La búsqueda de Alejandro Cabrera Iturriaga, un adolescente sanjuanino de 17 años que fue arrastrado por el mar en la playa Cuatro Esquinas de La Serena, Chile, continuaba este miércoles sin resultados positivos, según informaron autoridades locales.
El dramático episodio ocurrió el lunes, cuando cinco menores de nacionalidad argentina ingresaron a una playa no habilitada para el baño y fueron sorprendidos por la fuerza de las olas. Cuatro de ellos lograron ser rescatados con vida gracias a la intervención de Francisco Boldo, un albañil y ciclista que se lanzó al agua tras escuchar los gritos de auxilio de la madre de los jóvenes.
Según relató, Boldo nada “desde chico” e incluso comentó que tiene experiencia en campeonatos. “Cuando vi a esa mujer desesperada, no dudé en sacarme la ropa y meterme para ayudar”, contó. “Yo pensé que estaban jugando, pero cuando entendí que era real boté mi bicicleta y me tiré al agua”, dijo el deportista.
La narración de Francisco Boldo reconstruye la secuencia angustiante del rescate en la playa Cuatro Esquinas. En primer lugar, consiguió orientar hacia la orilla a uno de los jóvenes que comenzaba a hundirse, antes de dirigirse al encuentro de un niño de 12 años que flotaba inconsciente. El propio Boldo recordó: “Tuve que darle respiración ahí mismo, apretarle el pecho para que botara agua. Volvió en sí y lo tomé del brazo para ir por su hermana”.
Con los dos niños sujetos, el rescatista tomó fuerzas para enfrentar nuevamente el oleaje, donde advirtió que había otro adolescente aún más lejos. En diferentes momentos debió improvisar para mantenerlos a flote: “Les hablé, les dije que teníamos que esperar, que no se desesperaran. Las olas crecían y nadie llegaba”, agregó.
“Rescaté a cuatro. Me faltó uno, se me fue de las manos. Estaba solo y no pude hacer más”, lamentó, en declaraciones al diario chileno El Día.
La asistencia marítima demoró y, cuando finalmente una lancha llegó al lugar, la situación no permitió el alivio inmediato. Cuando por fin arribó una lancha de la marina, realizaron el rescate utilizando una cuerda, pero el operativo resultó sumamente dificultoso. “Los niños empezaron a tragar agua. No tenían los recursos adecuados y los subieron como podían, todos raspados”, lamentó Boldo al describir el momento en que fueron extraídos del agua.
El operativo de búsqueda, coordinado por la Capitanía de Puerto de Coquimbo, involucra a buzos especialistas, voluntarios de salvavidas, personal municipal, pescadores y equipos con drones. El capitán de Puerto, Daniel Sarzosa, declaró que el segundo día de búsqueda contó con “27 servidores navales, la lancha de servicio general Coquimbo, una moto acuática, un bote de goma, tres camionetas y una cuadrimoto”.
Además, colaboran 20 funcionarios municipales de La Serena, 22 de Coquimbo y pescadores de la caleta de Peñuelas que realizan rastrillajes mar adentro. El despliegue combina acciones marítimas, terrestres y aéreas, con el puesto de mando instalado en Cuatro Esquinas.

El trabajo no se detiene cuando oscurece; drones equipados con visión nocturna y equipos terrestres vigilan la zona durante toda la madrugada. El alcalde (s) de Coquimbo, David Díaz, explicó que la coordinación entre las distintas entidades permite “atender la emergencia 24/7, evitando duplicar esfuerzos y asegurando que ninguna área quede sin cobertura”.
Mientras tanto, la familia de Alejandro Cabrera Iturriaga aguarda noticias en el campamento cercano al centro de mando. Durante la noche, desde las 20 horas, las tareas quedaron en pausa y se reanudaron con la salida del sol.
Facundo Araya, hermano mayor del adolescente, declaró que uno de los hermanos de 14 años involucrados en el incidente sigue hospitalizado aunque evoluciona de manera favorable. La madre del joven que alertó la emergencia permanece en estado de shock, pero en recuperación. “Estamos más tranquilos, pero aún sin saber nada”, expresó.
La familia es oriunda de San Juan y nacionalizada chilena. Según el hermano mayor, Alejandro es un un joven aficionado a la música, “alegre, buen compañero y bastante extrovertido”. “Él vive en La Serena hace un año, somos específicamente de la localidad de Altovalsol. Somos argentinos, pero estamos nacionalizados chilenos por nuestros abuelos”, contó a la prensa local.








