El operativo policial de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que se repite cada miércoles frente al Congreso, volvió a reprimir y a golpear a sus dos objetivos favoritos: los jubilados y los trabajadores de prensa. La Policía golpeó a un joven trabajador de prensa y a una jubilada esta tarde. Ambos fueron asistidos por los manifestantes y se encontraban a la espera de la asistencia del servicio del SAME.
El joven trabajador de prensa se desmayó luego del avance de la Policía, mientras que la jubilada fue golpeada con un casco. Los presentes, en la ya tradicional marcha de jubilados, denunciaron que el servicio de emergencia del SAME llevaba media hora sin asistir a la Plaza de los Dos Congresos.
“Cuando estamos solos se aprovechan de nosotros, pero cuando vienen a apoyarnos se esconden como unos cagones, se esconden como unas ratas”, denunció una jubilada al móvil de C5N, en referencia a la práctica habitual de los operativos de seguridad de Bullrich.
Por su parte, la Asociación contra la Violencia Institucional (ACVI) publicó en sus redes que, tras las represión no solo había varios heridos sino que se había retenido de forma arbitraria a dos personas, una de ellas una mujer embarazada.
La postal represiva de cada miércoles
La semana pasada, ante una masiva movilización, que acompañó la decisión de la Cámara de Diputados de rechazar los vetos presidenciales a la Emergencia en Pediatría y al Financiamiento Universitario, el operativo de Seguridad solo se mantuvo detrás del vallado que rodea al Congreso, sin intervenir en la pacífica y multitudinaria marcha que cubrió Avenida de Mayo desde la Plaza de los Dos Congreso hasta la Plaza de Mayo. Las marchas de los jubilados son la foto represiva del gobierno de Javier Milei cada miércoles, desde las primeras ocurridas entre agosto y septiembre pasado, cuando la policía gaseó a una nena de 9 años hasta la trágica movilización del 12 de marzo, cuando fue herido el fotógrafo Pablo Grillo, quien continúa en recuperación tras el disparo que recibió en la cabeza, con un cartullo de gas lacrimógeno lanzado por el gendarme Héctor Guerrero. La semana pasada, aunque no se registraron hechos de represión, la gestión de La Libertad Avanza sí hizo otro gesto de su maltrato a la prensa e impidió el ingreso al Congreso del fotoreportero gráfico Carlos Brigo, un histórico trabajador de prensa que llegó a ser editor de la Agencia Télam. “Mi nombre figura en una lista con acceso prohibido. ¿Viva la Libertad?”, escribió el fotoreportero en sus redes.