Mientras el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, cubría a los funcionarios nacionales que debían ser interpelados por el acuerdo con Estados Unidos y las coimas en la Agencia de Discapacidad, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a militarizar la plaza de los Dos Congresos para amedentrar la marcha de los jubilados que reclaman el incremento de haberes que el presidente Javier Milei ya vetó dos veces.
La Policía Federal estuvo al frente del operativo, con un amplio despliegue de la infantería y oficiales de civil, y el respaldo de los efectivos de la Policía de la Ciudad. A pesar de que la movilización no fue masiva, el operativo cortó la Avenida de Mayo en el ingreso al Congreso
Entre los jubiladas y jubilados que asistieron a la movilización se escuchaban gritos con el operativo y testimonios estremecedores. Paola y Marcelo, dos jubilados que viven solos, se acercaron a la marcha con las cajas vacías de remedios, denunciaron que en el Hospital Ramos Mejía le entregaban solo la mitad de los medicamentos y ya no tenían plata para comprar la medicación restante.
Tensión por un desproporcionado operativo policial
En esta jornada no se registraron heridos ni detenciones como ocurrió el miércoles pasado, cuando cuatro personas fueron detenidas y otras cuatro resultaron heridas. No obstante, frente al gran despliegue policial hubo momentos de tensión y provocaciones por parte de los efectivos hacia los manifestantes. El camión hidrante fue encendido y el sonido del motor fue utilizado como amenaza cuando la movilización pasaba por allí, según registró la periodista Lula González.
“Cuando cerraron todo por Rivadavia para que los jubilados no accedan por Avenida Callao, decidieron entrar por Solís y Adolfo Alsina para llegar a Entre Ríos y ahí se encontraron con mucha policía. Lo que hicieron fue dar todas las vueltas de siempre, las que se dan todo los miércoles por la Plaza de los Dos Congresos y después ya terminó”, contó desde el Congreso, el fotoperiodista Catriel Gallucci Bordoni.