En Córdoba, el nombre de Laura Soldano, segunda candidata a diputada nacional por La Libertad Avanza, despierta más incomodidad que entusiasmo dentro del propio espacio. No sólo por sus antecedentes –fiestas clandestinas, sanciones millonarias y un papel casi oculto en la campaña– sino porque encarna, como pocos, el perfil que Javier Milei prefiere mantener fuera de cámara.
Soldano saltó al radar público por sus extravagantes declaraciones sobre cómo inició su camino político. Según contó en redes sociales, viendo un video recibió un mensaje de que Javier Milei era “el enviado”, y por eso decidió apoyarlo. A estas afirmaciones se suman otras frass que la hicieron célebre en Río Cuarto: asegura que para arreglar un auto basta con constelarlo, y que se encuentra a dos personas de Elon Musk.
Con 44 años, ocupa el segundo lugar en la lista de diputados nacionales de La Libertad Avanza en Córdoba y coordina el partido libertario riocuartense. En sus apariciones públicas se la puede ver junto a Karina Milei, al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y con Gabriel Bornoroni, jefe de la bancada libertaria en la Cámara Baja.
En un viejo posteo que resurgió tras el anuncio de su candidatura, Soldano relató que tuvo la “revelación” de que Javier Milei sería presidente y que Argentina se convertiría en un “faro de luz”. Desde entonces, combina contenidos espirituales con su militancia libertaria, llamando la atención de medios provinciales y nacionales. En sus pocas entrevistas, dejó ver que su postura está totalmente alineada con el Gobierno Nacional, mientras en redes promociona el plan económico de la gestión libertaria.
El escándalo de “Lupita Fest”
En febrero, su nombre llegó a los titulares por un escándalo que derivó en doble clausura y multa millonaria. Fue durante la “Lupita Fest” –fiesta que toma el nombre de una de sus hijas–, realizada sin habilitación en un predio sobre la calle Presidente Perón al 3400. La policía constató carpas sin informes técnicos, seguridad no autorizada y ausencia de servicio médico.
Lejos de suspender el evento, los organizadores —según confirmaron fuentes judiciales lo trasladaron a la mansión de Soldano en el country San Esteban, donde hallaron unas 300 personas, incluidos menores, que habían pagado entradas de 8 mil pesos.
El expediente contravencional se cerró hace pocas semanas, tras el pago de una multa de 20 millones de pesos por parte de Soldano. Según relatan fuentes de Río Cuarto, estas fiestas eran frecuentes y muchas se realizaban sin los permisos correspondientes.
“Asistente holística” y empresaria de la noche
En Río Cuarto, Laura Soldano se presenta como “asistente holística” y sostiene que fue “deportista de alta competencia”.
Pero los vecinos la identifican más por su faceta empresaria: es la organizadora detrás de Lupita Fest, la marca de fiestas que sigue activa pese a los escándalos. Su camioneta RAM ploteada con el logo del evento recorre la ciudad y, en cuentas de Instagram, se promocionan celebraciones “por código”, sin revelar las direcciones.
Fuentes locales describen que combina sus prácticas espirituales con la organización de encuentros privados donde circula alcohol y asisten menores.
El poder detrás de la candidata
El otro nombre que aparece detrás de Soldano es el de su esposo, Gastón González, productor agropecuario con miles de hectáreas cultivadas y propietario de una de las principales plantas de bioetanol del país. Junto a su esposa, también dirige la fundación del colegio Carson, recientemente denunciada por manejos financieros irregulares y falta de pago a docentes.
En Río Cuarto lo describen como un empresario con influencia directa en el sector energético y vínculos fluidos con dirigentes locales. Dentro de La Libertad Avanza, en tanto, circula una versión incómoda: “el marido compró la candidatura por 600 mil dólares”, repiten fuentes del espacio.
Una pieza incómoda para Milei
A pesar de ocupar un lugar expectante en la lista, Soldano no tiene participación visible en la campaña. “Hace presencia, pero no la dejan hablar porque siempre se va de libreto”, confían desde el entorno libertario. Sus apariciones se limitan a las redes sociales y no se le permite dar entrevistas, ya que, según fuentes internas, dice cosas que solo se le permiten a Javier Milei.
Entre fiestas clandestinas, autos “curados” con constelaciones familiares y negocios opacos, Soldano se transformó en una figura que el mileísmo cordobés prefiere mantener fuera del foco mediático.