Hugo Moyano, titular del Sindicato de Camioneros, ante dos instancias decisivas para su liderazgo

¿Qué le deparará el destino a Hugo Moyano la decisiva semana que viene? Nacido el 9 de enero de 1944, bajo el signo de Capricornio, si el líder del Sindicato de Camioneros revisa el horóscopo podrá encontrar pistas zodiacales que pueden ayudarlo: “Es una semana para desmantelar pensamientos y patrones que te impiden avanzar. Revisa tus objetivos y enfócate en lo que te impulsa. La estabilidad económica es clave. Evita cortes y asienta las bases de tu situación financiera actual“.

Quizás en los próximos días Moyano necesite mucha más ayuda que la que predicen los astros. El martes próximo convocó a los empresarios de recolección de residuos de CABA a una nueva reunión en la que exigirá una respuesta al reclamo que reflotó sorpresivamente de indemnizaciones para los trabajadores del sector. Y el viernes 28 encabezará el congreso de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, donde será reelegido, pero la clave es cómo repartirá el poder con dirigentes provinciales en estado de ebullición.

En ambos casos, serán instancias cruciales para la agitada interna de Camioneros, tanto con su hijo Pablo como con líderes del interior, en un escenario para su sindicato que muestra inéditos indicios de desgaste de su liderazgo.

Hugo y Pablo Moyano

En principio, Moyano presionará a fondo en la reunión del martes por la mañana a los representantes de las 6 empresas concesionarias del servicio de recolección de residuos en la ciudad de Buenos Aires: les exige un anticipo a cuenta de la cifra multimillonaria que los 6.000 trabajadores del sector cobrarían en 2028, cuando se venzan los contratos actuales. El reclamo original alcanzaba un total de 200 millones de dólares.

En noviembre pasado, el líder sindical había acordado con el gobierno de Jorge Macri desistir de la aplicación la llamada “Ley Moyano” y, a cambio, aceptó beneficios para los empleados que se jubilan y el pago de adicionales.

El problema es que ahora, pese a lo que se había firmado, desempolvó el reclamo de indemnizaciones. ¿Por qué? Para ponerse de su lado a los trabajadores de recolección de basura, que están en efervescencia desde que no se aplicó la “Ley Moyano”, aunque Pablo Moyano les había prometido públicamente que se iba a cumplir. Ahora, para colmo, el malestar se comenzó a intensificar al calor de la pelea interna: cerca de Hugo Moyano acusan al secretario Gremial de Camioneros, Marcelo “Feúcho” Aparicio, de instigar la bronca de la gente en asambleas luego de este dirigente quedó involucrado en las sospechas del caso de fraude con fondos del hotel sindical en Mar del Plata.

Una asamblea del Sindicato de Camioneros en recolección de residuos de CABA

De esta forma, la estratégica rama de recolección de residuos se convirtió en el campo de batalla entre Hugo Moyano y su hijo Pablo, a quien la atribuyen una estrecha cercanía con Aparicio. Por un lado, está el fiel “hugomoyanista”José “Teta” Garnica, secretario de la Rama de Recolección del sindicato, y, por el otro, los delegados que responden a Aparicio, que vienen promoviendo asambleas para que surjan expresiones de respaldo a ese dirigente, que hace algunas semanas parecía estar más cerca de irse del gremio.

A principios de octubre, una denuncia judicial de Héctor “Yoyo” Maldonado, secretario de Prensa, Cultura y Turismo de Camioneros y hombre de confianza de Moyano, dio lugar a una investigación que lleva adelante el fiscal marplatense Carlos David Bruna por una supuesta estafa por 10 millones de dólares en el hotel 15 de diciembre.

Por eso el líder de Camioneros desplazó a Paulo Villegas, secretario Tesorero del sindicato, y a Claudio Balazic, secretario Administrativo, ambos considerados cercanos a Pablo Moyano, y ahora, según el diario Clarín, también se alejó el abogado Rodrigo Condori, que ocupaba dos cargos en la estructura del gremio, tras haber quedado marginado a partir de la denuncia marplatense.

Pablo Moyano y Marcelo Aparicio

Después de los 2 despidos, se produjo otro episodio que reveló la tensión interna: se lanzaron volantes ante la sede del sindicato con un mensaje contra Aparicio, otro dirigente en la mira de Hugo Moyano. “Marcelo Aparicio dejá de robarle a Hugo M., vos también participaste”, decía en los papeles arrojados desde una moto y en alusión a la denuncia por estafa.

Así se acrecentó el enfrentamiento interno, con las asambleas en respaldo de Aparicio y en contra de “los traidores”, la aparición de pintadas en el oeste del conurbano bonaerense que pedían el regreso de Pablo Moyano, la batalla campal entre las facciones que responden a ambos líderes de Camioneros durante un partido de fútbol en el Club Argentino de Merlos y, además, con las protestas de trabajadores de los sanatorios del gremio en Avellaneda, San Justo, Villa Martelli y Caballito por la falta de pago de salarios, con carteles que apuntaron contra Liliana Zulet, esposa de Hugo Moyano, como dueña de Iarai, la empresa que se encarga del gerenciamiento de la entidad de salud.

En medio de este clima denso, Hugo Moyano accedió a la propuesta de Garnica de reflotar la exigencia de indemnizaciones para calmar a los recolectores de residuos en CABA. En una primera reunión con los empresarios les dijeron que no. Tampoco accedió el gobierno porteño, que había vetado la “Ley Moyano”.

José

El jefe de Camioneros citó por escrito a los empresarios para verse de nuevo este martes. Si se mantiene la negativa, podrían comenzar las medidas de fuerza, aunque sea de manera encubierta, para forzar al pago.

Tres días después, de todas formas, Hugo Moyano tiene asegurada su reelección al frente de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, que realizará el congreso de renovación de autoridades. Luego de los fuertes cortocircuitos internos, el líder sindical volverá a ser secundado por Jorge Taboada, de Chubut, quien asumió a fines de 2021 en reemplazo de Pablo Moyano, marginado por su padre tras la pelea que tuvieron por el agudo déficit financiero de las obras sociales.

Los problemas entre los líderes de la Federación comenzaron el 9 de diciembre pasado, cuando Moyano no lo eligió a Taboada para suceder a Pablo en el triunvirato de la CGT, como se especulaba hasta en el propio sector moyanista, y nombró a Octavio Argüello, uno de sus dirigentes de máxima confianza.

Hugo Moyano y Jorge Taboada serán reelegidos en la Federación de Trabajadores Camioneros

Ese episodio generó un clima de desconfianza mutua, que se acrecentó luego de que Taboada, en reuniones en nombre de la Federación realizadas con colegas del interior, recogió críticas hacia Moyano por los “bajos aumentos salariales” acordados y por la tendencia del líder camionero a priorizar a sus hijos en la estructura sindical, en detrimento de otros dirigentes.

Pero cuando las tensiones se difundieron en los medios, los dos sindicalistas sellaron una tregua, en donde se acordó que, para atenuar el malestar de dirigentes de distintas provincias, en la nueva comisión directiva de la Federación se otorgará más representación a los sindicatos de todo el país mediante la creación de subsecretarías en las 28 secretarías existentes.

¿Alcanzará para pacificar la interna a nivel nacional? Moyano arrastra dos recientes traspiés para sus aliados de los sindicatos de Camioneros en Santa Fe, Juan Chulich, y en San Luis, José Farías, a quienes la justicia laboral de ambas provincias suspendió los comicios en los que iban a buscar su reelección tras los amparos presentados por listas opositoras por “maniobras proscriptivas” del oficialismo que las marginaron de la votación.

Sergio Aladio, el principal opositor a Hugo Moyano desde su sindicato autónomo en Santa Fe

Esos casilleros en blanco que dejan en el mapa moyanista dos gremios importantes del interior agravan el cuadro de disidencias internas, cuyo adalid es el máximo opositor, Sergio Aladio, titular del Sindicato de Camioneros de Santa Fe, quien se desafilió en 2015 de la federación nacional y fundó un gremio autónomo con 24.000 afiliados, avalado por un fallo de la Corte.

Ahora, Aladio difundió un texto en el que critica que “mientras algunos se entretienen en peleas de cúpula, los choferes quedan a la intemperie”, en alusión al feroz conflicto interno de Camioneros, y asegura que “en nuestra provincia hicimos lo que había que hacer: negociamos salarios superiores a los acuerdos nacionales; firmamos un convenio moderno, superador, adaptado a la realidad actual del transporte; mejoramos condiciones laborales reales, no declamadas y garantizamos atención médica y funcionamiento pleno de las instituciones”.

“Lamentamos lo que pasa en Buenos Aires, pero no nos sorprende -afirma Aladio-. Cuando las estructuras se vuelven cerradas, verticalistas y sólo responden a intereses personales pasa exactamente lo que estamos viendo: gremios enfrentados consigo mismos; obras sociales que no brindan prestaciones; dirigentes que confunden sindicatos con reinos y trabajadores rehenes de decisiones que no tomaron”. Y, finalmente, hace un llamado a la rebelión: “Es ahora o nunca. Desde Santa Fe ya empezamos. Falta que el país se anime”.