La disputa entre el Gobierno y el campo sumó un nuevo capítulo tras la decisión oficial de aplicar una baja transitoria en las retenciones. La Sociedad Rural de Rosario reclamó una “baja inmediata” y total de los derechos de exportación, mientras que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) calificó la medida como un “negociado para los exportadores”. El vicepresidente de la entidad, Javier Rotondo, aseguró que “los productores se sintieron defraudados” porque la promesa de campaña había sido la eliminación completa del tributo.

El malestar se disparó luego de que el presidente Javier Milei anunciara un esquema limitado, lejos de lo que esperaban los productores. Para el sector, la medida no resuelve los problemas de rentabilidad ni brinda previsibilidad para la próxima campaña agrícola. La Sociedad Rural de Rosario sostuvo que las economías regionales siguen con márgenes de ganancia muy ajustados y que la presión impositiva dificulta cualquier decisión de inversión.

Rotondo remarcó que la bronca del agro no es solo por lo que se anunció, sino también por cómo se implementó. “Lo que se planteaba era una baja definitiva y lo que se obtuvo fue apenas un gesto parcial, que favorece a las grandes exportadoras”, advirtió. Desde CRA agregaron que la medida, lejos de beneficiar a los productores, generó un beneficio coyuntural para los intermediarios que manejan la liquidación de divisas.

Este lunes hubo además una reunión entre representantes de la Mesa de Enlace y funcionarios nacionales en la que las entidades rurales reclamaron que la quita de retenciones sea total y definitiva. Allí reiteraron que las medidas parciales generan incertidumbre y, lejos de mejorar la situación de los productores, terminan trasladando las ventajas a los grandes exportadores que concentran la comercialización.

Desde el Gobierno, en cambio, se defendió el esquema. El ministro del Interior, Guillermo Francos, argumentó que aun con derechos de exportación de 5 o 10 por ciento, los productores percibirán mejores precios que con las alícuotas previas de 30 por ciento. “El productor se beneficia claramente en comparación con lo que ocurría antes”, afirmó, en un intento por desactivar el descontento.

La relación entre el Ejecutivo y el agro se mueve en un terreno sensible. Milei había prometido en campaña eliminar las retenciones de inmediato, pero las necesidades fiscales llevaron a la opción de una reducción temporal. El cambio de postura generó desencanto en los productores medianos y en las economías regionales, los más afectados por la presión tributaria. En los grandes complejos sojeros, aunque existe mayor capacidad de absorber costos, también prevalece la crítica por la falta de certezas de largo plazo.

La intención oficial es que el Tesoro compre entre lunes y martes todos los dólares posibles del cupo que aún queda por liquidar con retenciones cero, con el objetivo de acumular divisas que permitan enfrentar futuras presiones cambiarias y cancelar vencimientos del próximo calendario.