Un peligroso acosador de Tucumán es buscado de manera intensa luego de sacarse la tobillera electrónica y darse a la fuga antes de una audiencia. Federico Adrián Punturo está acusado de hostigar durante más de una década a una joven, a quien ahora le impusieron custodia.

La causa se inició en noviembre de 2024 cuando la víctima, cansada del acoso, reveló de manera pública el calvario que vivió durante 12 años y el temor al no saber si iba a seguir viva. Entonces empezó una investigación y se comprobó que Punturo había desobedecido la orden que le prohibía acercarse a la denunciante, dictaminada por el Juzgado Civil V de Familia.

Frente a este escenario se dictaminó su prisión preventiva por 40 días y posteriormente se resolvió un acuerdo de probation por tres años, en el cual el acusado debería respectar reglas de conducta estrictas.

Entre las reglas a cumplir se encontraban residir en Santiago del Estero bajo supervisión de un pastor, prohibición de ingresar a Tucumán sin autorización judicial, uso obligatorio de pulsera de rastreo, tratamiento psicológico y abstinencia de drogas y alcohol, sumado a reparación económica a la víctima y tareas comunitarias semanales y asistencia a cursos de género.

Por las alarmas se encendieron en Tucumán cuando las autoridades confirmaron que Punturo se arrancó la tobillera electrónica y que, antes de presentarse a la audiencia virtual para dar respuesta a este accionar, dijo que tenía problemas técnicos para conectarse y luego se fugó, informaron desde medios locales.

Frente a este hecho, la defensa de la víctima solicitó una orden de captura y reforzar su protección, ambas medidas autorizadas.