La organización feminista Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) realizó una publicación en donde señala que hubo 196 femicidios en todo el 2025 y que hubo uno cada 35 horas. Además expusieron que desde que comenzó el mes de octubre hubo 11 víctimas de la más extrema violencia machista, por lo que una mujer es asesinada cada 28 horas.

En el documento expuesto por MuMaLá la organización advierte: “Elevamos nuestra voz para exigir al Poder Ejecutivo Nacional que asuma la gravedad de la situación que atravesamos las mujeres y LGBTIQ+. Por tercera vez presentaremos en el Congreso de la Nación la Declaración de la Emergencia Nacional en Violencia de Género en todo el territorio argentino”. También señalan que el último caso, el del femicida uruguayo Pablo Laurta –integrante de la organización machista Varones Unidos que mató a su ex pareja y a la madre de ella– “evidencia una alarmante premeditación y motivación política de extremismo de derecha y masculinismo supremacista” y denunciaron que son “las consecuencias de los mensajes de odio de género que emanan las jerarquías gubernamentales”.

Contexto y datos

La publicación se inscribe en plena ola de femicidios a nivel nacional. Entre los últimos se destacan el triple narcofemicidio de Florencia Varela donde mataron a Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi y el más reciente en Córdoba, donde Laurta asesinó a su ex pareja Luna Giardina y a su ex suegra Mariel Zamudio. En las últimas semanas también se lamentaron los asesinatos en contexto de violencia de género de Gabriela Arací Barrios en Chaco, de Adriana Velázquez y su hija Mariana Bustos en Bahía Blanca y el de Daiana Mendienta en Entre Ríos.

MuMaLá da a conocer este tipo de datos desde el 2015, año de la primera marcha del colectivo Ni Una Menos y lamentaron que en los últimos 10 años, desde el 1º de junio de aquel año y el 30 de mayo de 2025 se sufrieron “2589 femicidios, femicidios vinculados y trans/travesticidios. Esto signfica que una mujer o persona trans fue asesinada cada 33 horas” en nuestro país.

En otro documento previo elaborado por el Observatorio Nacional “Mujeres, Disidencias, Derechos” y publicado a fines de septiembre se contabilizaron 182 femicidios y 758 intentos de femicidios. Solo el 14% de las víctimas fatales denunció anteriormente a su agresor. Este estudio también destacó que el 73% de los femicidios fueron cometidos por la pareja o ex pareja de la víctima y que el 70% de las víctimas mujeres, lesbianas, travestis y trans fueron asesinadas en sus domicilios. Por culpa de estos crímenes 120 niños y adolescentes se quedaron sin sus madres.

La voz de la publicación

La Directora Ejecutiva de la Mesa Federal de MuMaLá, Gabriela Sosa, habló con Página/12 y detalló nuevas situaciones de violencia machista que no solo ocurren en el interior de los hogares. Según la integrante de la organización feminista “el desarrollo de la narcocriminalidad” que se visibilizó con el triple femicidio de Florencio Varela y el último caso del femicida Laurta en Córdoba, en el que “algunos sectores antiderechos, antimujeres y antifeministas pasaron a la acción y concretaron este asesinato”, formaron parte de la última actualización.

Sosa también explicó que estas publicaciones MuMaLá suele hacerlas a fin de cada mes, aunque “en esta oportunidad, debido a la gravedad de la situación, decidimos publicar este dato antes” para denunciar los femicidios que se multiplican a lo largo y ancho de la Argentina y que también “hay más cantidad de denuncias por violencias”. En ese marco la Directora Ejecutiva de la Mesa Federal argumentó la necesidad de una Declaración de Emergencia de Violencia de Género ya que “se ha agravado el contexto”.

Este mismo proyecto de ley de declaración había sido presentado anteriormente en 2018 y en 2020, aunque Sosa advirtió que con la publicación “anunciamos la presentación del mismo, lo estamos elaborando”. Además, la militante feminista cuestionó al gobierno de Javier Milei dado que “formalmente se han eliminado del organigrama todas las políticas públicas nacionales que teníamos para el abordaje de la violencia machista”.

Necesidad de políticas de género

Por este motivo en la declaración de la emergencia MuMalá también exigen “que se restituyan las políticas de género que fueron eliminadas” y que junto al Gobierno Nacional, definido por Sosa como “negacionista en violencia de género”, también tomen responsabilidades los gobiernos provinciales. De este modo la organización feminista busca avanzar “en algunos pedidos concretos que tienen que ver con la discusión presupuestaria” para lograr la prevención de violencia contra las mujeres.

Esto se demuestra, por ejemplo, con la regeneración de organismos que constaten el correcto funcionamiento de la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, con “monitoreo de grupos y mensajes de odio” para que no llegue a la acción y con la exigencia de reactivar “los apoyos económicos tanto a las mujeres víctimas de violencia como a los hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidio”, junto a ayudas a las organizaciones territoriales que ayudan a las mujeres, a pesar de falta de alimentos y otras dificultades.

Por el cese de las tareas del Estado Nacional en violencia de género Sosa alerta sobre una fuerte baja en las denuncias de las víctimas de violencia de género contra sus agresores antes de que estos las asesinen. “Es evidente que hay una un aliento a no concurrir al Estado a partir de la desaparición de las políticas de género”, critica la Directora Ejecutiva de la Mesa Federal de MuMaLá. Dentro de la última década en algunos meses esta estadística llegó al 25% de denuncias previas a los agresores femicidas, aunque oscilaba y podía estar entre el 20 y el 22%. Sin embargo, en los últimos meses descendió al 13% en algunas ocasiones recientes. “Hay una relación directa entre los momentos donde hemos tenido mayor presencia de políticas públicas en contraposición con la falta de políticas públicas”, analiza Sosa.

“Es muy dura esta situación, genera mucha angustia y mucho enojo, pero hay una sociedad activa y sensible pidiendo al Estado políticas que aborden la situación de desigualdad. Hay que organizarse, reclamar y visibilizar cada una de estas situaciones para poner en el centro los derechos humanos de las mujeres“, concluyó Gabriela Sosa.