La modelo y empresaria Valeria Mazza fue víctima de un robo en su vivienda ubicada en el barrio de Acassuso, en el partido bonaerense de San Isidro, durante la tarde del miércoles. Según la información oficial, al menos cuatro delincuentes saltaron el paredón que rodea la propiedad e intentaron ingresar utilizando la modalidad conocida como escruche, caracterizada por el ingreso a viviendas que se presumen deshabitadas. Mazza y parte de su familia se encuentran actualmente de vacaciones en Europa, lo que habría favorecido el plan delictivo.
Las primeras imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad muestran que cinco personas llegaron hasta la residencia, aunque solo tres de ellas lograron superar el portón de ingreso. Los implicados simularon ser pileteros para no despertar sospechas y lograron acceder al interior de la vivienda. Allí sorprendieron a la hija del matrimonio, a una amiga y a dos trabajadoras domésticas.
El intento de robo se vio interrumpido cuando la joven gritó, lo que hizo que los intrusos se dieran a la fuga casi de inmediato. Antes de escapar, alcanzaron a tomar una mochila, pero la abandonaron a pocos metros de la casa.

Ninguno de los presentes resultó herido y el hecho no llegó a concretarse. Las autoridades destacaron que ya se trabaja con material de video/fílmico, tanto de la vivienda como de domicilios linderos y cámaras municipales, además de pericias de rastros para avanzar con la identificación de los responsables.
El testimonio de Alejandro Gravier desde España
Desde Madrid, donde acompaña a Mazza durante su participación en una actividad laboral, su esposo Alejandro Gravier brindó declaraciones públicas y aportó más detalles sobre lo ocurrido. “Estamos bien, fue un intento, no pasó nada, no pasó a mayores”, afirmó, al tiempo que aclaró que tanto su hija como las demás personas presentes estaban “bien”.
Gravier señaló que los delincuentes “pensaron que no había nadie” en la vivienda, pero al escuchar movimiento y los gritos de su hija, salieron corriendo. También explicó que revisaron las cámaras de seguridad de la casa y advirtieron un dato llamativo: un móvil policial había pasado por la cuadra apenas diez minutos antes del intento de asalto. “En las cámaras se ve que un móvil pasó 10 minutos antes; eran cinco chicos que venían caminando, venían riéndose, rarísimo”, señaló.
El episodio se registró entre las 13.16 y las 13.25, mientras que la patrulla había circulado a las 13.05 y nuevamente a las 13.30. Pese a describir a la zona como “muy segura y muy controlada”, Gravier remarcó que este tipo de hechos “pasan todo el tiempo y a todo el mundo” y pidió que se refuercen las medidas para que “haya seguridad y no robos para nadie”.
La investigación avanza sobre las imágenes y el rastro de los sospechosos
La causa quedó en manos del fiscal adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, quien coordinó los primeros trabajos de los detectives policiales y judiciales. Los investigadores analizan en detalle las grabaciones de cámaras de seguridad públicas y privadas para identificar a los ladrones, quienes habrían sido registrados caminando por la zona momentos antes del intento de robo.
Según las primeras evaluaciones, los sospechosos serían adolescentes, un dato que surgió de las imágenes captadas en distintas cámaras. Las autoridades buscan determinar cómo se organizó el grupo, quiénes ingresaron efectivamente a la vivienda y si contaban con apoyo externo.
Los peritos trabajan también sobre huellas y rastros obtenidos en el lugar del hecho.







