El Banco Central quedó en el foco de una controversia por la falta de transparencia para el manejo de las reservas de oro que fueron enviadas al exterior durante la actual gestión. El presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN), Juan Manuel Olmos, advirtió que la entidad monetaria se niega a brindar información sobre el destino y rendimiento de las 37 toneladas de oro que la institución remitió a Londres hace poco más de un año. El organismo de control sostiene que el Banco Central ampara su silencio en razones de confidencialidad que impiden avanzar con la auditoría.

“El intercambio de notas ya se ha agotado. No podemos avanzar con la auditoría, no podemos saber dónde está específicamente el oro, qué interés está rindiendo, si es que está rindiendo algún interés. Tampoco sabemos si se han pagado seguros de traslado, cuánto se ha pagado, si se han pagado comisiones”, señaló Olmos, quien además explicó que la entidad bajo conducción de Santiago Bausili nunca dejó de responder, pero “interpone excusas para no contestar”.

El titular de la AGN planteó esta situación ante la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso, presidida por Miguel Pichetto, donde advirtió que la falta de acuerdo parlamentario para designar a los nuevos auditores le impide hacer una presentación judicial sobre el tema. Ante esa limitación institucional, los legisladores evalúan citar a Bausili o bien intimarlo para que responda los pedidos de información, aunque admiten que el Banco Central se escuda en la confidencialidad del asunto para no ofrecer detalles.

“Nadie quiere lesionar el interés nacional, pero lógicamente que tiene que haber información por parte del Banco Central, la cual deberá utilizarse de la manera más responsable posible”, replicó Pichetto.

El argumento del BCRA, para Olmos, carece de sustento: “Nadie discute el carácter reservado y confidencial de algunas cuestiones que se manejan en el Banco Central, pero esto no alcanza al órgano auditor, que es la AGN. No es la primera vez que auditamos esta entidad y en situaciones análogas siempre se ha respetado la confidencialidad solicitada”. Según el funcionario, el organismo no busca divulgar información sensible sino verificar el cumplimiento de las normas de administración y custodia de los activos públicos.

La posición del Banco Central fue comunicada al Congreso a través de la Jefatura de Gabinete, en respuesta a un pedido de informes sobre la situación actual de las reservas de oro. En esa respuesta, la autoridad monetaria sostuvo que no puede brindar detalles sobre las operaciones de administración de reservas porque “permitirían dar a conocer movimientos y ubicaciones de los activos, comprometiendo su seguridad y la estabilidad del sistema financiero”. Aun así, el documento oficial incluyó un dato: al 31 de diciembre del año pasado el valor de las reservas en oro alojadas en el exterior ascendía a 5.206 millones de dólares, y a 6.733 millones de dólares al 7 de agosto último, de acuerdo a su valuación de mercado.

Desde la AGN, la auditora técnica Carla Pitiot confirmó que el Gobierno mantiene una actitud de opacidad frente a los pedidos de información. “Están jugando a las escondidas. El Banco Central está desobedeciendo una facultad que tiene la AGN como órgano máximo de control ante un pedido de colaboración. No solo desobedece la ley, sino que bloquea el trabajo de control”, afirmó.

Pitiot detalló que el organismo tiene constancia de dos envíos de oro a los mercados de Londres, por un total de 37 toneladas, y subrayó que “no se sabe su ubicación, si está rindiendo, si tuvo un costo o si contrataron un seguro para su traslado”. En su evaluación, el comportamiento del actual Gobierno frente a los organismos de control rompe con los estándares mínimos de transparencia: “Yo trabajo en la Auditoría desde el 93, y este es el gobierno más opaco, más oscuro”.

 

En el Congreso crece la inquietud ante la posibilidad de que el Banco Central mantenga oculta información clave sobre las reservas internacionales del país. Los legisladores evalúan próximos pasos para garantizar que la AGN pueda acceder a los datos que le permitan realizar su tarea de control, una función que constituye una de las piezas esenciales del sistema de transparencia y rendición de cuentas del Estado.