico y personal: la traducción y edición del Libro de Lauzun, del abate Pierre-Joseph Granereau, creador de un método de educación rural exitoso que en Argentina fue implantado en los años 60.

La Pedagogía de la Alternancia, puesta en marcha desde 1935 en Francia y luego exportada a muchos países, alterna un tiempo en la escuela o centro educativo y un tiempo en el predio familiar. Además, privilegia el método de investigación del medio como eje vertebrador del aprendizaje. En el tiempo que los alumnos pasan en el centro educativo, la convivencia con los profesores y demás estudiantes es uno de los pilares del sistema. También la familia tiene un rol preponderante en el proceso de gestión de la institución. Durante el tiempo que los alumnos pasan en el hogar, son visitados por los profesores.

En la Argentina existen 125 establecimientos educativos rurales que siguen esta pedagogía que adoptan diferentes nombres según la provinica, a saber, Escuelas de la Familia Agrícola (EFA), Centros de Formación Rural, Centros Educativos para la Producción Total (CEPT) o Escuela Salesiana. También hay escuelas de este tipo en Brasil, Uruguay, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Panamá, México, Paraguay, Colombia, El Salvador, República Dominicana, Ecuador y Perú.

Presentación del libro en Santa Elena, Chaco

Una vez publicado el libro que relata esta experiencia en primera persona, Dinova recorrió varias provincias del país para presentar el libro en los establecimientos que siguen la pedagogía de alternancia de Granereau. En esta charla comenta los resultados de esa gira.

— ¿Oscar, qué te decidió a lanzar El Libro de Lauzun -historia del origen de las escuelas de alternancia- en formato digital?

— Bueno, simplemente dar la posibilidad a todos de acceder a la obra. Todos los países de habla hispana de nuestra querida América lo están esperando. La etapa de acercar el libro en papel fue un periplo presencial por mi país. Recorrimos, junto a mi esposa, Diana Manos, fotógrafa, unos 15 mil kilómetros, seis provincias y más de 30 instituciones vinculadas a la alternancia, dando charlas y presentaciones, mostrando en vivo la obra maestra del abate Pierre-Joseph Granereau y sus compañeros campesinos. Es un libro luminoso, inspirador, como fue la vida de su creador. Una referencia imprescindible para todos los que cumplen un rol dirigencial, desarrollan labores docentes, llevan adelante investigaciones académicas al respecto o son funcionarios del área de educación rural.

— ¿Cómo fue esa gira de presentación del libro por las escuelas de alternancia de todo el país?

— Nuestro peregrinar fue una experiencia, única, vivificante, una multiplicación de actos en comunión literaria y educativa. La primera charla fue en Atamisqui, Santiago del Estero, y la última (por ahora), en el convento diocesano de Azul, provincia de Buenos Aires. Siempre en Argentina. En medio, dieciséis meses de recorrido, -de junio de 2024 a octubre de 2025-. Nos recibieron fraternal y cálidamente en: Santa Elena (Presidencia de la Plaza, Chaco); el Profesorado de Capioví, en Misiones; Pejú Porá, de Corrientes; La Sarita (Santa Fe), Igarzábal (el Centro de alternancia más austral del planeta) en Buenos Aires, por citar sólo un puñado de las muchas que nos albergaron.

El Centro de Alternancia más austral del planeta

— ¿Cómo fueron recibidos en esos viajes?

— En todas, una emoción única, que erizaba la piel y acariciaba el corazón. Nos hemos emocionado y disfrutado juntos, además de reflexionar, establecer conexiones y fortalecer una identidad en pos de objetivos comunes; la educación rural secundaria por alternancia para las familias campesinas es un lugar de encuentro y un ámbito que contiene y propicia la generación de proyectos personales y comunitarios.

— ¿Qué te motivó a encarar esta difusión del libro? No solo lo tradujiste y editaste sino que te ocupaste personalmente de difundirlo.

— En el plano personal, siempre lo destaco, cumplir con una deuda de honor. La alternancia, en mi caso en la geografía bonaerense, me permitió reinsertarme luego del exilio en Francia. Al traer al español la vida y obra de su creador y difundirla, no hice más que devolver un poco de todo lo recibido. Pero en un plano colectivo y de largo alcance me propuse retomar la esencia de la pedagogía, creada en 1935, en Sérignac-Peboudou (departamento de Lot y Garona) y luego difundida a lo largo y ancho de Francia hasta llegar a los 500 establecimientos y pasar esa semilla a fecundar en varios continentes y alcanzar las 1200 escuelas en el mundo. Llevé El Libro de Lauzun a mis conciudadanos del interior, como Granereau y los pioneros franceses lo llevaron de comarca en comarca. Y luego, otros mensajeros hicieron lo mismo en diferentes países.

— La versión digital que se lanza ahora, ¿es una suerte de mensaje de que la tarea no está concluida?

— ¡Ni más ni menos! Debemos seguir extendiendo las fronteras, tanto en Argentina, como en el resto de países de América Latina. La tarea no termina. Hablamos de un inmenso territorio donde gran cantidad de campesinos y productores rurales tienen enormes dificultades para poder continuar más allá de la escuela primaria. Pero, además, por su modalidad, al alternar con sabiduría un tiempo en la escuela y un tiempo en el predio familiar, sumado a la participación de las familias en el proyecto educativo, esta modalidad se adapta a los más diversos lugares y culturas de la geografía americana. Queda por hacer mucho más de lo ya realizado hasta hoy.

Oscar Dinova en una esucela de Alternancia en Atamisqui, Santiago del Estero

— La versión digital ¿es la apuesta para superar las distancias tanto geográficas como materiales?

— Exactamente. Por una parte, son conocidas las dificultades para hacer circular libros de papel a gran distancia y lejos de los centros urbanos. Más aun si consideramos que es una edición de autor, financiada con mis propios recursos, que no tiene la potencia y alcance de grandes editoriales. Pero, además, nadie podría llegar personalmente a las más de 250 escuelas de alternancia presentes en los diez países de habla hispana. Existen escuelas de alternancia en las más disímiles geografías. Desde la Pampa argentina hasta el Amazonas peruano, regiones del altiplano y la selva guatemalteca, etc. Hacerse de un libro convencional es dificultoso, más allá del inmenso placer que significa tenerlo en nuestras manos. La modalidad virtual facilitará su circulación, difusión y aplicación. Además, tiene una versión en audio libro lo cual es muy oportuno, para incluir a lectores a través de la escucha.

— ¿Ya está disponible en las plataformas?

— Sí, precisamente desde ayer, 21 de noviembre, aniversario del día que, hace 90 años, cuatro chicos y un cura, en el presbiterio de una pequeña parroquia, daban inicio a la primera clase de alternancia. Nos pareció adecuado el momento y una celebración más.

— ¿Habrá otros proyectos después de éste?

— Sí claro, y ya están en marcha. El año pasado, pude visitar Sérignac y Lauzun, el lugar de origen y cabecera de cantón de la primera escuela, respectivamente). Nos enteramos de que el primer alumno, Yves Peyrat, había escrito sus memorias; El Libro de mi vida, un testimonio autobiográfico de la vida rural francesa del siglo XX, atravesado por el pasaje cruento de la segunda guerra mundial en esas campiñas y el valor de la educación en cada línea del relato. Les insistí para convertirlo en libro y así fue. También lo traduje y empezamos a distribuir en las escuelas de alternancia. Hicimos una primera entrega en los CEPT y seguiremos todo el 2026 en el resto del país. ¡Un segundo peregrinaje!

— ¿Cómo describirías el impacto de la pedagogía de alternancia?

— La creación de la pedagogía de la alternancia es una gesta genuina del campo popular. Una epopeya campesina, con la convicción y la fe de aquellos que luchan por construir formas que hagan realidad los derechos consagrados en la constitución. Fue una utopía devenida realidad. Bien actual y vigente. Además, se compartió desde Francia a todas las regiones del mundo donde se estimó necesario crearla. Fraternalmente y sin egoísmo alguno. Invito a organizaciones, asociaciones y autoridades de todos los ámbitos a dejarse contagiar por aquel espíritu fundacional y brindar su apoyo a la difusión de la alternancia. En todos los territorios que sea necesario. No solo será hacer justicia con la población rural. Es una forma adecuada y lúcida de hacerlo.

Durante una de las presentaciones del libro de Pierre-Joseph Granereau

Plataformas Digitales: -Amazon Kindle y Google Play Libros. -Audiolibro en Google Play Libros. -Flipbook en plataforma ELE – (Entre Lectores & Escritores)

Para comunicarse con el editor (Oscar Dinova): [email protected]