
La investigación por el asesinato de Virginia Franco, reconocida psiquiatra de 68 años, sumará este jueves una nueva autopsia ordenada por la Justicia para precisar la data y circunstancias de la muerte. El fiscal Álvaro Garganta, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 11 de La Plata, solicitó estudios complementarios en la Asesoría Pericial provincial.
La decisión de la fiscalía responde a la necesidad de delimitar con mayor exactitud el momento, el mecanismo y las circunstancias del crimen ocurrido en la vivienda de la víctima, ubicada sobre la calle Cantilo, entre 15A y 17, en City Bell.
De acuerdo con el primer informe forense, la muerte habría sucedido entre la tarde y la noche del viernes, en un margen estimado de 19 a 24, aunque el nuevo procedimiento pericial buscará reducir ese rango y esclarecer si hubo otras lesiones, rastros biológicos del homicidio y/o abuso sexual.

La primera necropsia había determinado que Franco fue degollada y presentaba lesiones de defensa en sus brazos, signo de resistencia frente al agresor.
El informe forense también reveló que la causa de muerte fue una hemorragia masiva tras un shock hipovolémico.
El caso generó conmoción en la zona y, según consignó El Día, la escena encontrada por los peritos resultó compleja por el gran desorden y las manchas de sangre halladas, de lo que se desprende la hipótesis de un ataque brutal dentro de la casa de la psiquiatra. Las autoridades trabajan bajo la hipótesis de un “homicidio en ocasión de robo”, aunque no descartan otros móviles, como algún vínculo personal o económico.
A pesar del refuerzo investigativo, no existen detenidos hasta el momento y el círculo íntimo de la víctima se encuentra bajo análisis. Los investigadores analizaron testimonios de vecinos y realizaron el relevamiento de cámaras de seguridad de la zona, que podrían aportar registros de movimientos cerca de la vivienda durante la franja horaria crítica señalada por la autopsia.
Una particularidad del caso, es la ausencia de objetos de valor sustraídos, a excepción del celular de la víctima. Las puertas no presentaban daños ni signos de ingreso violento, lo que refuerza la idea de que el asesino pudo ser alguien conocido por Virginia Franco.
El hallazgo lo realizó P.B., amigo cercano y administrador de las finanzas de Franco, aunque la fiscalía no vincula por el momento y es considerado testigo en el hecho.
Recientemente, un vecino relató que el jueves por la tarde observó a varias personas dentro de la casa de Franco. Según su testimonio, estas personas aparentaban realizar tareas de jardinería, aunque no vestían ropa adecuada para ese tipo de trabajo.
De acuerdo con El Día, el mismo testigo afirmó que logró identificar a uno de los presentes y lo describió como un joven que sería de la zona y tendría “antecedentes de mala conducta”. Esta declaración fue incorporada a la causa para reconstruir la secuencia de hechos y determinar la posible vinculación de estos individuos con el homicidio.








