A un día de lo que fue el impresionante descarrilamiento de una formación del tren Sarmiento a la altura de la estación de Liniers, la Justicia Federal dio a conocer los resultados de los test de alcohol y drogas que se le realizaron al motorman. Mientras tanto, el servicio continúa con demoras y todavía no se normaliza por los trabajos que hacen en la zona.

Según se conoció, El juez Julián Ercolini, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 12, tomó la decisión de iniciar el expediente por “interrupción a los medios de transporte” tras la intervención de la Policía Federal y la existencia de personas heridas. Tras esto, las pericias realizadas sobre el conductor que manejaba la formación que descarriló arrojaron un resultado negativo en los exámenes de alcoholemia y toxicológicos, por lo que se descartó que la falla haya sido humana.

El tren se descarriló en el mediodía de este martes y se desplegó un fuerte operativo en la zona (RS Fotos)

El descarrilamiento se produjo el pasado 11 de noviembre, cerca de las 15:50, cuando el tren, identificado como formación 3358, se dirigía desde Moreno hacia Once. El incidente ocurrió en el cruce de Barragán, a la altura de la estación Liniers, donde al menos 20 pasajeros resultaron heridos con politraumatismos y recibieron asistencia médica en el lugar.

El servicio de emergencias médicas coordinado por el SAME desplegó 40 móviles y varios de los heridos fueron derivados a los hospitales Santojanni, Álvarez, Vélez Sársfield y Cecilia Grierson. “Lo más importante es que no hay víctimas fatales, que es lo que tenemos que llevar a todos los familiares”, aseguró Alberto Crescenti, titular del SAME, en contacto con los medios.

En las primeras horas tras el accidente, el operativo de evacuación fue acompañado por cuatro dotaciones de la Brigada de Bomberos de la Ciudad, según declaró el jefe de la estación 9° ante la prensa: “Concurrimos al lugar con 4 dotaciones, se apersonaron inmediatamente al lugar donde quedó la formación”. Testigos relataron momentos de tensión y la presencia de densa humareda dentro de los vagones después del incidente.

Se realizó un fuerte operativo en la zona (RS Fotos)

Tras el incidente, el sistema de operación ferroviaria fue objeto de un exhaustivo análisis pericial. De acuerdo con especialistas citados en la investigación, el sistema en la zona afectada “tiene cerrojo y traba de palanca”, lo que impide que la vía pueda ser modificada o accionada mientras circula una formación. Asimismo, el personal técnico que inspeccionó la infraestructura en el sitio del siniestro constató que la caja de control de cambio de vías se encontraba cerrada y sin señales de manipulación externa. En consecuencia, la hipótesis provisional es que el descarrilamiento no obedeció a una alteración en el accionamiento de las vías durante el paso del tren.

Junto con el conductor, los banderilleros que participaron en la operación del tren también se sometieron a las mismas pruebas, cuyos resultados fueron igualmente negativos. Según fuentes de Trenes Argentinos, el protocolo operativo establece controles previos de alcoholemia y drogas a cada conductor en el inicio del turno, procedimiento que en este caso fue cumplido. A pesar de ello, la investigación mantiene abiertas todas las líneas para determinar el origen exacto de la falla.

Al menos 20 heridos tuvieron que ser atendidos por el SAME (RS Fotos)

Algunas fuentes vinculadas a la operadora ferroviaria señalaron que en la zona se habían realizado trabajos de remodelación en las vías durante las semanas previas al accidente. El circuito de cambio de vías, explican empleados del sector, se ejecuta rutinariamente en el mismo punto y horario, lo que genera interrogantes sobre si pudo haber una incidencia derivada de la infraestructura, una posible falla en las obras recientes o un defecto en la señalización.

Tras el hecho, Ercolini abrió la causa de oficio al considerar el interés público y la gravedad de los hechos, y dispuso el seguimiento por parte de la Policía Federal y peritos especializados. El expediente se centra en la figura de “interrupción a los medios de transporte”, mientras se aguardan los resultados definitivos del análisis técnico.

Hay demoras en el servicio

Si bien desde la noche del martes se logró normalizar la circulación entre las terminales de Moreno y Once, esa regularidad fue parcial: hay dos vías que permanecen ocupadas por la formación que descarriló y el operativo de encarrilamiento implicó reducción de velocidad y demoras a la altura de Liniers.

Según pudo saber Infobae, debido a la presencia de trabajadores en la zona para acondicionar las vías, las formaciones pasan a baja velocidad y eso genera demoras.

Además, en la zona se lleva a cabo un operativo que involucró a más de cuarenta trabajadores, con el apoyo de un tren de auxilio procedente de Haedo y la utilización de gatos hidráulicos para el reposicionamiento de los coches afectados.

El servicio continúa con demoras (RS Fotos)

Durante la madrugada del miércoles, las tareas de encarrilado continuaron, seguidas por el traslado de los coches siniestrados hacia el taller correspondiente, donde serán objeto de reparación detallada. Simultáneamente, las pericias sobre vías, durmientes y sistema de señalización buscan descartar cualquier otra variable que haya podido incidir en el siniestro.

Una vez finalizado el proceso de remoción del tren, que se ejecuta con camión de vía y gatos hidráulicos, la formación será trasladada a los talleres que la empresa posee en Villa Luro para su revisión integral, y se iniciará la reparación del tendido ferroviario para recuperar el óptimo estado del sistema.

Mientras tanto, los reclamos de los usuarios aumentaron dado el continuo desfasaje en los tiempos y el descenso de velocidad, principales causas de las demoras que afectan a miles de pasajeros frecuentes de la línea Sarmiento. Este clima de tensión se vio reflejado en un incidente entre dos usuarios, quienes protagonizaron una pelea en una de las estaciones, resultado de la acumulación de malestar general.