Un joven de 16 años fue detenido durante el fin de semana porque planeaba un atentado contra su exescuela en el barrio de Caballito. El ataque fue frustrado a partir de que el FBI norteamericano dio aviso a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) de las publicaciones en redes sociales.
“En el allanamiento en su casa se encontraron armas de aire compromido, cuchillos, una bomba molotov casera, gas pimineta y una carta en la que contaba su planificación del ataque”, detalló la periodista Laura Medina desde el móvil de la 750 en el lugar de los hechos.
Luego de su detención, el joven fue internado en el Hospital General de Niños R. Gutiérrez, en Palermo, en donde permanece sin custodia policial. Su madre habló ante la prensa y reveló que su hijo atraviesa, desde hace tiempo, un cuadro de depresión que es tratado con ayuda psicológica y que se realizó estudios para avanzar a un tratamiento con medicación.
Desde el Instituto Educativo Modelo de Caballito aún no dieron declaraciones a la prensa, pero algunos padres reclaman que la institución organice una jornada para poner en discusión los temas que rodean el caso como la salud mental y el acoso escolar (bullying).
El joven de 16 años tenía intensa actividad en redes sociales, en particular, con inclinaciones a contenidos de extrema derecha, reivindicaciones al nazismo y hasta el noruego Anders Breivik, un terrorista de ultraderecha responsable del atentado del 22 de julio de 2011, fuera de la oficina del primer ministro Jens Stoltenberg, en Oslo, y, horas más tarde, el ataque masivo al campamento juvenil del Partido Laborista.
“Creo que además de salud mental esto es un síntoma social”, introdujo la médica psiquiatra y escritora Graciela Moreschi al analizar el caso en En el ojo de la tormenta. “Detrás de un adolescente que plantea una masacre hay un vacío y una desconexión importantísima, estos chicos buscan ser vistos“, agregó la psiquiatra.
Sumado a esto, sostuvo que la inclinación por ideologías extremas responde, en este caso, a una manera distorcionada de recuperar poder ante una situación de indefensión, humillación o invisibilización.
Por su parte, la psicóloga y especialista en psicoanálisis en adolescentes y adultos Silvina Zecler (MN. 46424) señaló que ese aislamiento está mediado hoy por las redes sociales. “Parecería que es un síntoma de todos esto de que estamos cada vez más conectados, pero a la vez más aislados y esto en la adolescencia es un problema grave”, subrayó .
En esa línea, la psicóloga advirtió: “Lo que yo veo es que los adultos, en general, estamos desatentos o relativizando, porque de esto se habla mucho últimamente, de la exposición de los chicos a las redes, el anonimato, que a algunos adolescentes los ayuda a vincularse porque tienen estructuras más introvertidas, pero lo que estamos viendo es que a mayor conectividad, mayor desencuentro cara a cara, entre los adolescentes sobre todo“.








