El sur de la provincia de Buenos Aires volvió a ser escenario de un fuerte temporal que combinó lluvias intensas, viento y granizo, y dejó un saldo de calles anegadas, daños en viviendas y cortes de energía. Las consecuencias aún se sienten en varias localidades, y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una nueva alerta amarilla por tormentas para este jueves 23 de octubre. El fenómeno climático afectó principalmente a las zonas centro y sur del territorio bonaerense, incluyendo a Bahía Blanca, Benito Juárez, Tandil, Azul, Coronel Pringles y Laprida.
En Bahía Blanca, las lluvias comenzaron al mediodía del martes y alcanzaron los casi 40 milímetros, provocando la acumulación de agua en diversas zonas de la ciudad y el ingreso a varias viviendas. En barrios como Los Olivos, los vecinos aseguran que la situación se repite cada vez que llueve. “Desde el 7 de marzo esto está cada vez peor. Cada vez que llueve se nos anulan las calles, se nos quedan los autos y no podemos salir de nuestras casas. Nadie hace nada”, expresó Paola, vecina del lugar, en diálogo con La Nueva. Según relató, varias calles quedaron completamente anegadas. “Era un río. Imposible transitar”, añadió.
La acumulación de agua afectó también veredas, parques y canchas barriales. El agua, literalmente, no tenía por dónde escurrir. Frente al malestar vecinal, el secretario coordinador de Delegaciones Municipales, Ignacio Caspe, señaló que desde el municipio se están realizando trabajos de zanjeo y canalización. “Esto es una caída natural del agua desde los barrios altos, que se acumula en ciertos puntos. Estamos trayendo cañerías para zanjeo y canaletas. El intendente Federico Susbielles nos pidió que trabajemos hasta medianoche, si es necesario, para terminar. Queremos darle tranquilidad a los vecinos y ayudar a que el agua siga escurriendo”, afirmó en una entrevista con LU2.
Sin embargo, Caspe admitió que se trata de medidas paliativas. “Hay obras menores, como la intervención sobre José Hernández, que hacemos con presupuesto municipal. Pero necesitamos otro tipo de obras. Si no llega el dinero que estaba destinado a Bahía Blanca, pasan estas cosas. Hay vecinos que se ponen nerviosos cada vez que llueve, y con razón”, advirtió.
En Benito Juárez, el panorama fue aún más complejo. Las ráfagas de viento, que podrían haber sido provocadas por la cola de un tornado, volaron parte del techo del Hospital Municipal Eva Perón, lo que obligó a suspender las prestaciones médicas. También fue destruida la cubierta de la pileta climatizada municipal. Las autoridades locales, con apoyo de Defensa Civil, bomberos y personal municipal, intervinieron para contener los daños. A raíz del temporal, se suspendieron las clases del miércoles en toda la jurisdicción, incluyendo Estación López, Tedín, El Luchador, Coronel R. Bunge y la escuela EP Nº 11.
En Laprida, la caída de granizo en distintas zonas urbanas provocó destrozos en techos, patios y vehículos. Mientras tanto, en Tandil, la intensidad de la lluvia se hizo sentir con fuerza: se registraron 38 milímetros en apenas 16 minutos, una tasa de precipitación de 123 mm por hora, según La Voz de Tandil. El momento más crítico se produjo entre las 20:45 y las 21:00, cuando cinco personas —tres adultos y dos menores— fueron evacuadas. Aunque no hubo heridos, las lluvias causaron cortes de energía, caída de árboles y el ingreso de agua en al menos 20 viviendas.
En Azul, la jornada dejó un acumulado de 65,5 milímetros de agua y ráfagas de viento del sur que alcanzaron los 76 km/h, de acuerdo a los registros oficiales. Se reportaron árboles y postes telefónicos caídos, pero sin daños personales significativos. En la vecina Coronel Pringles, se repitió el cuadro: granizo, abundante lluvia y calles colapsadas.
La nueva alerta emitida por el SMN abarca buena parte del centro-sur bonaerense para este jueves 23. El aviso, de nivel amarillo, señala la posibilidad de tormentas de variada intensidad, algunas localmente fuertes, con ocasional caída de granizo, ráfagas intensas y abundante caída de agua en cortos períodos. El mapa oficial, actualizado a las 06:18 del miércoles 22, muestra en amarillo zonas como el sudoeste y centro de Buenos Aires, mientras que el resto permanece sin alertas.
El delegado municipal de Sesquicentenario, Lisandro Arrigoni, también se refirió al malestar social. “Entendemos la situación de los vecinos después del 7 de marzo. Fue un momento muy duro para todos. La gente está sensible, y con razón. Lo que quieren es vivir mejor, y uno se pone en su lugar”, manifestó en declaraciones recogidas por La Nueva.
Mientras tanto, las imágenes de casas anegadas, techos volados y vehículos dañados circulan en redes sociales como testimonio de una situación que, para muchos, se ha vuelto parte de la rutina cada vez que llueve. El sur bonaerense sigue bajo vigilancia, y la posibilidad de nuevos episodios climáticos mantiene la atención puesta en la evolución del tiempo.