La referente de la Fundación Empatía, Florencia Salgueiro, destacó la histórica aprobación de la ley de eutanasia en Uruguay y sostuvo que se trata de un acto de “justicia” para quienes transitan padecimientos irreversibles: “Mi papá murió pidiéndolo, y hoy se hizo justicia con quienes vendrán”. Salgueiro, cuya lucha personal estuvo motivada por la experiencia de su padre, Pablo Salgueiro, fallecido de ELA, afirmó: “Lo acompañamos en su sufrimiento, pero su muerte no fue como él quería. Ahora otros tendrán la libertad de decidir”.

Estas declaraciones fueron realizadas en diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que cuenta con la conducción de Gonzalo Sánchez, Ramón Indart y Cecilia Boufflet. En este contexto, Salgueiro profundizó en cómo la legislación pone en el centro la autonomía y la dignidad de los pacientes con enfermedades terminales o deterioros irreversibles, al tiempo que explicó los obstáculos atravesados hasta la sanción final. El avance legislativo en Uruguay también cobró relevancia por el contraste con otros países de la región, como la Argentina, donde el debate sobre la eutanasia permanece aún relegado.

A lo largo de la entrevista, Salgueiro puso el foco en la importancia que tuvo su historia personal en la militancia por la ley de eutanasia. “Mi padre vivió tres años con esclerosis lateral amiotrófica. Ya conocíamos la enfermedad porque de eso también fallecieron mi abuelo y mi tío. Pese a los mejores cuidados médicos y paliativos, el desgaste fue enorme. Su vida era de sufrimiento, sentía que no le quedaba calidad de vida. Incluso, luego de meditarlo, un día nos sentó y nos dijo: ‘Hasta acá llegué, esto ya no es vida. Quiero poder elegir cómo y cuándo terminar’”, relató.

El pedido, sin embargo, chocó con la legalidad vigente. “Les planteó a los médicos su voluntad, pero le dijeron: ‘No, lo que vos estás pidiendo no se puede’. Y así fue que él murió sin poder decidir. Haber tenido que acompañarlo de esa manera fue durísimo”, recordó Salgueiro, quien evidenció el vacío legal que afectó a cientos de uruguayos hasta este 2025.

La familia de Pablo Salgueiro, un paciente que falleció enfermo de ELA (@fepreco)

El recorrido parlamentario también estuvo marcado por la persistencia de familiares, activistas y referentes sociales. “Una semana antes de la partida de mi padre, se presentó el primer proyecto de ley de eutanasia. Él llegó a saber que existía, aunque era evidente que no iba a llegar a tiempo —evocó—. Después vinieron propuestas alternativas, negociaciones entre partidos, incluso algún estancamiento por diferencias internas. Pero finalmente, en este nuevo período, logramos el consenso necesario: el proyecto fue desarchivado, votado nuevamente en Diputados y, ayer, aprobado en el Senado. Estamos felices de haberlo conseguido”.

Consultada sobre los desafíos políticos y sociales que enfrentó la iniciativa, Salgueiro describió un escenario de avance y retrocesos. “Hubo bastantes obstáculos; en 2024, cuando el proyecto quedó encajonado, sentimos frustración. La oposición llegó principalmente desde alguna autoridad religiosa —explicó—, aunque incluso mucha gente creyente apoyaba la medida, como reflejaron varias encuestas. Lo que hubo fue una clara voluntad política, y el resultado superó las barreras partidarias: dos tercios del Senado votaron a favor, en un ejemplo de consenso muy necesario para derechos tan sensibles”.

Sobre el corazón de la ley y su implementación, la activista destacó los requisitos estrictos previstos para evitar abusos y priorizar la libertad individual. “La ley está pensada para mayores de edad, ciudadanos o residentes en Uruguay —precisó—. La persona debe estar psíquicamente apta, atravesar una enfermedad terminal que le provoque sufrimientos insoportables o una condición que deteriore progresivamente su calidad de vida, siempre sin esperanza de recuperación. El proceso no es inmediato: debe intervenir un equipo de al menos dos médicos que corroboren la situación. Si hay desacuerdo, se convoca una junta médica, que incluye psiquiatras y especialistas», expuso.

“Tras el aval profesional, se abre un período de diez días para garantizar que la decisión fue bien reflexionada. En ese tiempo se revisa la voluntad del paciente y se exige la presencia de dos testigos, que no sean beneficiarios de la herencia. Si tras todos estos pasos se confirma el pedido, recién entonces se autoriza el procedimiento. Pero la fecha final siempre la decide el paciente”, detalló. Toda esta estructura, advirtió Salgueiro, busca asegurar que cada quién pueda ejercer la máxima soberanía sobre su propio final.

Al ahondar sobre posibles interpretaciones erróneas, la entrevistada aclaró: “La ley es restrictiva: únicamente habilita la eutanasia para personas que puedan expresar su voluntad en forma lúcida y autónoma. No está previsto que terceros decidan por quien no puede manifestarlo, y tampoco se admite la eutanasia por voluntad anticipada o en casos de demencia severa. Para esos escenarios, lo que corresponde son otros cuidados”.

Uno de los temores recurrentes que surgieron durante el debate parlamentario giró en torno al rol del dolor y el acceso a cuidados paliativos. “Hay sociedades médicas que sostienen que con cuidados adecuados muchos pacientes pueden tener mejor calidad de vida —señaló—. Pero la ley no obliga a nadie: hay quienes desean seguir hasta el último momento, y otros a quienes el deterioro les resulta intolerable. La clave es que el dolor no es solo físico; también hay un sufrimiento psíquico y emocional que debe ser respetado”.

Respecto de la posibilidad de que extranjeros accedan a este derecho en Uruguay, fue enfática: “No queremos que se transforme en turismo eutanásico, como puede pasar en Suiza. Para acceder al procedimiento, hay que ser residente o ciudadano uruguayo. El requisito de residencia implica, si no me equivoco, al menos un año en el país, o tener la nacionalidad. Eso cierra la puerta a quienes solo busquen la ley desde el exterior”.

Florencia Salgueiro

Por su experiencia y la polémica que suscitó el aborto en los últimos años, también fue consultada por los resguardos legales para profesionales del sistema de salud. Salgueiro explicó: “Se incorporó un artículo fundamental: la eutanasia no es contraria a la ética médica. Esto exonera judicialmente y ante el colectivo profesional a médicos u otros integrantes del equipo de cualquier pena, siempre que respeten los procedimientos. Además, está habilitada la objeción de conciencia: cualquier integrante del equipo de salud, ya sean médicos, enfermeros o administrativos, pueden excusarse de participar por razones filosóficas, personales o religiosas”.

“Si se da el caso de una objeción institucional, como ocurre con clínicas vinculadas a credos religiosos, igual están obligadas a garantizar el acceso al procedimiento —explicó—. Deben derivar a los pacientes o subcontratar el servicio, porque deben cumplir con la normativa si forman parte del sistema nacional de salud”, precisó al distinguir la robustez de los resguardos legales.

Analistas y columnistas remarcaron en Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que Uruguay vuelve a mostrar capacidad de diálogo y acuerdos sobre temas sensibles, en contraste con la postergación del tema en la Argentina. Allí se presentaron algunos proyectos, pero la cuestión sigue paralizada por la falta de consensos y la profundidad del debate público.

Florencia Salgueiro concluyó la entrevista con un mensaje que combinó la memoria de su padre con una convicción personal: “Hoy siento que esta ley es justicia para quienes no pudimos acompañar a los nuestros de la forma que deseaban, pero sobre todo para quienes vendrán. Nadie debería ser obligado a vivir un final que no desea. Debemos confiar en la autonomía y la capacidad de decisión de las personas”.

La reciente sanción de la ley de eutanasia en Uruguay constituye un paso trascendental en América Latina y promueve la discusión a nivel regional sobre los derechos individuales al final de la vida, la ética médica y el respeto a la autodeterminación. Aunque todavía resta la reglamentación por parte del Poder Ejecutivo, el mensaje de Salgueiro y quienes acompañaron este proceso es claro: se abrió la puerta para que cientos de uruguayos tengan una muerte digna, acorde a sus deseos.

Infobae en Vivo te acompaña cada día en YouTube con entrevistas, análisis y la información más destacada, en un formato cercano y dinámico.

• De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, Carolina Amoroso, Ramón Indart y Cecilia Boufflet.

• De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, María Eugenia Duffard y Federico Mayol.

Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo. Seguinos en nuestro canal de YouTube @infobae.