Lara Gutiérrez tuvo contacto con hombres peruanos en las semanas previas al crimen, según testigos

Semanas antes de que Lara Gutiérrez fuera hallada asesinada y enterrada en un domicilio de Florencio Varela, la adolescente de 15 años mantuvo una serie de encuentros en el barrio de Flores con hombres de nacionalidad peruana.

De acuerdo con el relato de testigos a los que accedió Infobae, en los días previos al crimen, Lara le comentó a una amiga de La Tablada que un ciudadano peruano la había invitado a comer.

No fue sola: a otra de las víctimas del triple femicidio la acompañó. Era Morena Verdi. Fueron a un local de comidas rápidas del barrio porteño de Flores, una zona que las chicas solían frecuentar.

Según los testimonios que figuran en la causa, en esa cita el sujeto les regaló 200 dólares y “no les tocó un pelo”. Pero el acercamiento no terminó allí y, la semana anterior al crimen, este mismo hombre le obsequió a Lara un oso de peluche y un perfume.

Las familias de las chicas piden Justicia (RS Fotos)

El último contacto de Lara con este hombre habría ocurrido el viernes, día en que desaparecieron las tres jóvenes, cuando supuestamente la llamó para coordinar un encuentro.

Otros testimonios reunidos por la Justicia precisan que el 6 de septiembre, Lara estuvo en Flores acompañada de otra joven -cuya identidad no salió a la luz- y se reunió con dos hombres peruanos en un bar tipo pool sobre la Avenida Rivadavia al 7100.

Existe la versión de que Morena pudo haberse encontrado también con estos hombres el mismo viernes en que sucedió el triple femicidio. Esta información surgió a partir de amigas del entorno.

Aquella noche, Morena habría simulado una pelea con su novio -un joven de 26 años con quien vivía en la casa de su mamá- “diciéndole que debía retirarse del domicilio, con el propósito de tener una excusa para poder salir con Brenda (Del Castillo) y Lara”. Así lo contó un testigo ante la fiscalía.

De acuerdo con la reconstrucción del caso, las víctimas habían sido invitadas a una fiesta en Flores, pero en realidad era una trampa: las llevaron a la casa de la localidad bonaerense Florencio Varela, donde fueron asesinadas. Luego, enterraron sus cuerpos.

Lo que siguió fue una búsqueda angustiante que duró cinco días y que lamentablemente terminó con el hallazgo de los cuerpos en la vivienda localizada en Villa Vatteone.

Por el triple crimen, hasta el momento, hay siete detenidos. Los primeros sospechosos en caer fueron Magalí Celeste González Guerrero (28), Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27), a quienes ya trasladaron hacia el penal de Melchor Romero.

A ellos se les sumaron Víctor Sotacuro Lázaro (41), capturado este fin de semana en la ciudad boliviana de Villazón y señalado de manejar el Volkswagen Fox que le dio apoyo a los homicidas; y Ariel Giménez (29), quien está acusado de cavar la fosa y enterrar a las víctimas.

En tanto, la última aprehendida fue Florencia Ibáñez (30), sobrina de Sotacuro Lázaro. Ella quedó arrestada este lunes por haber estado en el mismo auto con su tío la noche del crimen de las chicas.

Tanto Ibáñez como Sotacuro Lázaro fueron indagados este martes por el fiscal de Homicidios Carlos Arribas. Durante las declaraciones, los dos acusados contaron con la asistencia de defensores particulares y prestaron testimonio sobre los hechos.

Florencia Ibáñez, la última detenida del caso

Mientras avanza la causa, la Justicia sigue en la búsqueda de “Pequeño J”, un supuesto jefe narco que habría ordenado el secuestro, tortura y ejecución de las tres víctimas. Tiene pedido de captura internacional.

No es el único buscado. Miguel Ozorio, ladero de “Pequeño J”, también está prófugo, al igual que otras cuatro personas cuyos nombres no trascendieron.

En ese marco, durante la madrugada de este martes, la Policía Federal Argentinas realizó cuatro allanamientos, “obteniendo resultado negativo para la detención y positivo para los secuestros ordenados”, informaron oficialmente.